Pero aunque nosotros decidamos no cambiar, nuestro alrededor, el mundo, nuestras circunstancias sí lo hacen y por tanto queramos o no, nosotros también lo hacemos. Ante un incendio, corremos para no quemarnos.
Al final, siempre sucederá algo que rompa nuestro estatismo y nos haga cambiar, salir de nuestra zona de confort y entrar en territorios que no queríamos. Si por otra parte, somos nosotros quienes decidimos cambiar voluntariamente, no solo nos llevaremos todos los beneficios del cambio, sino que además los disfrutaremos.
1. Renovación
Cuando decidimos hacer un cambio, nos estamos renovando por dentro, hacemos limpieza y aunque sigamos siendo los mismos, nos presentamos ante la vida con otro aspecto no solo físico, sino más bien psicológico y espiritual.
Renovarse es cambiar sin perder lo que somos.
2. Resultados diferentes
Si siempre actuamos de la misma manera y obtenemos los mismos resultados, no podemos quejarnos de las consecuencias. Cambiar nuestra manera de actuar, generará otros resultados que a su vez nos harán estar en continuo cambio y evolución.
Acciones distintas llevan consecuencias diferentes.
3. Aprendizaje
Cambiar nos hace enfrentarnos a situaciones nuevas y por tanto a poner todos nuestros recursos en juego. La consecuencia de ello es la adquisición de conocimientos, experiencia y sabiduría.
Cambiar nos hace vivir en un aprendizaje constante.
4. Crecimiento Interior
El cambio no solo nos hace renovarnos y aprender, sino que nos hace crecer como personas al sacar todo lo que llevamos dentro y desarrollar nuestras capacidades.
Si movemos nuestro mundo estaremos provocando un cambio progresivo en nuestro mundo interior.
5. Aventura
Muchas veces dejamos de lado sin darle el suficiente valor a la aventura. Esta nos hace sentirnos vivos y enfrentarnos a pruebas misteriosas, retadoras y muchas veces casi inexpugnables.
Pero al final, sea el que sea el resultado, siempre saldremos victoriosos y hechos unos aventureros de la vida.
6. Superación
Enfrentarnos a nuestros miedos e ir cada día un poco más allá de nuestros límites hace que continuamente estemos poniéndonos a prueba y superándonos. Esto nos provoca un aumento de la autoestima y del poder sobre nuestra propia vida.
Superarse es retarnos sin cesar.
7. Energía
Cuando cambiamos estamos iniciando un movimiento que como tal necesita y lleva aparejada energía. Esta energía es la que nos mantiene vivos, ilusionados y con grandes dosis de vitalidad y de seguir viviendo.
La energía genera energía y por tanto vida.
8. Vida
Por último, el cambio no solo está unido inseparablemente a la vida, sino que es su esencia misma. Formamos parte del cambio y provocamos el cambio, lo que nos hace ser Cambio y Vida a la vez.
El Cambio es parte de nosotros porque nosotros somos Cambio.
Carlos Postigo
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