Otra de las recomendaciones tiene que ver con la frecuencia con la cambias el cepillo de dientes. Creo que te será familiar la fase: "cambia tu cepillo cada tres meses"... aunque a mí me gusta más:"cambia tu cepillo con cada estación". De esta forma evitarás olvidos y confusiones, y si además, te acostumbras a usar un color por cada una de ellas habrá 0 olvidos y 0 confusiones.
Pero, ¿eres consciente de que durante ese periodo de tiempo el cepillo necesita mantenimiento y cuidados?.
La más importante de las recomendaciones con respecto al mantenimiento del cepillo dental es que hay que cambiarlo después de una enfermedad. Se ha comprobado, por citar un ejemplo, que los microorganismos causantes del virus de la gripe, permanecen en el cepillo de dientes. Así que después de padecer algún problema de salud como un simple resfriado o alguna enfermedad vírica en la boca (por ejemplo herpes, aftas etc.) no esperes a cambiar el cepillo ni un día!
Hay que tener en cuenta, además, que la forma en la que se deja el cepillo de dientes hasta su próximo uso es muy importante. Es decir, entre las cerdas no ha de quedar ni un resto de pasta dentífrica. Hay que enjuagarlo bien y dejarlo en posición vertical para facilitar el secado del mismo. Y si se le pone tapa, es mejor esperar a que se seque para evitar el desarrollo de bacterias en un ambiente húmedo y cerrado.
Y por último, y no menos importante, hay que evitar el contacto entre cepillos y el uso compartido, ya que, cada persona tiene una flora bucal diferente aunque pertenezcan a la misma familia.
¿Te habían informado de esto en tu clínica dental?
¡Ya sabes, como siempre, no dudes en preguntarme!
¡Hasta el próximo post!