Seguro que más de una vez has notado que las emociones se reflejaban en tu estómago, en forma de nervios, alegría, etc. Pues esto es lo que explica la Neurogastroenterología. O lo que es lo mismo, tener un cerebro en el intestino.
Esta nueva disciplina científica es relativamente reciente, ya que se basa en los 30 últimos años que son los que ha necesitado el director del departamento de Anatomía y Biología Celular, sito en la Universidad de Columbia, Michael Gershon. Mediante ella se ha encontrado explicación a todos aquellos procesos encargados de somatizar nuestras emociones ¿a través del cerebro? No, del sistema digestivo. Vamos a conocer más detalles de este apasionante descubrimiento que va a mejorar nuestra calidad de vida.
Neurogastroenterología: tenemos un cerebro en el intestino
Aunque no nos lo podamos creer, las investigaciones realizadas por este doctor y su equipo les llevaron a descubrir que poseemos millones de neuronas en nuestro sistema digestivo. ¡Sí, neuronas! Iguales que las de nuestro cerebro. Y en grandes cantidades, puesto que encontraron más de cien millones en el intestino delgado.
Estas neuronas son las encargadas de nuestro bienestar general, ya que liberan los neurotransmisores, moléculas químicas y hormonas que se encargan de ello, como son la serotonina, responsable de que tengamos un buen estado anímico, o por el contrario un estado depresivo. Esta se fabrica en un 90% por el intestino. Y otras como por ejemplo las benzodiacepinas, que producen relajación.
Este ha sido un gran avance, ya que a partir de este descubrimiento, la comunidad científica acepta la existencia de un denominado “segundo cerebro” al que hay que hacerle mucho caso, tal y como afirma la endocrina Irina Matveikova, quien además es directora de la Clínica de Salud Digestiva. También es la autora de Inteligencia Digestiva, un libro que trata sobre este interesante tema.
Consecuencias que la Neurogastroenterología ha encontrado en nuestro organismo
Los dos cerebros están unidos, por tanto, nuestro sistema digestivo influye en nuestro equilibrio emocional y al contrario.
Por ejemplo, una situación estresante puede reflejarse en que suframos diarrea, o una depresión en un estreñimiento, debido a la falta de serotonina. También la falta de esta se traduce en los atracones de comida, puesto que cuando nuestro cuerpo nota su falta, la busca en la comida.
Esta nueva ciencia, además, está ayudando a comprender los orígenes de enfermedades tipo úlcera, reflujo gástrico, Síndrome de Colon Irritable y estreñimiento crónico, puesto que están muy relacionadas con las emociones.
Otra consecuencia es el descubrimiento de que cuanto mejor es nuestra salud intestinal, mejor está nuestro estado de ánimo. La mejoría se produce en ambos sentidos, llegando el bienestar intestinal a lograr el bienestar mental y emocional.
La Neurogastroenterología y los alimentos que son beneficiosos para nuestra salud intestinal
Mediante esta, se ha descubierto que muchos trastornos psicológicos están relacionados con una mala alimentación que perjudica el equilibrio intestinal. Por eso los especialistas recomiendan una dieta saludable, practicar deporte de manera moderada y el consumo de ciertos alimentos que favorecen el sistema intestinal. Estos son:
Chocolate
Alimentos considerados prebióticos: ajo, frutos secos, legumbres, cebolla, etc.
Alimentos considerados probióticos: queso fresco, yogures, kéfir, etc.
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