Basándonos en los estudios realizados por el científico Joe Dispenza:
El pensamiento produce un recuerdo que a su vez crea una emoción. Con el tiempo, el pensamiento se convierte en un recuerdo al que le sigue una emoción. Si este proceso se repite lo suficiente, el pensamiento acaba siendo el recuerdo, que a su vez es la emoción. Por tanto al final acabamos memorizando una emoción.
Joe Dispensa.
Las experiencias pasadas
Si en otra etapa de nuestra vida, vivimos una situación con alguien, supongamos que con nuestro padre en casa... cuando pasados los años y aunque él ya no esté con nosotros, el mero hecho de ir a su casa nos hace responder fisiológicamente a esa situación pasada, lo que nos indica que aunque no queramos, en determinados momentos seguimos viviendo en el pasado.
Todo esto ¿dónde nos lleva?
Pues a demostrarnos que nuestra forma de ser y de comportarnos viene determinada por nuestras experiencias pasadas. Si como ya he dicho el pensar en la escena con mi padre me produce una emoción (en este caso positiva) eso hará que cada vez que yo regrese a casa de mis padres me sienta feliz, motivada, optimista... Y si juntamos muchas experiencias positivas y que a mí me han hecho desencadenar emociones positivas de felicidad, mi carácter será en general: positivo, optimista, feliz, alegre.
Por el contrario, si mi pasado está lleno de experiencias negativas, los pensamientos serán negativos y las emociones que desencadenarán serán negativas, tristes, pesimistas, poco motivadoras he incluso en la mayoría de los casos afectarán a mi autoestima.
Conclusión: La mayor parte del tiempo, nuestro día a día, está anclado en el pasado y por eso somos y nos comportamos basándonos en él y si queremos cambiar nuestra personalidad, debemos cambiar las emociones memorizadas y pasar página de nuestro pasado.
Practicando la visualización
Si recuerdas el anterior artículo, te hablaba de visualizar para conseguir tus objetivos y ahora volvemos a ello.
Date cuenta de la estrategia que utiliza nuestro cerebro:
Te encuentras en una situación concreta (vuelvo al ejemplo de mi padre) llego a su casa y si estaba triste y de mal humor cuando llegué, al momento mi estado anímico cambia por completo, porque empiezo a visualizar/ recordar nuestra buena relación y cómo nos queríamos. Ahora ya estoy más feliz, alegre y mi humor ha cambiado por completo.
Supongamos que la situación es al contrario y el hecho de visualizar el pasado me hace tener emociones negativas que alteran mi personalidad de forma que mi autoestima es baja, normalmente soy una persona triste, pesimista y con poca motivación. Lo normal es que si me doy cuenta del problema, quiera hacer unos cambios en mi vida que me lleven a la positividad, a una autoestima saludable y en general a ser más feliz.
La estrategia a seguir para cambiar mi personalidad es vivir en el futuro, no en el pasado. De forma que visualice todo aquello que me hará feliz. Por ejemplo: Si habitualmente como mi autoestima es muy baja, me cuesta relacionarme con la gente y este sábado mis amigos me han preparado una cita a ciegas con una chica, lo que haré no será recordar cómo han ido las anteriores citas (que por cierto fueron un auténtico fracaso por mi timidez, falta de conversación y mi postura decaída en la mesa) sino que me visualizo siendo alegre y simpático en la presentación, me preparo varios temas para hablar que sé que le interesan o si no lo sé cojo una revista de chicas y las ojeo (animalitos, viajes, niños, libros, música, etc.).
Mi visualización de mi próxima cita debe ser perfecta: Cerraré los ojos y me veré tal y como quiero que vaya la cita, dándole dos besos en el saludo, sonriendo (si es preciso lo practico en el espejo o con un amigo) en la mesa, al salir a dar un paseo e incluso la despedida (muy importante para dejar un buen sabor de boca y que ella quiera repetir). Y aquí es cuando nuestro cerebro empieza a responder como si la situación ya estuviera sucediendo.
Puede que pienses que esto son tonterías pero si quieres una demostración empírica, recuerda la última vez que te levantaste de la cama pensando que el día iba a ser desastroso y así fue. O al revés, cuando quedaste con los amigos para ir de viaje o a una salida nocturna y pensaste que os lo pasaríais de fábula......y así fue!!
A partir de ahora cada vez que quieras cambiar o eliminar una parte de tu personalidad que no te gusta, sólo debes visualizar cómo quieres verte, tu nuevo comportamiento, cómo te sientes, etc. Da igual que no sepas cuándo será el cambio, ni cómo ni el por qué, solo visualiza y el cambio se materializará en tu vida y aunque parezca cosa de magia, olvídalo, lo habrás conseguido tú, trabajando tu cerebro y dándole otras pautas que te harán crecer y mejorar.
¡Así que adelante, si otras personas lo consiguen, por qué tu no!
Nota: En próximos artículos te explicaré cómo hacer para conseguir tus objetivos de forma más rápida. Las visualizaciones ayudan, pero también se necesitan seguir una serie de pautas y prácticas.
¡Agradezco tus comentarios! Y si tienes alguna pregunta o te gustaría que escribiera sobre un tema concreto, contáctame y te responderé lo antes posible.