El niño que sufrió bullying se hizo mayor
Imagínate un niño cualquiera (pongamos que se llama Marcos) que empieza sus clases de secundaria. Tiene 11 años y hasta entonces todo iba bien. Era un niño normal. Un poco tímido pero lo justo y necesario. Hoy es su segundo mes en el colegio y le dice a su madre que le duele el estómago. “¿Otra vez?” dice su madre con sorna y le comenta que se vista. No ve nada raro porque, al fin y al cabo, ¿a qué niño le gusta ir al colegio? Marcos llega al colegio. Está bastante alterado pero nada fuera de lo común. Por eso su madre ni se entera de que, por dentro, Marcos está aterrorizado. Es como si a un adulto le llevará a un campo de concentración; un espacio cerrado en el que tiene que compartir varias horas al día con sus verdugos.
Este es el inicio de una historia que se repite todos los días, en miles de colegios de secundaria de todo el mundo. ¿Y sabes qué? Por primera vez en la historia se toma en serio, ya tratamos bastantes casos de acoso escolar en los Centros de Psicología. Cuando muchos de nosotros éramos niños, el bullying no existía y si eras el marginado o el apaleado de la clase no pasaba nada. Pues bien, ese niño creció y ahora padece trastorno límite de personalidad o tiene trabajos precarios que no duran o es incapaz de mantener una relación de pareja o confiar en un amigo. Completamente inofensivo, ¿verdad? Según un estudio realizado en Carolina del Norte a lo largo de 10 años, se llegó a la conclusión de que los niños que habían sufrido bullying (entre más de 2.200 monitorizados), padecían una serie de secuelas que dificultaban su etapa adulta o que, incluso, les había llevado a padecer trastornos psiquiátricos.
Las secuelas del niño que sufrió bullying en la edad adulta
Además de la mayor probabilidad de trastornos psiquiátricos, hay numerosas secuelas que sufren durante toda su vida los niños que padecieron bullying.
Depresión: La personalidad depresiva es una de las consecuencias que antes se manifiestan. Los menores que padecieron bullying desarrollarán una tendencia a la depresión muy superior a la que viven el resto de niños. Los niveles bajos de autoestima que le llevan, en muchos casos, a padecer bullying de niño se refuerzan en la edad adulta. El caso más extremo de este maltrato psicológico lleva al futuro adulto al suicidio.
Ansiedad generalizada: Es la secuela más común en los adultos que fueron niños acosados. De hecho, se trata de la secuela más difícil de eliminar y, en muchos casos, lleva directamente al siguiente punto: el abuso de sustancias. Es habitual que el abuso de alcohol o de cocaína tenga como causa subyacente el acoso escolar durante la infancia.
Mayor propensión a padecer enfermedades: Pues sí. El cáncer y la diabetes están vinculadas al bullying (aunque también se ha desvelado que esto tiene su origen en que los hábitos son poco saludables con gran cantidad de adultos víctimas del bullying con sobrepeso).
Si has sufrido acoso escolar de pequeño y, por desgracia, ves que tienes algunos de estos síntomas … quizás tenga relación con lo que te sucedió; en cualquier caso coméntaselo a un profesional, podrá ayudarte a superarlo.
Autora: Alex Bayorti (colaboradora de nuestro Blog)