virtud de ellos estamos capacitados para existir, funcionar y pensar. Estos tesoros componen
nuestro legado natural, y el grado con el cual los protejamos y preservemos determinará el
estado de nuestra salud y el lapso de nuestras vidas. Aquellos que derrochan y abusan de los
preciosos tesoros de vida sufren la pobreza de la enfermedad crónica y de la muerte prematura,
mientras que aquellos que los cultivan y conservan disfrutan de la riqueza de la salud y la
longevidad.
El cuerpo es el templo de la vida. La Energía es la fuerza de la vida. El Espíritu es el
Más información »