Representa un magnífico recurso para que los niños aprendan a manejar el estrés diario, controlar la frustración mejorar el sueño y a controlar las rabietas. Por esta razón, te invitamos a seguir leyendo para que puedas utilizar la meditación como recurso para controlar las rabietas en los niños.
Rabietas en los niños
Se trata de un estado de enfado e impaciencia muy común en niños bastante pequeños, las rabietas por lo general se generan a partir del segundo año de vida. Es bastante común que un motivo insignificante genere las rabietas, el tiempo de duración de este tipo de rabietas es bastante bajo.Las rabietas se pueden originar a cualquier edad, sin embargo, este tipo de berrinches son más comunes en niños con edades entre 18 meses y tres años. De igual manera, las rabietas en niños pueden durar hasta los seis años y luego desaparecen de forma gradual.
Cuando se produce una rabieta por lo general el niño grita, se deja caer al suelo, no escucha, berrea y tampoco razona. La meditación es un excelente recurso para controlar este tipo de rabietas en los más pequeños.
Meditar para controlar las rabietas en los niños
La meditación es un acto sencillo de enseñar a los pequeños a concentrarse, detenerse y respirar. Al inicio puede ser algo difícil que el niño permanezca quieto, ya que generalmente no están acostumbrados a la tranquilidad. Sin embargo, el tiempo de meditar no puede ser demasiado largo, va a depender de la edad que tenga el pequeño.Por otra parte, cuando se trata de niños muy pequeños, resulta más espontánea y sencilla la meditación, debido a que en esta etapa de vida los niños no conciben críticas, prejuicios. Entonces al momento de practicar la meditación su mente está más dócil y más abierta.
Importancia de tomarse un tiempo para meditar con los niños
Normalmente el cerebro de los niños está agotado, por eso a diario los niños de cualquier edad necesitan tener un tiempo de desconexión y de esta forma concentrarse y relajarse. A través de la meditación pueden tener esta pausa, ayudando a los más pequeños a desenvolverse de manera satisfactoria y lúcida.Además, existen altos niveles de estrés en la población infantil hoy en día. Por eso, la Academia Americana de Pediatría estimula a los padres para que los más pequeños puedan tener un descanso y de esta forma, compartir con sus hijos momentos de meditación que sirvan para reducir las rabietas.
El acto de enseñar a los más pequeños a que se detengan, a respirar y estén concentrados; podría convertirse en uno de los hábitos más importantes que podemos enseñarles como padres.
Técnicas de meditación para niños
Existen diversas técnicas para meditar que sirven para qué los más pequeños mejoren la concentración el enfoque y se basan en: movimientos, vaciamiento y cultivo de emociones positivas. Debes tener en cuenta que existen determinados modelos, para la práctica de estas técnicas de meditación.Recomendaciones para la meditación infantil
Aunque no existen reglas establecidas para meditar, tenemos algunas recomendaciones que pueden ser de gran utilidad. La frecuencia y el tiempo de meditación pueden cambiar de una técnica a otra y de una persona a otra. De igual manera, por lo general los pediatras sugieren los lapsos de tiempo siguientes para la meditación en niños:Unos minutos al día para meditación en niños en etapa preescolar.
Para los niños en edad escolar, lo ideal sería meditar dos veces al día entre 3 minutos y 10 minutos.
Los adultos y adolescentes pueden meditar entre cinco minutos hasta un máximo de 45 minutos por día (dependerá de los gustos individuales).
Es necesario que trate de añadir a la rutina diaria de tus hijos actividades de respiración profunda antes de dormirse. A través de esta acción, los niños se podrán relajar y estar listos para descansar toda la noche. Además de facilitar la meditación al surgir otros eventos que lo requieran.
Si tienes niños en etapa adolescente o en edad escolar, recuérdales que respiren de manera profunda en varias ocasiones antes de contestar alguna pregunta complicada en la escuela, antes de participar en un deporte o de realizar una prueba.
Cuando los niños pequeños saben controlar sus emociones fuertes, puedes ser parte del proceso respirar de manera profunda, principalmente antes y luego de lapsos de descanso. La meditación puedes hacerla solo o apoyarte en un profesional capacitado, de tal manera que aprendas adecuadamente la práctica de esta excelente técnica de relajación.
¿Cómo aprender las técnicas de meditación?
Existen múltiples formas de aprender las técnicas de meditación, tienes la opción de grabaciones de audio, libros, entrenamientos en línea, videos, sitios online y también aplicaciones como SIENTE…Escoge la manera que mejor se adapte y luego puedes ponerla en práctica con los niños en casa, disminuirán las rabietas y los más pequeños disfrutarán de una mente, cuerpo y espíritu más tranquilo.
Beneficios de la meditación en niños
La meditación para los niños es muy beneficiosa ya que influye de manera positiva en lo siguiente: la depresión, la ansiedad, el autocontrol, el desempeño escolar, disfruta y ve claramente la vida, en problemas conductuales, respeto y empatía por los demás, desarrolla hacia los otros una escucha activa, se fortalece la seguridad y la autoestima, entre otros.Aunque la meditación es segura y puede beneficiar ampliamente a los más pequeños, y no tiene ningún riesgo su uso. De igual manera, al igual que pasa con otros cambios en la rutina de vida; lo más apropiado es consultar al pediatra de los niños antes de comenzar con las prácticas de meditación.
No olvides que tu labor es hacer que tus pequeños participen de la meditación, sin necesidad de forzarlos. Puedes usar algunas técnicas de estimulación, para hacerlos sentir más tranquilos al momento de meditar.
Para ayudarte a practicar la meditación puedes contar con la ayuda de la app Siente, – que puedes descargar aquí – . A través de meditaciones guiadas, el mindfulness y la psicología positiva podrás mejorar tu bienestar y, en definitiva, ser feliz.
La metodología Siente forma parte del método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.