La diabetes es una enfermedad crónica que tiene origen cuando el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que nuestro cuerpo necesita, la produce pero con una calidad menor o no es capaz de utilizarla con eficiencia. La insulina es una hormona producida por nuestro páncreas, la cual es la encargada de mantener los valores adecuados de glucosa en la sangre; esta permite que la glucosa pase a nuestro organismo y sea llevada al interior de las células para así convertirla en energía para el funcionamiento de los músculos y tejidos de nuestro cuerpo.
Bajo el lema elegido para esta edición del Día Mundial de la Diabetes, “Diabetes: protejamos nuestro futuro”, los responsables de la Sociedad Española de Diabetes (SED) junto con la Fundación de la SED, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) y el Ciberdem reclaman una mayor inversión en educación tanto para la prevención de la salud de la población como para la formación de los profesionales médicos, así como de los pacientes con diabetes. “Es importante que las personas con diabetes adquieran el conocimiento y las aptitudes que les permitan controlar su diabetes de forma autónoma e independiente”, explica la presidenta de la SED, Sonia Gaztambide. “Sin educación no hay buen control de la enfermedad, lo que provoca que estos pacientes tengan más probabilidades de sufrir complicaciones y empeoren su calidad de vida” concluye la Dra. Gaztambide.
En la actual situación de crisis de nuestro país, los responsables de estas cuatro entidades demandan una mayor inversión en educación diabetológica para conseguir un mejor control de la diabetes y así evitar el coste que suponen los gastos derivados de las complicaciones (enfermedades cardiovasculares, de riñón, nerviosas y oculares) de aquellos pacientes que no consiguen controlar sus niveles de glucosa.
La educación en la prevención de la diabetes es otro aspecto que supone un ahorro, ya que está demostrado que la mitad de los casos de diabetes tipo 2 se puede prevenir con cambios de hábitos de vida (alimentación y ejercicio, principalmente). En definitiva; invertir en educación conlleva ahorro en el gasto sanitario, además de mejorar la calidad de vida de los pacientes que en nuestro país alcanzan los cinco millones de españoles.
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