Estas mucosidades aparecen en el sistema respiratorio de las personas cuando están resfriadas o en un proceso gripal. Se trata de una sustancia gomosa cuya función es la de humedecer la zona para su correcto funcionamiento. En general, se diferencian de los mocos en que estos son expulsados por la nariz mientras que las flemas se eliminan por expectoraciones al toser.
Se puede decir, por tanto, que este problema hace su aparición cuando una persona está enferma y para eliminarlas es necesario toser y expectorar. Para hacer que este proceso sea más sencillo, se puede recurrir a recursos naturales y caseros, como la infusión de tomillo. Sin embargo, para expulsar flemas rápidamente, una alternativa es la de favorecer su fluidificación con un mucolítico como la acetilcisteína componente del jarabe Fluimucil.
Causas de aparición de flemas
Estas expectoraciones varían de color en dependencia de la enfermedad que las provoque, siendo las de color transparente las más habituales. En este caso se podrá asegurar que están relacionadas con simples afecciones de la garganta. No obstante, hay otras razones por las que aparecen y que se van a enumerar a continuación.
Resfriados
Los resfriados son muy frecuentes en los cambios de estación. Las vías respiratorias segregan flemas y mocos como defensa para expulsar los agentes patógenos a la mayor brevedad posible, y que el organismo pueda sanar.
Infección de las vías respiratorias inferiores
Se trata de infecciones frecuentes que se producen durante enfermedades comunes como la gripe, la amigdalitis y la faringitis. Si estos mocos son transparentes, es sinónimo de que no es grave a no ser que vengan acompañadas de otros síntomas, como fiebre alta durante más de 3 días seguidos.
Aunque no se trate de nada de lo que haya que preocuparse, al igual que las que aparecen con los resfriados, sí que son muy molestas, por lo que recurrir a remedios naturales o mucolíticos como la acetilcisteína (componente del jarabe Fluimucil) será de gran alivio. Este jarabe hace que las flemas se vuelvan más líquidas y fluidas y, por tanto, sea más fácil su expulsión al toser.
Bronquitis
Se trata de una inflamación de los bronquios que en ocasiones provoca la aparición de mucosidad en el sistema respiratorio. Normalmente, aparecen otros síntomas, como disnea, En este caso, la mucosa puede ser de color amarillo o verde si se acaba infectando.
Alergias
Sin importar cuál sea el tipo de alérgeno (polen, ácaros), uno de señales distintivas más frecuentes de ciertas alergias es una mayor mucosidad. Este aumento de la sustancia mucosa en las fosas nasales hace que accedan a la garganta, convirtiéndose en flemas.
Goteo nasal
Es lo que ocurre cuando una persona se acuesta y si tiene secreción nasal puede ser que por la mañana al despertarse tenga la garganta llena de las flemas. Esto sucede porque los mocos se acumulan en la nariz y, al no ser expulsados ya que la persona se encuentra dormida, van cayendo hacia la garganta, formando estas mucosidades.
Fumar
El tabaco es uno de los agentes externos más agresivos con el sistema respiratorio. Por este motivo, es uno de los principales causantes de la aparición de esta incomoda molestia en el organismo. Fumar hace que la garganta se inflame y la presencia de esta sustancia mucosa sea mayor.
Contaminación
Al igual que ocurre con el tabaco, se trata de un agente externo que provoca la generación de las molestas mucosidades. El aire, al entrar en el organismo, no está libre de impurezas, y esto hace que la garganta se inflame. Como ya se ha visto con anterioridad, la inflamación en la garganta es motivo para su aparición.
Consejos para eliminar las flemas
Una vez que esta circunstancia insalubre ha aparecido, conviene saber cómo expulsarlas. El primero de los consejos es mantenerse bien hidratado. Beber mucho líquido ayuda a ablandarlas y expulsarlas con más facilidad. Hacer vahos con agua y sal también ayuda a abrir las vías altas y despejar la mucosidad.
El segundo consejo está relacionado con la calidad del aire que se respira. En la medida de los posible, hay que intentar respirar aire limpio y fresco y, cuando se esté en casa, utilizar humificadores para que el ambiente no se reseque. Del mismo modo, no hay que olvidarse de ventilar el hogar como mínimo diez minutos al día para renovar el aire.
El tercer consejo va dirigido a la hora de dormir. Cuando se tenga tos con flemas, conviene dormir con la cabeza más elevada.
El cuarto consejo va para los fumadores activos y pasivos, pues hay que evitar a toda costa ingerir el humo del tabaco, que aumentará la tos y dará lugar a la producción de este problema.
Por último, si lo que se desea es acabar con esta molestia lo más rápido posible, entonces hay que recurrir a un mucolítico, como la acetilcisteína componente de Fluimucil.
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