La disciplina es la base para crear hábitos positivos y saludables, y son los hábitos los que nos llevan hacia el éxito en cualquier cosa que emprendamos. Patanjali, el padre del yoga, al igual que los grandes emprendedores y hombres de negocios de hoy en día, saben que las puertas de la habitación del éxito las abre el hábito, y el hábito lo construye la disciplina, o mejor dicho, la autodisciplina.
¿Cuál es la diferencia entre disciplina y autodisciplina?
Disciplina es algo que nos imponen desde fuera. Disciplina es algo que nos imponen figuras de autoridad: padres, profesores, mentores, sargentos, guías espirituales, gurues… Ellos nos imponen rutinas que tenemos que cumplir, nos gusten o no.
Autodisciplina es algo que nos imponemos nosotros mismos. Autodisciplina implica tomar las riendas de nuestra vida, el timón de nuestro barco, y ostentar el rango de Capitán. Gracias al conocimiento que vamos obteniendo, tomamos conciencia de que es necesario poner orden en nuestra vida y adquirir una serie de hábitos saludables que nos harán mejores personas.
Hábitos relacionados con la salud, hábitos relacionados con la cultura, hábitos relacionados con el desarrollo personal y la excelencia profesional. Hábitos autoimpuestos y llevados a cabo con diligencia. Hábitos que guiados bajo la Ley de la Agricultura nos harán cosechar tarde o temprano aquello que sembramos.
El hombre es esclavo de sus hábitos, y la única diferencia entre los que tienen éxito y los que fracasan, es que los primeros se hacen esclavos de hábitos positivos; los segundos, de hábitos negativos.
¿Cuáles son los enemigos naturales de la autodisciplina?
La ignorancia, la duda, la pereza y la procrastinación. Que en resumen podrían ser dos, pues la duda es hija de la ignorancia, y la procrastinación hija de la pereza.
Lo primero de todo es estar siempre bien informado, leer mucho y asistir a todo tipo de charlas, cursos y seminarios. El conocimiento es poder. El conocimiento es la mejor de las inversiones. El conocimiento nos dirá cómo organizar nuestra autodisciplina. La duda es falta de conocimiento, o falta de un poco más de conocimiento..., o no osar poner en práctica el conocimiento.
La pereza es el vicio de no actuar si no hay una recompensa inmediata; el vicio de ahorrar demasiada energía y no emprender ni realizar actividades de provecho.
La procrastinación, una bonita palabra, es el acto de postergar las actividades. Ya lo haré luego..., Ya lo haré mañana u otro día. Estas son las frases favoritas de los procrastinadores profesionales (categoría en la que podemos incluirnos muchos de nosotros).
¿Solución para la pereza? Diligencia y metas asequibles.
¿Que no puedes hacer sesiones de yoga o de otra actividad física de una hora? Pues hazlas de 30 minutos.
¿Qué no puedes meditar 20 minutos todos los días? Medita 5 minutos.
¿Que no puedes leer unas páginas cada día de algún libro interesante? Lee unos cuantos párrafos al día.
¿Qué te da pereza cambiar de dieta? Haz cambios muy pequeños y progresivos en el tiempo.
¿Que no puedes ahorrar 100 euros al mes para tu jubilación? Ahorra 10 euros mensuales (si no puedes hacer eso, deberías plantearte muy en serio tu educación financiera).
¿Que no puedes hacer una infinidad de cosas que te gustarían? Hazlas en la medida en que puedas.
Ahora sustituye el puedes de todas las frases anteriores por el quieres: es lo mismo.
Sea lo que sea, hazlo. Combate la ignorancia, combate la duda, combate la pereza, combate la procrastinación. Create hábitos positivos y hazte esclavo de ellos. Tú decides tu camino hacia el éxito, o hacia el fracaso.
Eso es Tapas, eso es autodisciplina, ese es el tercer peldaño del Niyama del yoga. Ese es el secreto de los que tienen éxito.
Todos mis cursos están orientados a generar autodisciplina. Algunos pensarán que son muy simples o que no estoy muy encima de mis alumnos, pero tienen un objetivo muy definido: generar hábitos, crear capitanes.
- 12ª lección del Curso de yoga para intermedios:
Aimar Rollán