Un bebé duplicará su peso y estatura en un año. La actividad de un un bebé o un niño es muy superior a la de los adultos, con lo cual su requerimiento energético será mayor, por ello, un déficit de nutrientes y vitaminas, en periodo de desarrollo, supondrá un desarrollo físico e intelectual deficiente.
En los primeros años de vida, tener una alimentación saludable y equilibrada es crucial para un crecimiento adecuado y para construir la base de un organismo sano. Los bebés y los niños tienen mayores necesidades por unidad de peso que los adultos, ya que están en pleno crecimiento.Una dieta equilibrada y un estilo de vida activo será la mejor medida preventiva y la más eficaz para mejorar la salud a lo largo de toda la vida de una persona.
2. Situación actual
La incidencia de obesidad infantil va subiendo con cifras alarmante, hay que ser consciente de la cantidad de factores de riesgo que un niño está expuesto. El ambiente cultural, social, económico o familiar son factores que actualmente están siendo un problema. No es ningún asombro decir que la obesidad infantil es uno de los problemas más graves de siglo XXI. Estamos ante un problema mundial que afecta principalmente a países en desarrollo, con bajos y medios ingresos, aunque tampoco se libran los países desarrollados, como España o EEUU por nombrar algunos.
3. ¿Cuales son las causas de la obesidad infantil?
Aquí debemos de hacer un parón y hacer examen de conciencia:
- ¿Estamos alimentando a nuestros niños de una forma adecuada?
- ¿Se compensa con alimentos de alto contenido calórico y grasas saturadas algún tipo de falta afectiva?
- ¿Ha disminuido la actividad física de un niño?
La realidad es que, lamentablemente, la respuesta a la primera pregunta es “no” los niños están rodeados de “comida basura” y esta produce adicción de la misma manera que el alcohol, el tabaco o la droga.
El azúcar actúa en el cerebro activando los mismos sistemas de recompensa que las demás adicciones. Por ello, es necesario reducir a la mínima expresión en la dieta de los niños comida como bollería, chocolate y en definitiva productos procesados, ya que les estamos creando una adicción y una gran problemática futura.
Imagino que la mayoría de familias que dan estos alimentos a sus hijos desconocen el alcance tan negativo que tendrá en el crecimiento y en la salud futura de su hijo. En muchos casos se hace como forma compensatoria o porque realmente no son conscientes del contenido de estos alimentos. No se trata de prohibir estos alimentos, sino reducir su consumo y sustituirlo por alimentos más sanos y reales (bizcochos caseros, estofados, verduras, frutas, carne magra…).
4. Propósito de enmienda
Los niños deben de hacer 5 comidas al día, incluyendo tres raciones de fruta y dos de verdura.
Es muy importante, no ir al colegio sin desayunar.
Por desgracia, y según mi experiencia, esto no se cumple. Doy talleres de educación nutricional en colegios infantiles e institutos de enseñanza secundaria y ante la pregunta de que levanten la mano aquellos que han desayunado hoy, con algo de suerte, se levantan la mitad de las manos, y de esas manos que se levantan la mayor parte, han tomado un colacao y galletas o bollería.
La mayoría de los niños acuden a clase sin desayunar, medio dormidos y sin energía, lógicamente esto afecta a su rendimiento físico e intelectual.
Un desayuno saludable para un niño debe de contener:
- Una pieza de fruta que contenga Vitamina C, naranja, mandarina, kiwi, fresas. (No zumo)
- Un lácteo, preferiblemente leche caliente, en su defecto se puede sustituir por un yogur
- Una rebanada de pan con aceite de oliva, tomate y embutido (jamón, pavo, queso…).
A pesar de que en muchos colegios existe ya la conciencia de motivar y crear hábitos saludables entre sus alumnos y utilizan actividades como “el día de la fruta”, “recompensas por traer fruta” y otras iniciativas educativas, la realidad es que la mayoría de los niños llevan para el recreo alimentos empaquetados, bollería, patatas, zumos, fritos, chocolatinas y otro tipo de alimentos por el estilo y no fruta o bocadillos caseros y saludables.
Y mucho que decir en cuanto a la actividad física, que disminuye de forma exponencial en niños y adultos, algo tendrá que ver, digo yo, los videojuegos, la TV, vivir en la ciudad, el ritmo frenético de los padres… Un niño tiene que jugar, al menos, dos horas al día. Evitar el sedentarismo es la segunda asignatura pendiente de la sociedad actual para con los niños.
5. Creación de hábitos durante la infancia
Es la infancia el mejor momento para crear una hábitos saludables que se mantengan en el tiempo, pero para esto es necesario que los padres, familiares y entorno hagan escuela con su ejemplo, de padres activos, saldrán niños activos, de padres sedentarios saldrán niños sedentarios.
Ha sido demostrado que los niños presentan una mayor predisposición a consumir alimentos saludables y a llevar una vida activa si tienen el ejemplo de sus padres y de otros miembros de la familia.
Es nuestra responsabilidad, somos los adultos, los que con nuestro ejemplo hemos de iniciarles en la senda de la buena alimentación y un mejor estilo de vida, de nuestra mano depende un buen desarrollo físico, intelectual y emocional de los adultos del futuro.