Hoy en día es muy común conocer personas que padecen de intolerancia a la lactosa, componente que se encuentra en la leche de origen animal. Esta condición se presenta cuando el sistema digestivo de un ser humano es incapaz de digerir o procesar el azúcar de la leche, también conocida como lactosa.
La leche sin lactosa se ha convertido en una de las presentaciones más populares de este alimento, porque representa la mejor opción para que las personas que no la toleran puedan seguir disfrutando de un rico vaso de leche y sus beneficios. Lo mejor de todo es que no solo beneficia a las personas intolerantes a la lactosa sino a cualquiera que desee consumirla.
¿Qué es la lactosa?
La lactosa es un hidrato de carbono que se forma de galactosa y glucosa, o lo que es igual, la lactosa es un disacárido. Este disacárido debe ser digerido y procesado por el cuerpo mediante la lactasa, que es una enzima que se encarga de realizar este proceso en el intestino delgado.Hay personas que nacen con esta enfermedad y aprenden a vivir con ella, sin embargo, dependiendo de la alimentación de una persona, la lactasa se puede ir perdiendo progresivamente, lo que genera una mala absorción de la lactosa y que conlleva a la larga a sufrir de enfermedades como distensión abdominal, diarrea, flatulencia o estreñimiento. El incremento de los casos de intolerancia a la lactosa ha generado el crecimiento de la industria de la leche sin lactosa, a la cual se le añade lactasa para separar los dos componentes y que así pueda ser consumida por las personas intolerantes a la lactosa.
¿Cuáles son las propiedades de la leche sin lactosa?
La leche sin lactosa, como todas las leches, posee ciertos elementos que la hacen igual de beneficiosa:Minerales: es rica en calcio, fósforo, potasio, zinc y sodio; por lo que aunque pierda la lactosa, continúa teniendo todos los nutrientes de cualquier leche.
Vitaminas: es rica en vitamina C y vitamina A. En menor proporción también tiene varias de las vitaminas del grupo del complejo B.
Carbohidratos: al eliminarse su azúcar, pasa a ser un alimento sin grasa y sin hidratos de carbono.
9 beneficios que proporciona la leche sin lactosa
Si bien es cierto que la leche sin lactosa es modificada para que pueda ser consumida por las personas con intolerancia a la lactosa, también es cierto que puede ser consumida por cualquiera pues no pierde sus beneficios nutricionales:
La pueden tomar todas las personas, las que sean intolerantes y las que no.
Ayuda a reducir de peso, porque posee muy poca grasa.
Fortalece los huesos, porque contiene altos niveles de calcio y fósforo. Por lo que es muy recomendable para niños y ancianos.
Regula la presión arterial gracias a que posee diferentes minerales que benefician la presión arterial y la circulación.
Protege el corazón, pues la presencia de vitaminas del complejo B propician a que se produzcan nuevos glóbulos rojos que facilitan el flujo sanguíneo a través de las venas y arterias. Lo que beneficia el funcionamiento del corazón. Sumado a que el potasio que contiene regula la actividad eléctrica de este.
Cuida la piel porque contiene mucha vitamina A y C, vitaminas que hidratan, evitan la resequedad, favorecen la cicatrización y regeneran las células dañadas.
Mantienen sano el cerebro gracias a la cantidad de fósforo que contiene y que beneficia las funciones cerebrales.
Fortalece el sistema inmunológico ya que al ser rica en vitamina C favorece la formación de defensas naturales en el organismo, previniendo futuras enfermedades causadas por bacterias o virus.
Cuida y protege la visión, al ser rica en vitamina A, previene el deterioro ocular provocada por el paso del tiempo y evita la aparición de cataratas.
Mitos alrededor de la leche sin lactosa
Alrededor de la leche sin lactosa se han fabricado ciertos mitos que se deben aclarar para evitar que quien la consuma sea sugestionado sin razones de peso.
Puede ser consumida por cualquier persona y es beneficiosa para todos por igual.
El proceso de digestión es igual tras haber consumido leche sin lactosa que cuando se consume leche normal.
No ayuda a controlar el estreñimiento. Quienes sufren de este mal deben consumir mucha fibra vegetal y todo lo que necesita para poder ir al baño.
Todas las leches sin lactosas suelen ser iguales: Falso. Hay leches de menor o mayor calidad, no todas las fábricas realizan igual su proceso, aunque sí de manera parecida, lo que evitará los síntomas de la intolerancia a la lactosa.