En esta ocasión he querido darle un toque hivernal con colores hivernales y añadiendo coco seco para simular el efecto de la nieve. La receta está elaborada para un sobreengrasado del 7% y una concentración del 28%.
Ingredientes:
400 gr de aceite de oliva
100 gr de aceite de coco
50gr de aceite de almendras
100 gr de manteca de karité
30 gr de aceite de ricino
20 gr de glicerina líquida
15 gr de concentrado de aloe vera
92.60 gr de sosa caústica
256.66 ml de hidrolato de lavanda
1 cdta de pigmento violeta
20 gotas de aceite esencial de lavanda.
Coco rallado
Elaboración:
Como siempre, pesamos todos los ingredientes y los reservamos
Nos ponemos las medidas de protección: gafas, mascarilla, guantes y ropa de manga larga.
En un lugar ventilado y protegido, por ejemplo en el fregadero, vertemos la sosa caústica sobre el hidrolato de lavanda poco a poco teniendo mucho cuidado con posibles salpicaduras y de no inhalar los vapores.
Mezclamos hasta que la sosa esté completamente disuelta.
Por otro lado ponemos todos los aceites a calentar hasta que alcancen los 70º.
Retiramos del fuego y preparamos la batidora.
Con la batidora en mano y sin dejar de batir, vamos añadiendo poco a poco la lejía (hidrolato con la sosa) a los aceites con cuidado con las salpicaduras.
Batimos durantes unos minutos hasta que el jabón tiene la textura de un pudding.
Cuando ya haya enfriado un poco, añadimos el aloe vera.
Volvemos a batir para que se integre bien.
Añadimos el aceite esencial de lavanda y volvemos a batir.
Separamos la mitad de la mezcla en otro recipiente.
Entonces, en una de las dos mezclas añadimos el colorante y lo mezclamos bien hasta obtener un color homogéneo.
Ponemos en el fondo de los moldes un poco de coco rallado.
Seguidamente lo rellenamos hasta la mitad con la mezcla blanca.
Añadimos por encima hasta alcanzar el tope del molde, la mezcla de jabón azulada.
Espolvoreamos por encima más coco rallado.
Tapamos con un trapo y dejamos reposar durante un mínimo de 24 horas para que se lleve a cabo el proceso de saponificación y el jabón endurezca.
Pasado este tiempo desmoldamos y cortamos el jabón si es necesario y dejamos que se acaben de secar durante un periodo de entre 4-6 semanas,
Pasado este tiempo ya podemos utilizar nuestro jabón.
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Fuente: este post proviene de Silvan Nature, donde puedes consultar el contenido original.
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