Entonces pensé que mi dieta y mi vida se verían limitadas. Lo primero que hice al salir del hospital fue ir al supermercado más cercano. Vaya chasco, casi todos los productos que habitualmente comía, tenían lactosa como aditivo (galletas, pan, embutidos, etc.) y no había apenas lácteos sin lactosa (leche, queso, nata, yogures, postres lácteos sin lactosa). Hoy, cinco años después, puedo asegurar que eso no es así. La intolerancia a la lactosa no es para nada limitante y definitivamente no es un problema. Con este blog de recetas sin lactosa he demostrado que podemos comer de casi todo, igual que antes, y podemos seguir llevando una vida #happysinlactosa. Pero...
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La lactosa es un azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos: vaca, cabra, oveja y en la humana, y que también puede encontrarse en muchos alimentos preparados, ya que en la industria es muy usada como aditivo (conservante, saborizante, etc.). La lactosa está compuesta por dos componentes: glucosa y galactosa. Y para ser absorbidos por el organismo antes deben hacer sido separados. La enzima encargada de romper la lactosa en dos se llama lactasa.
Fuente: ADILAC La intolerancia a la lactosa significa que no hay suficiente enzima (lactasa) para romper toda la lactosa consumida en el intestino delgado. Así que la lactosa pasará sin ser desdoblada al intestino grueso causando sus síntomas: hinchazón adbominal, gases, flatulencias, diarrea, etc.
El principal problema es que la lactosa no sólo está en la leche o sus derivados. En la industria alimentaria usan lactosa como aditivo (conservante, mejorante, saborizante, aroma...) de muchísimos alimentos: panes, bollería, galletas, embutidos, bebidas alchólicas, carnes envasadas, cremas, snacks y aperitivos... La lactosa se usa porque es muy barata, pero los productores podrían no usarla y sustituirla por otro aditivo, y así llegarían a un mercado de millones de personas más que están dejando de consumir ahora sus productos. Os dejo un listado de aditivos y alimentos con lactosa.
La intolerancia a la lactosa no es lo mismo que la alergia a la proteína de la leche de vaca.
Esto es importante. No se tiene alergia a la lactosa (que es un azúcar), se tiene alergia a una proteína (como la caseina). La alergia es más peligrosa porque reacciona el sistema inmunológico ante la ingesta de lácteos y puede llegar incluso a ser mortal. La intolerancia sólo afecta al sistema digestivo, con molestias. Eso sí, muy molestas.
Dependiendo del grado de intolerancia que se tenga (es decir, del nivel de lactasa que cree tu organismo) tus síntomas serán más o menos intensos y molestos. Por eso hay personas que aunque la leche les sienta mal, pueden tolerar los quesos y los yogures (que están más fermentados y tienen menos lactosa). Otras personas con intolerancia alta, como yo, no toleramos ningún lácteo que tenga lactosa.
En España, 1 de cada 3 personas (el 34% de la población) es intolerante a la lactosa en mayor o menor grado. Pero lo más preocupante es que tan sólo el 10% está diagnosticado. Fuente TNS Mayo 2013 Descubriendo la Lactosa
En Sudamérica este porcentaje supera el 70% de la población y en Asia, casi el 90%. Y es que la intolerancia a la lactosa responde a factores geográficos, como la tradición ganadera y el consumo de leche desde hace millones de años.
Es muy habitual oir decir "a mi la leche no me sienta muy bien, me siento pesado después de tomar leche", pero no se han hecho una prueba en el hospital, como me hice yo, y simplemente dejan de tomar leche, pasándose a bebidas vegetales (soja, avena, arroz, espelta, etc.)
Pero los lácteos son muy importantes en nuestra dieta y afortunadamente, hoy en día existen soluciones a este problema. Así que ya no tenemos que renunciar a ellos :)
Ya podemos encontrar prácticamente en todos los supermercados leche sin lactosa. Con ella hago casi todos mis postres sin lactosa. Pero ¿todas las leches son lactosa son iguales? No. La mayoría son leche normal a la que se le añade la enzima lactasa para que podamos digerirla mejor.
Beneficios de la leche sin lactosa
Tengo que ser muy muy claro en esto y es que hay mucha desinformación sobre este tema. Tomar leche sin lactosa no es más sano (a no ser que seas intolerante a la lactosa), ni adelgaza más, ni eres más guay ni ningún rollo por el estilo. Pero a mucha gente que no sabe que es intolerante a la lactosa (pero lo es), les sienta mejor y les hace las digestiones menos pesadas.
Ahora bien, para los 16 millones de españoles restantes. Si formas parte de ese 34% de población española intolerante a la lactosa que sí tiene molestias (en mayor o menor grado) con los lácteos, la leche sin lactosa es lo tuyo ;)
Decía antes que dejar de tomar lácteos es un error, puesto que podremos tener problemas de falta de calcio, vitamina D, riboflavina y proteínas (esenciales para el buen funcionamiento del organismo y desarrollo de nuestros tejidos). Existen fuentes alternativas de calcio y vitaminas como sardinas, col, espinacas, salmón, tofu... Pero la leche está considerada uno de los alimentos más completos. Por eso no debemos renunciar a ella si somos intolerantes a la lactosa (eso sí, siempre que sean sin lactosa y tomada con moderación puesto las grasas saturadas pueden ser perjudiciales para el sistema cardiovascular):
La leche tiene un enorme valor nutricional: contiene proteínas de alto valor biológico, vitaminas, agua, grasa, hidratos de carbono y minerales como el potasio.
Previene la osteoporosis en edad adulta: la leche es una gran fuente de calcio, por eso es importante tomar leche sobretodo en la infancia y adolescencia, etapas de formación de los huesos.
En el embarazo y la lactancia tomar varias raciones de leche al día es importante por su contenido en proteínas, fósforo, magnesio, hierro, vitamia B12, riboflavina y calcio.
En resumen, la leche sin lactosa reúne todos los beneficios de la leche, pero sin las molestias que nos provocan a los intolerantes a la lactosa. Pero no todas las leches sin lactosa son iguales. La leche sin lactosa Pascual es la leche de siempre con todo su sabor y nutrientes, a la que se le incorpora la enzima lactasa. Además, es la única del mercado que incorpora vitamina B6, fundamental para disminuir el cansancio, aportando así vitalidad día a día.
Así que si te ha gustado este artículo, compártelo con tus amigos y familiares. Porque el mayor problema de la intolerancia a la lactosa es la desinformación. Hagamos que todos, desde restaurantes, hasta políticos y productores de alimentos, sepan que millones de personas en el mundo tenemos esta realidad. Y que aún así, entre todos podemos conseguir lleva una vida #happysinlactosa.
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