Buenos días, hoy volvemos a tratar en el blog una nueva patología, que no es otra que el retraso del vaciamiento gástrico. Las causas de retraso del vaciamiento gástrico se dividen en dos grupos de alteraciones, debido a obstrucción mecánica y por alteración de la motilidad gástrica.
En la obstrucción mecánica del vaciamiento gástrico normal, se ve interrumpido por una obstrucción anatómica debida a estenosis pilórica, úlcera péptica, carcinoma gástrico, etc… Como consecuencia se produce retención gástrica, inicialmente de sólidos no digeribles y, después, de sólidos digeribles y de líquidos.
La alteración de la motilidad gástrica puede ser transitoria o crónica. La primera es secundaria a infecciones gastrointestinales, enfermedades endocrino-metabólicas, fármacos, íleo postoperatorio, etc… La forma crónica lo es a enfermedades neurológicas, neuropatía diabética, distrofias musculares, vasculitis, colagenosis, malnutrición, gastritis atrófica, cirugía gástrica, etc…
Además hay que tener en cuenta que la velocidad del vaciamiento gástrico se ve influida por la naturaleza física y la composición del contenido gástrico, no es lo mismo un contenido gástrico sólido que líquido. Los líquidos abandonan el estómago en menos tiempo, al contrario, los sólidos lo hacen con mayor lentitud con el fin de permitir su reducción a partículas cuyo volumen permita el vaciamiento. La fibra es el último componente de la dieta en abandonar el estómago.
Las proteínas, los carbohidratos y las grasas enlentecen el vaciamiento gástrico, estas últimas son el inhibidor más potente. Los ácidos grasos retrasan el vaciamiento en razón directamente proporcional a la longitud de su cadena, contra más longitud de cadena más lento es el vaciamiento.
¿Cómo se trata?
Como hemos visto, hay que conocer si se debe a una obstrucción mecánica o a una alteración de la motilidad, para dar una u otras recomendaciones, ya que el abordaje terapéutico cambia.
Por lo que nos encontremos con:
Obstrucción mecánica
Cuando hay una obstrucción que se pueda operar, el médico decidirá operarla para eliminarla. En caso contrario hay que saber cómo es la obstrucción.
Si la obstrucción es parcial o incompleta puede tolerarse una dieta blanda o, si es avanzada, una dieta líquida completa mediante sonda nasoyeyunal, es decir, la sonda va desde la nariz hasta el intestino, ya que desemboca en el yeyuno, pero sólo se utiliza si el paciente va a pasar poco tiempo en esta situación. Además, las comidas deben ser siempre poco abundantes y más frecuentes.
En caso de obstrucción completa puede emplearse nutrición enteral por sonda distal a la obstrucción, es decir, ostomía (yeyunostomía); si no se tolera, se dará nutrición parenteral.
Alteración de la motilidad
En este caso, las recomendaciones cambian mucho de las que hemos visto en el caso anterior.
Hay que hacer
§ Comidas frecuentes y poco abundantes.
§ Dieta blanda o líquida según tolerancia.
§ Reducir la ingestión de alimentos grasos.
§ Reducir la ingestión de alimentos ricos en fibra.
Los pacientes con gastroparesia, que es una lesión en los nervios del estómago, breve o no muy grave, deben hacer una escala de dietas (de dieta blanda a preparados de nutrición enteral). Aquellos con gastroparesia más grave pueden necesitar preparados líquidos comerciales isotónicos administrados en pequeñas cantidades y a intervalos frecuentes. Si el enfermo tampoco es capaz de tolerar este tipo de alimentación, es necesario recurrir a la nutrición enteral yeyunal.
Como vemos, para tratar los problemas relacionados con el vaciamiento del contenido gástrico, hay que conocer ante que alteración nos encontramos con un buen diagnóstico, y dar un buen tratamiento, para que el paciente, dentro de la patología, sufra lo menos posible y pueda mantener una vida normal.
Con esto nos despedimos hasta próximos post, mientras tanto… ¡ser felices!
Realizado por Jorge Ibarra Morato