Qué es un probiótico
La palabra probiótico tiene origen griego y significa “a favor de la vida”. La concepción de probiótico se creó a principios del pasado siglo por el premio Nobel Elie Metchnikoff, que sugirió la hipótesis de que tomar lácteos fermentados aumentaba los años de vida y la salud de los campesinos búlgaros. Sus estudios concluyeron que, consumiendo leche fermentada se sembraba el intestino de bacterias beneficiosas, las cuales disminuían el crecimiento de las bacterias perjudiciales.
La definición recogida en una guía publicada por la FAO Y la OMS es la siguiente: “son microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, ofrecen un beneficio a la salud de las personas que los toman”
Un microorganismo se puede considerar probiótico cuando se la haya tipificado y estudiado adecuadamente. Esta es la manera de saber qué beneficios tiene, en que situaciones hay que tomarlo y las cantidades.
Si queremos decirlo de una manera más sencillas diremos que estos productos aportan bacterias beneficiosas a nuestro sistema digestivo. Es muy importante que los probióticos estén vivos cuando los tomamos. Así mismo, las dosis tienen que ser las necesarias y apropiadas para conseguir los efectos deseados.
Los probióticos naturales
Vamos a ver una lista de probióticos naturales con alta carga probiótica. Los beneficios de incluir probióticos naturales en tu dieta son muchos. Por ejemplo, te ayudarán a mejorar tu digestión y a incrementar tus defensas. Además de esto, los probióticos naturales tiene 100 más carga bacteriana que los que podemos encontrar en los suplementos. Por este motivo, es mucho más aconsejable tomar estos alimentos que además te aportarán otros interesantes nutrientes.
1. Chucrut y Kimchi
Cualquiera de ellos son vegetales fermentados y están elaborados con col básicamente. El Kimchi es originario de Corea y el Chucrut es un plato típico alemán. El Kimchi se parece mucho al Chucrut pero es picante. El hecho de ser picante tiene que ver con el ajo y los pimientos, lo que le hace algo más nutritivo. Entre los beneficios del ajo se encuentra el contenido en selenio y alicina que son muy saludables para el pelo y la piel y para reducir el colesterol.
Ambos contienen básicamente lactobacilus en cuanto a probióticos. También contienen buena cantidad de ácidos orgánicos por lo que su sabor es ácido. Así mismo, son muy ricos en enzimas que ayudan a la proliferación de las bacterias buenas y a hacer una buena digestión. Estos dos alimentos están muy recomendados para aquellas personas que quieran reducir sus síntomas alérgicos. También son muy ricos en vitaminas A,B,C y E.
Se pueden poner en sándwiches, sopas y acompañan muy bien a carnes y pescados.
2. Yogur y Kefir
El Yogur es, probablemente, el más conocido de todos. Aunque es muy recomendable, es preferible elegir el Kéfir, ya que contiene más proteína. No todos los yogures son válidos. Es necesario que te asegures de comprar un Yogur que esté vivo y que contenga probióticos. Los yogures pasteurizados no sirven.
El Kéfir podríamos definirlo con una especie de yogur líquido. Su fermentación se produce cuando a la leche se le añaden granos de Kéfir. Viene de Rusia y Turquía y el significado de su nombre es “sentirse bien”. Contienen entre 11 y 34 probióticos diferentes. Los que casi todo el mundo conoce son el lactobacilus y el bífidus. También es muy rico en antioxidantes y proteínas. Esto le convierte en un alimento bastante completo y muy recomendable para vegetarianos. Podríamos decir que el Kéfir sustituye a la leche perfectamente. De hecho, se puede tomar con cereales o hacer batidos.
Algunos quesos sin pasteurizar también contienen muchos probióticos.
3. Tempeh y natto
Tanto uno como otro son soja fermentada con abundantes probióticos, vitamina B12 y proteínas. Para las personas que no coman carne es el sustituto ideal. Así mismo, también se puede utilizar en lugar de soja. La soja, sin fermentar causa numerosas alergias, sin embargo en este formato es muy digestiva. Además, la fermentación de la soja incrementa el número de aminoácidos y evita los tóxicos que a algunas personas les perjudican en las tiroides.
El Tempeh es muy rico en antibióticos naturales. Por este motivo ayuda a combatir enfermedades intestinales o disentería. El nattō, por su parte, contiene gran cantidad de bacillus subtilus, muy importante para el sistema inmune y la salud del corazón. Así mismo, contiene también nattokinase, enzimas que ayudan a prevenir el cáncer.
Al ser ambos fermentados de la soja son muy indicados para evitar los síntomas no deseables de la menopausia. Otra de sus ventajas es que ambos son bajos en sodio.
4. Miso
Dentro de la dietas macrobióticas y de la gastronomía japonesa el miso es un alimento básico. Entre los japoneses se le considera como un alimento medicinal. Es una fermentación de koji y habas de soja. Se suele utilizar para dar sabor a sopas, carnes y salsas. Con una pequeña cantidad que se añada en la sopa ya obtenemos los beneficios de los probióticos. Nunca debemos dejar que hierva pues perdería sus propiedades.
5. Kombucha
La kombucha es una bebida de origen chino que se elabora fermentando las hojas de té negro. Se suele tomar burbujeante. En China se ha bebido desde tiempos muy antiguos para aumentar la energía, perder peso y limpiar el hígado. Tiene una potente carga bacteriana por lo que las personas que padezcan cándidas no deberían tomarla.
6. Chocolate negro
Para terminar, vamos a hablar de algo que pocas personas conocen como fuente de probiótico, el chocolate. El chocolate es cacao fermentado. Además, es un alimento con alto contenido en flavonoides que con sus propiedades antioxidantes previene el envejecimiento prematuro.
Cada día son más los establecimientos en los que podemos comprar este tipo de alimentos. Asegúrate de incluir alguno de estos alimentos, por lo menos una vez al día, y verás como tu cuerpo te lo agradece.
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