El flujo vaginal es producido por las glándulas secretoras situadas en el cuello uterino y las paredes vaginales. Entonces es muy importante tener en cuenta que la presencia de flujo vaginal es un hecho completamente normal, que les sucede a todas las mujeres al llegar a sus años adolescentes.
Además de su función principal, el flujo vaginal también sirve para fines, que en conjunto facilitan el bienestar reproductivo.
Moco cervical
Como el nombre sugiere, el moco cervical es producido por las glándulas que se encuentran dentro de las paredes del útero. El color, el volumen y la consistencia del moco cervical dependen en gran medida del ciclo reproductivo de la mujer. Por ejemplo, el flujo vaginal se torna más grueso cuando la mujer está a punto de experimentar la menstruación y se vuelve más ligero y transparente unos pocos días después de la menstruación.
Otro factor que afecta las características de la secreción cervical son los medicamentos. Las mujeres que toman píldoras anticonceptivas son más propensas a expulsar un flujo vaginal más espeso. En estos casos el color y la consistencia nunca cambian a menos que se suspenda el consumo de los anticonceptivos.
El cuerpo sólo produce moco cervical en el inicio de la pubertad y por lo general dura justo hasta antes del comienzo de la menopausia. Las mujeres deben ser conscientes de las características normales de su flujo vaginal, porque siendo así pueden someterse a las intervenciones de diagnóstico y tratamiento médico, exactamente cuando estos rasgos se desvían de la normalidad.
Lubricación
Otro tipo de secreción que se produce dentro del sistema reproductivo es la lubricación vaginal. Como su nombre indica, su función es lubricar la vagina durante la relación sexual. Por lo tanto, se produce cuando una mujer está excitada para que disfrute y no se haga daño en el acto.
Este fluido es secretado principalmente por las glándulas situadas dentro de las paredes vaginales. La cantidad disminuye cuando la mujer está lactando y cuando se acercan sus años de la menopausia, debido a que la producción de hormonas reproductivas disminuye considerablemente.
Eyaculación femenina
La glándula de la uretra también produce gran cantidad de flujo vaginal. En lugar de la orina, las glándulas situadas en la uretra producen un líquido claro, una señal de que la mujer ha alcanzado el orgasmo durante las relaciones sexuales. A diferencia de la orina, la eyaculación femenina es clara y no presenta un olor desagradable.
A continuación te mostramos algunos mitos y realidades relacionados.
Mito: la práctica de la ducha vaginal puede limpiar los órganos reproductivos internos para que sean perfectamente funcionales y saludables.
Verdad: las duchas vaginales no constituyen una actividad requerida por las mujeres. El sistema reproductivo es altamente independiente cuando se trata de mantener el pH y la flora dentro de los límites normales. Esto es solo recomendable en caso que sea prescrito por su médico.
Mito: el olor a pescado significa que algo anda mal con su sistema reproductivo.
Verdad: como se ha mencionado, hay miles de factores que afectan al color, olor y consistencia del flujo vaginal. La dieta juega un papel importante en la producción de la secreción vaginal. Los alimentos salados y muy ácidos dan como resultado un flujo vaginal con olor a pescado.
Mito: cualquier flujo vaginal que se desvíe del color claro típico es un síntoma de que la mujer sufre de infecciones o enfermedades de transmisión sexual.
Verdad: el flujo vaginal puede tomar varios colores a lo largo del ciclo menstrual. Además, las hormonas, el ciclo reproductivo, la dieta y los medicamentos juegan un papel crucial en el color, el olor, el volumen y la textura del flujo vaginal.