Son muy pocos los casos en los que una actividad como el trote puede llegar a provocarnos alguna lesión. Pero, aun así, es cierto que, en determinadas ocasiones, si no tenemos algunos factores en cuenta, podemos llegar a padecer serios problemas con ese simple e inofensivo ejercicio.
Sabemos la importancia de caminar, trotar y correr. Para nada nos estamos contradiciendo ahora, si no, todo lo contrario (valga la redundancia): queremos motivar esa práctica y, para ello, es necesario ofrecer seguridad. Sólo necesitas tener ciertos cuidados al trotar.
Trotar
“Trotar sobre cemento de forma regular, puede causarnos serios problemas en las rodillas y articulaciones. Lo mismo ocurre, por ejemplo, en la playa: trotar en la playa es peligroso para aquellos que no hace ejercicio de forma constante. Incluso hasta el calzado puede volverse un arma.
Claro que son pocos y sencillos los detalles que se deben tener en cuenta; pero, de igual manera, siempre es mejor estar atento para reducir al máximo las ocasiones de sufrir lesiones en los ligamentos, de meniscos y tantas otras”, según los kinesiólogos que están acostumbrados a tratar con deportistas de alto rendimiento.
¿Qué debemos tener en cuenta al momento de caminar, trotar y correr? Lo siguiente…
Examen médico previo
Es fundamental realizar examen médico previo a la actividad deportiva para conocer nuestro estado, nuestra resistencia y, principalmente, la salud de nuestro corazón.
Comenzar con trote suave
Debemos evitar efectuar desgastes excesivos durante el comienzo del ejercicio. Ante todo, es necesario ir de a poco y recién luego aumentar la carga.
Calzado adecuado para trotar
Se recomienda usar calzado adecuado (con calcetines). Si se van a usar zapatillas con resortes éstas deben estar en perfectas condiciones, es la mejor forma de evitar el riesgo de lastimar nuestros ligamentos, es preferible usar “las zapatillas normales”. También es necesario correr pisando la hierba, es vital tratar de esquivar el cemento.
Estiramiento
Es recomendable estirar los músculos luego de finalizar el ejercicio. Esto hará que, al otro día, por la mañana, no padezcamos esos intentos dolores dados por el ácido láctico.
Otros cuidados al trotar
Luego de terminar el trote, abrigarse. Mientras estamos en actividad no sentimos las temperaturas bajas, y cuando terminamos por unos instantes tampoco. Aun así, más allá de la adrenalina, el cuerpo sí sufre estos golpes de frío. Es necesario abrigarse una vez que se termina de practicar ejercicio.
Un mito falso: creencias populares han dado a entender que arroparse bastante durante el ejercicio acelera la disminución del peso pues potencia la sudoración el cuerpo. Esto es peligroso pues puede causarnos deshidratación.
En la persona que corre el abdomen es una zona débil. Por eso es fundamental fortalecer el abdomen para equilibrar fuerza y de esta forma evitar sobrecargas, así como incómodas lesiones. Comienza con pocos abdominales, para evitar molestias en la zona púbica y espalda.
No olvides que es esencial dormir bien, ya que el mal descanso reduce la energía corporal que vas a requerir al trotar.
Trotar es bueno para la salud física y mental, siempre que tengas los cuidados necesarios para evitar que se generen lesiones.