Un intimidador (o acosador) es alguien que se aprovecha de otro individuo que percibe como más vulnerable. Su objetivo es obtener el control sobre la víctima o sobre su grupo social. El bullying ocurre en todas las edades y en todos los grupos sociales. Aunque suene difícil de creer, los adultos también pueden experimentar este tipo de intimidación; de hecho es bastante común el bullying en el lugar de trabajo.
Por lo general el bullying o intimidación incluye ataques directos como golpear, amenazar o intimidar, burlarse y burlarse maliciosamente, insultar, hacer comentarios sexuales y robar o dañar pertenencias. En otros casos el bulliyng involucra ataques indirectos más sutiles como difundir rumores o alentar a otros a rechazar o excluir a alguien.
¿Quién suele resultar perjudicado por el bullying?
El comportamiento intimidatorio daña tanto a la víctima como al abusador (Vea: ¿Qué pasa si su hijo es un intimidador?). De hecho, si un niño experimenta intimidación crónica, él o ella aprende a esperar esto de los demás adquiriendo un patrón de conductas:
Desarrollo del cumplimiento de las demandas injustas de aquellos que percibe como más fuertes.
Ponerse ansioso o deprimido (vea: El impacto de la intimidación)
Identificarse con el maltratador y convertirse él mismo en uno como él.
De hecho el acosador también es dañado a la larga ya que se le permite continuar con el comportamiento, éste se vuelve habitual. Es más probable que se rodee de amigos que aprueben y promuvan este comportamiento agresivo y que no desarrolle un sentido maduro de la justicia. Como consecuencia si intimida a otros para encubrir sus propias inseguridades, su propia ansiedad podría aumentar.
¿Qué Patrones de Comportamiento Constituyen en Bullying?
Cuando un niño o adolescente es malo con otro, es importante buscar patrones y lo que los motiva a hacerlo. Los intimidadores son por lo general diferentes de los niños que pelean indiscriminadamente. De hecho los niños que son sólo conflictivos pueden serlo simplemente como resultado de la impulsividad o de una mala interpretación de las señales sociales. Además los niños conflictivos suelen ser impopulares con sus compañero y no eligen una víctima en particular. Ellos recurren a las peleas para resolver una discusión y pelearán con cualquiera, estén mirando adultos o no.
Por otro lado, un acosador tiene un patrón de comportamiento distinto:
Se rodea de un grupo de compañeros y es popular entre ellos.
Elige de manera consciente a las víctimas más débiles y vulnerables intimidándolas repetidamente.
Agrede normalmente cuando los adultos o autoridades no están presentes.
Al final el objetivo del intimidador al molestar no es para resolver una disputa, sino ganar control sobre los demás sintiendo placer al ver la reacción de la víctima.
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