He de aclarar que no soy una deportista consumada ni de larga trayectoria, pero estoy haciendo esto
hace tres años, y lo disfruto mucho, además de que me ayuda a controlar mi peso y me da energía y vitalidad. Lastimosamente he iniciado esta práctica justo al inicio de la menopausia, por lo tanto cuando la masa muscular no está en su mejor momento, pero, así y todo, he ido mejorando mucho mi condición física y mi resistencia, así como la satisfacción profunda que se siente luego de comenzar trotando sólo unos pocos metros para que luego, con el tiempo, se llegue a superar los 6 k. ¡Es fabuloso!
Aclaro que "jogging" (trotar) no es lo mismo que "running" (correr), ya que es un ejercicio más lento y con trancadas más cortas, por lo tanto, menos exigente.
El caso es que salí del descanso forzoso y a duras penas pude hacer la mitad de lo que ya hacía sin ningún problema. Y aquí vino mi interrogante: ¿cuán difícil es va a ser, a mi edad, recuperarme en la práctica del ejercicio que realizaba?
Afortunadamente en http://www.foroatletismo.com ha publicado un artículo "¿En cuánto tiempo se pierde la forma física?" en el que se detalla el efecto de dejar de entrenar, según el plazo, y se indica que por 5 semanas de para hay un 70% de pérdida de forma física. Si a eso le sumamos el tema de la edad? (a partir de los 50 años la disminución en la masa muscular es mucho más pronunciada y se acompaña de un aumento de la grasa intramuscular), bueno, el desastre queda claro ¿no?
Cuando le conté esto a una amiga me contestó que por eso no hacía ejercicio, porque si lo dejaba, luego era más trabajo volver a retomarlo? y es gracioso ese razonamiento. Es como no querer tomar el remedio que nos curaría de la enfermedad, porque si me olvido de una dosis o no lo tomo correctamente, no me sanará y me pondré peor? Es cierto, pero por eso... ¡hay que hacerlo correctamente! De nada nos sirve no dejarlo de hacer. ¡Eso no tiene sentido!
Hacer ejercicio no sólo es bueno y agradable, sino que es importante para nuestra salud. El tema es realizar uno que sea compatible con la condición física inicial, y empezar de forma lenta y gradual, sin sobreexigirnos, para evitar cualquier tipo de daño o lesión. Consultar al médico antes de iniciar es también una medida muy sensata.
Si hay una lesión o por algún motivo se detuvo la práctica deportiva, hay que tomárselo con calma y retomar lentamente, de forma que podamos volver al rendimiento anterior poco a poco. Es el momento de que la paciencia controle a la ansiedad. Normalmente un alejamiento de más de 10 días demandará al menos una semana de readaptación, seguida de una semana de entrenamiento moderado antes de volver a la práctica habitual. Si la para fue de más de 20 días, habrá que recomenzar con un plan lento, comprendiendo que el cuerpo después de los 50 requiere más cariño y paciencia que rigor. Total, salvo que estés entrenando para las Olimpiadas, no hay apuro ¿cierto?
Actualmente estoy siguiendo ese plan, caliento con cuidado, hago disciplinadamente mis estiramientos previos, y aunque no hago todavía la distancia que hacía antes de la para, estoy aumentando poco a poco. Ya me siento mejor al trotar, más cómoda y menos esforzada, y estoy volviendo a sentir uno de los grandes beneficios del ejercicio: ¡disfrutar practicándolo!