Existen más de setenta mil terminaciones nerviosas en la planta de cada pie que, una vez estimuladas, pueden enviar mensajes a todas las zonas del cuerpo у del cerebro a través del sistema nervioso autónomo. También se sabe que toda deformación о anomalía en ellos revela una alteración anímica, mas о menos intensa. ,
¿Acaso se debe a un azar caprichoso del lenguaje que la fértil mitología griega designe con el nombre de Edipo, literalmente «pie hinchado», a uno de sus héroes anímicamente más desequilibrados? Seguramente, no.
Como tantos otros sistemas terapéuticos, la reflejoterapia podal ha experimentado un desarrollo gradual у paulatino a lo largo de la historia. Con el transcurrir del tiempo, ha dejado de ser una rudimentaria practica terapéutica ancestral e intuitiva, para convertirse en la terapia manual más difundida en la actualidad, de amplio uso en no pocos países del mundo.
La curación a través de las zonas reflejas de los pies constituye uno de los procedimientos terapéuticos más antiguos у universales que existen en el planeta. Se han hallado vestigios de manipulaciones de este tipo en diferentes culturas, algunas de ellas muy diferentes у alejadas entre sí.
Hace aproximadamente cuatro mil arios era conocido en China у la India un tipo de aplicación terapéutica basado en la presión de puntos muy precisos del cuerpo. Hallamos también representaciones del masaje en los pies en los frescos del antiguo Egipto.
Y todavía hoy el masaje de los pies es una práctica común en la India, China у el sureste asiático.
La recuperación moderna de la reflejoterapia podal arranca con los trabajos llevados a cabo en 1915 por el medico estadounidense William H. Fitzgerald (1872-1942), fundador de la llamada terapia zonal. Fitzgerald dedico buena parte de su afán investigador a demostrar de forma sistemática que era posible influir en los órganos del cuerpo humano а través de diferentes puntos de presión, tal соmо venían haciendo desde antiguo las tribus indias americanas que el mismo tuvo la ocasión de conocer у frecuentar.
Algunos años después, en el inicio de la década de los treinta del siglo pasado, fue la fisioterapeuta Eunice D. Ingham (1889-1974) quien prosiguió la senda abierta por Fitzgerald. Basándose en los principios de ёэ1е, у gracias a su acusado sentido de la observación práctica. Ingham, a diferencia de su predecesor, centro sus esfuerzos en el estudio de los pies, consciente de la importancia у el valor que éstos poseen para la salud de la persona.
Doreen E. Bayly, una de sus alumnas, introdujo la reflejoterapia podal en Gran Bretaria en 1966. Otra discípula, Hanne Marquardt, con quien hemos colaborado a lo largo de más de treinta arios у a quien nos une una gran amistad. hizo lo propio en Alemania, creando la escuela que lleva su nombre у que nosotros introdujimos en nuestro país, el ario 1984, de la mano de la enfermera britanica Ann Lett,
directora de la sección inglesa de dicha escuela.
La reflejoterapia podal es un método básicamente teurapéutico, tal соmo su propio nombre indica. Su aplicación correcta permite aliviar у curar algunas de las dolencias más comunes. соmо, por ejemplo, lumbalgias, cólicos nefríticos, cefaleas у otras. A propósito de las cefaleas. en un estudio clínico que realizamos el ario 1988. en colaboración con el servicio de neurología del Hospital Vail dHebron de Barcelona, publicado más tarde en la revista médica Natura Medicatrix. pudimos demostrar que la reflejoterapia podal es, cuando menos, tan efectiva соmо la flunarizina. que era el medicamento más habitual utilizado entonces para la prevención de las migrañas, por lo que respecta a la profilaxis en pacientes con cefaleas recurrentes, con la ventaja añadida de que la reflejoterapia podal es una terapia manual no farmacológica que no posee efecto secundario alguno ni tampoco contraindicaciones.
Por ello, соmо terapia curativa debería ser administrada siempre por un terapeuta competente у experimentado, у más aun en personas enfermas. He ahí la razón por la cual los cursos de formación de la escuela de Hanne Marquardt han estado desde siempre dirigidos exclusivamente a los profesionales de la salud: médicos. enfermeras у fisioterapeutas.
Esto fue lo que la señora Marquardt nos respondió al respecto en una entrevista que realizamos para la revista CuerpoMente: * «Las personas que poseen una formación sólida en el campo de la salud se aproximan de forma diferente a la reflejoterapia podal que las que no la poseen. Dirigirme solo a los profesionales fue todo un reto, pero ahora, desde la distancia, creo que ha sido una de mis mejores decisiones у la clave del buen desarrollo de la reflejoterapia podal».
A diferencia de otras terapias manuales, la reflejoterapia podal posee una visión holística del ser humano y, por tanto, también de la salud у de la enfermedad. Una de las cosas más llamativas de dicha terapia es la estrecha relación que existe entre la forma de un pie у la de una persona sentada. También es cierto que la forma de una parte del cuerpo, la que sea, posee un propósito concreto.
Según Hanne Marquardt, cuando dos partes del cuerpo humano son semejantes, por muy alejadas que estén entre sí, quiere decir que entre ellas existe una relación. En otras palabras, podríamos afirmar que el macro sistema en que se constituye la persona, con toda su complejidad, se halla representado en diferentes microsistemas у uno de estos es el pie.
En este sentido, la reflejoterapia podal se basa en una regia bien sencilla: trabajando sobre el microsistema puedes influir en el macrosistema, ya que todas las anomalías que este último sufre aparecen reflejadas en el primero.
El dolor constituye un elemento fundamental у positivo en la reflejoterapia podal. No se trata, pues, de una especie de enemigo contra el que hay que luchar hasta acabar con él. El dolor es una forma que tiene el cuerpo de pedir ayuda. Un pie sano es un pie no dolorido. Cuando una parte del cuerpo presenta alguna anómala, su zona refleja en el pie duele al presionarla. El dolor es соmо los seriales de tráfico: nos alertan e indican las zonas que necesitan ayuda terapéutica.
Sin embargo, la reflejoterapia podal puede aplicarse también desde otra perspectiva no estrictamente terapéutica, соmо un simple medio —¡aunque muy eficaz! — de relajación у bienestar, con su pareja о sus hijos, al volver de un duro día de trabajo, por ejemplo.
La reflejoterapia podal resulta una propuesta ideal para obsequiar a una persona querida con un masaje. у establecer nuevos momentos de relación у comunicación con ella. A fin de cuentas, se trata de una terapia manual que no solo abarca lo estrictamente físico, sino que también roza el campo de las emociones. Gracias a ella podemos proporcionar descanso, relajación у bienestar, pero también constituye un modo inmejorable de romper barreras у
acercarse más a los seres queridos.
Lo único que precisamos para aplicar la reflejoterapia podal son las manos, bautizadas соmо «el instrumento de los instrumentos» por el medico griego Galeno de Pergamo, que vivió en el siglo mi de nuestra era у de cuyo nombre se deriva la denominación de galeno para designar a los médicos. Se trata de un instrumento sencillo, es cierto, pero ninguna
máquina, por muy sofisticada que sea, ha podido imitar jamás sus cualidades, ni tampoco suplantarlas. Gracias al uso de las manos se establece con los pacientes un contacto muy íntimo, algo de lo que, a veces, carece la medicina convencional.
Las manos, que son la herramienta de trabajo del terapeuta, son capaces de modificar las condiciones del paciente. El lenguaje del tacto es universal: su gran ventaja es que todo el mundo lo percibe, sin ninguna excepción.
Para la mayoría de las personas, los pies cuentan muy poco. Podría decirse que los pies son algo así соmо el Tercer Mundo de nuestro cuerpo, valga la expresión.
En palabras de la propia señora Marquardt, uno de los objetivos de la reflejoterapia podal es rescatar del olvido у la marginación una parte importante de nosotros mismos. Los pies conectan con todos los procesos que se producen en la vida у a través de ellos expresamos muchas de nuestras emociones.
Los pies no solo nos permiten echar a correr, sino que también manifiestan la alegría, la tristeza у parte de nuestras vivencias más íntimas у espirituales. En suma, la reflejoterapia podal permite que nos acerquemos a una parte rechazada de nosotros mismos. Es mucho lo que puede hacerse por una persona tocando sus pies.
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