El postergar tiene varias explicaciones. Psicólógico, moral, conductual, etc. Los motivos que señalaré más bien son de sentido común. Postergamos porque tenemos:
1.-Flojera. Esto es bien importante. Tienes que decirte a ti mismo “lo tengo qué hacer”. Bien que me enseñó mi mamá: Ella tenía una lista “mental” de la rutina de la lavada de trastos, pero cuando me tocaba mi turno, era una problema porque odiaba lavar los trastes. Me decía: “No te vas a dormir, hasta que los laves”. Terminábamos molestas tanto ella porque no lavé los trastes y yo porque quería dormir sin lavarlos (“los lavo mañana tempranito”). Entonces viene a mi mente su razonamiento bastante lógico: “Si los hubieras lavado cuando te dije, ya estarías durmiendo; pero ahora estás molesta porque quieres dormir y yo estoy molesta porque no lo has hecho y de todas maneras lo tienes qué hacer”). Ahí aprendí que si de “todas maneras lo voy a hacer, pues de una vez”. Por eso, lo que no me gusta lo hago rápido y lo que me gusta también lo hago rápido.
3.- No nos urge. He escuchado de algunos que dicen que no pueden trabajar si no tienen el estrés, que es lo que los despierta. Por lo menos conozco de un caso (mi exjefe), que vivía así: siempre apresurado pues dejaba todo a lo último y trabajaba muy entrada la noche y aveces amaneciendo el próximo día para dejar todo en orden (era contador). El caso es, que para abreviar, no faltaba que se le olvidaba algo y como tenía qué entregar a fecha exacta pues no se lograba o más, bien se perdía el caso. También se enfermó de una enfermedad relacionada a los nervios. Más dinero qué gastar y más problemas aunados.
4.- Tenemos amigos bienintencionados. Cuántas veces hemos escuchado que no nos preocupemos. Pues eso estaría bien, si en lugar de preocuparnos, nos ocupamos, como diría otra de mis jefes. No olvidemos que el problema de postergar está tan generalizado, que cuando encuentran a alguien que quiere dejar en orden todo y hacer las cosas con calma (con tiempo de anticipación) lo tachan de exagerado. Pero los resultados hablarán pronto.
5.- Estamos desanimados. Creo que a veces es bueno no continuar con algo ya después de un verdadero análisis y reconocer que dicha empresa no prosperará. O a veces nos agobia los pagos de luz y agua y pensamos en dejar de pensar en ellos. En todo caso, examina los pros y contras, y lo que tenga que hacerse,hazlo. Lo que definitivamente no funcionará, no pierdas el tiempo pensando en ello.
Después de haber analizado qué te hace postergar las cosas, pon manos a la obra ¡y no te quedes con el pendiente!. Dime qué te hace postergar las cosas y compárteme lo que te ha funcionado. Saludos.