La sintomatología consiste en un lagrimeo excesivo del/los ojo/s, que si se mantiene en el tiempo puede llegar a convertirse en una secreción purulenta debido a la acumulación e infección del líquido proveniente del ojo.
Normalmente se produce por un fallo en la permeabilización del canal (8º mes de gestación) o por un funcionamiento inadecuado de la válvula de Hasner, que permite el paso de las lágrimas a través del conducto.
También existen causas mecánicas que pueden obstruir el canal, y éstas se producen por la compresión de los distintos huesos del cráneo durante el paso del feto por el canal del parto, sobre todo si éste es prolongado o si ha sido un parto instrumentado (uso de fórceps, ventosa, palas).
El tratamiento de este problema suele ser conservador, siendo el lavado del ojo y el masaje del canal lagrimal los tratamientos de elección. La administración de antibióticos se indica si el líquido es purulento o el bebé presenta conjuntivitis e inflamación fuertes.
El tratamiento osteopático es una opción no invasiva que puede resolver este problema, y consiste en lo siguiente:
- Corrección de los solapamientos óseos
- Movilidad craneal general
- Movilidad de los huesos relacionados con la órbita y nariz: frontales, unguis, maxilares...
- Bombeo del canal lagrimal para drenar su contenido
El tratamiento osteopático de la obstrucción del canal es muy efectivo y se consigue en una o dos sesiones de osteopatía. No tiene efectos secundarios adversos, ya que las técnicas utilizadas son muy sutiles y no son dolorosas para el bebé.
A continuación enumeramos algunas recomendaciones que pueden aplicar los padres:
- Lavado del ojo con suero fisiológico
- Masaje del canal: debe ejercerse una presión suave desde el lateral de la nariz hacia el borde interno del ojo. Se puede repetir 4 o 5 veces y se puede aplicar varias veces al día.
En caso de fracaso del tratamiento conservador, el tratamiento suele ser quirúrgico, mediante la implantación de una cánula en el conducto que permite drenarlo, es una intervención sencilla y poco invasiva, pero no deja de ser una intervención quirúrgica que requiere anestesia y es más invasiva que un tratamiento manual.
Irene Estébanez Aramendía
Fisioterapeuta Col. 588 y Osteópata C.O.
C/Colón 22-2F (46004 Valencia)
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