El término VULVODINIA se define como la sensación de dolor crónico que afecta a la región vulvar que sufren muchas mujeres. El malestar que siente la mujer puede ser ardor o dolor e incluso puede quejarse de sensación de hinchazón y enrojecimiento. El dolor que siente puede ser constante o intermitente, localizado o difuso; puede ser un ligero fastidio o muy intenso, hasta llegar a ser debilitante. No tiene causas objetivas identificables, provocadas por estímulos muy suaves y inocuos que no justifican la molestia percibida por la mujer.
Hasta hace poco años, los médicos pensaban que no era una enfermedad real, sino una alteración de naturaleza psicomática relacionada con la ansiedad y el estrés! Por esta razón, los propios pacientes eran reacios a hablar sobre sus síntomas, a menudo considerados incomprensibles y muy rara vez salían de la consulta con un diagnostico bajo el brazo. Aun hoy no se reconoce en muchas mujeres.
En la vulvodinia, los síntomas (dolor, ardor crónico, escozor etc.) duran más de tres meses, pueden aparecer espontáneamente, sin causa aparente o por un suave roce, insertando un tampón vaginal, al correr, montar en bicicleta o simplemente caminar. A veces la mujer ni siquiera puede sentarse y encuentra alivio solamente estirada en la cama, al calorcito, despatarrada y sin ropa interior.
El malestar puede variar durante el día y tienden a empeorar por la noche, en la proximidad de la menstruación, con el frío y la humedad y en los periodos de mayor estrés psicológico.
La relación sexual puede ser muy dolorosa para la mujer que sufre de VULVODINIA! Es frecuente después de la relación la aparición de disuria (dificultad para orinar) y ardor al orinar, sin evidencia clínica y microbiológica de una cistitis.
Síntomas principales de la Vulvodinia
La especial intensidad de los síntomas y deterioro de la calidad de vida, puede llevar a la mujer a una depresión severa. Aquí podríamos agrupar varios síntomas que todas las mujeres afectas por la VULVODINIA tienen en común.
Ardor muy intenso sobre la vulva, que puede alcanzar el ano o el clítoris y la uretra.
Irritación, como si hubiera una abrasión, hasta llegar a la presencia de micro cortes o cortes propios y verdaderos.
Sensación de agujas, que se clavan en la mucosa.
Descargas eléctricas.
Sensación de haber recibido un golpe.
Sensación de extrema sequedad, picor, hinchazón o dolor generalizado.
Dolor anal o rectal.
Dolor que aumenta sentándose.
La vulva es la parte externa del órgano genital femenino. Está compuesto por varias partes que incluyen: el monte de Venus, los labios, el clítoris, el vestíbulo y el introito.
En la VULVODINIA , la localización, la constancia y la severidad de los síntomas, son extremadamente variables
La vulvodinia puede ser generalizada (Vulvodinia Disestética)
En estos casos los síntomas están presentes en toda la vulva. (Puede estar situada en cualquier área inervada por el nervio pudendo). El dolor puede ser constante o intermitente, espontaneo o provocado por un ligero estimulo como un suave toque o una presión. A veces afecta a la piel perineal y viene acompañada de trastornos rectales, de la uretra y espasmos de los músculos del suelo pélvico. A menudo no hay signos de eritema, (enrojecimiento).
La Vulvodinia puede ser localizada (Síndrome de Vestibulitis Vulgar)
Es la forma más frecuente y toma el nombre de la zona en la que está presente el dolor, (vestibulodinia, clitoridinia etc.). El dolor, espontáneo o provocado o inducido, se localiza en la mayoría de los casos en el vestíbulo, la zona que rodea la abertura de la vagina, lo que puede ser el sitio de eritemas de diversos grados debido a la inflamación. Este malestar es a menudo representado por una sensación de ardor y aparece después de un roce o presión, tal como durante el acto sexual.
La VULVODINIA puede tener comorbilidades y estar asociada con síntomas de vejiga dolorosa (desde la cistitis recurrente posterior al coito a la cistitis intersticial), al síndrome del colon irritable, a la presencia de fibromialgia (con dolor a la palpación de los 18 puntos típicos de la fibromialgia).
Las causas de la Vulvodinia
La VULVODINIA tiene una complexidad multifactorial y los médicos todavía no tienen la certeza de cuáles son las causas exactas.
Se plantea la hipótesis de que el mecanismo patogénico es provocado por una condición inflamatoria repetida (vaginitis recurrente y la cistitis, la irritación por productos químicos, las irritaciones mecánicas, como rozaduras, micro traumas repetitivos de las actividades deportivas demasiadas intensas, como él, spinning, step, tratamientos invasivos, el sexo, las contracturas crónicas, la tensión del suelo pélvico, estreñimiento crónico, hemorroides y fisuras anales, cirugía ginecológica), que a un cierto punto se desvincula de la causa que la ha generada y sigue actuando crónicamente.
La inflamación crónica, causada por las condiciones descritas, produciría el aumento excesivo y sin control de los mastocitos (células mediadoras del proceso inflamatorio) y de sustancias pro-inflamatorias. La hiperactivación de los mastocitos aumenta aun más la inflamación y la desvincula de los mecanismos que la han causado.
La hiperactivación de los mastocitos también causaría la proliferación excesiva y desordenada de las terminaciones liberas del nervio pudendo (el nervio que inerva el perineo y el suelo pélvico). Este crecimiento irregular de las fibras nerviosas, asociado a su superficializacion, seria la causa de la hiperalgesia y del auto mantenimiento de este dolor en la VULVODINIA (dolor neuropático).
La VULVODINIA se caracteriza también por la contracción del musculo elevador del ano (un espasmo del plano muscular del suelo pélvico alrededor de la vagina, la vulva y el recto), que puede ser primario y luego causar la VULVODINIA, pre-existente o secundario, entonces causada por el dolor vulvar (que a su vez, en un círculo vicioso, provoca VULVODINIA). En los pacientes con VULVODINIA , existen ciertos factores predisponentes, como el aumento de la susceptibilidad, sobre base genética, de las inflamaciones crónicas del vestíbulo, el dolor crónico generalizados, la hiperactividad del sistema muscular local, las infecciones vulvo-vaginales, en particular las enfermedades por hongos, pueden estar presentes factores psicógenos que predisponen , como pueden ser traumas psicológicos, abusos físicos o sexual, trauma emocional.
Diagnóstico de la Vulvodinia
Si sospechamos de una VULVODINIA es muy importante que antes se excluyan o ser traten problemas ginecológicos de distinta naturaleza que pueden causar dolor vulvar . Vamos a hablar de infecciones, enfermedades benignas de la piel como dermatitis, liquen escleroso, los resultados de traumas y lesiones precancerosas , rara vez o cáncer. Todas las alteraciones que se diagnostican con un examen ginecológico, una vulvoscopia o controles apropiados, como una biopsia vulvar etc.
El diagnostico diferencial debe hacerse con respecto a las enfermedades infecciosas, a las cistitis y vaginitis, a las dermatosis, las patologías neoplasticas y otras patologías neurológicas.El diagnostico de una VULVODINIA, se realiza tocando suavemente los puntos específicos de la zona vestibular con la punta de un cotton fiock (prueba de FRIENDRICH). Estos contactos provocan una sensación de ardor o dolor exagerada.
Es también muy importante evidenciar: la presencia de dolor evocado por una ligera presión, la presencia de una contracción álgica del suelo pélvico(tender points y trigger points).
¿Por qué importante hacer el diagnóstico lo antes posibles?
Este trastorno afecta hasta el 18% de las mujeres y es muy importante la tempestividad en el diagnostico, porque esta patología, si no se diagnostica a tiempo y si no se somete a tratamiento se hace crónico.
¿No me curaré nunca?
Si, curarse es posible. Se necesita mucha fuerza, perseverancia, determinación y …..Un buen médico!
No existe un protocolo estándar para el tratamiento de la VULVODINIA, a lo largo del tiempo se han propuesto varios tratamientos con resultados variables sea desde el punto de vista de la eficacia sea de los resultados conseguidos. Algunas mujeres han obtenidos beneficios con un determinado tratamiento, otras en cambio no respondieron a la misma terapia o han manifestado efectos colaterales. Para ello se aconseja una terapia personalizada y regulada según un feedback continuo entre médico y paciente.
La terapia mira de reducir la hiperactividad de los mastocitos, en modular la excesiva respuesta al dolor, RELAJAR LOS MUSCULOS DEL SUELO PELVICO (muy importante), curar las disfunciones psicológicas del síndrome doloroso, llevar una dieta baja en oxalatos, (Los alimentos ricos en oxalatos pueden producir orina irritante y parece haber una correlación entre la VULVODINIA y los niveles altos de oxalato en la orina).
También puede tomar un suplemento de citrato de calcio. El citrato de calcio puede inhibir el crecimiento de cristales de oxalato, aliviando el dolor y la comezón. Considera tomar de 200 a 250 mg de citrato de calcio 3 veces al día.
Considera la acupuntura, algunas pacientes con VULVODINIA han reportado que la acupuntura alivia los síntomas.
Utiliza caléndula en crema en la zona afectada varias veces al día, la caléndula tiene un efecto antiinflamatorio y puede ayudar a tratar la piel inflamada y aliviar la vulva.
Mantener una actividad intestinal regular; para el estreñimiento aumentar el consumo de frutas y verduras ricas en fibras saludables.
También puedes tomar alimentos ricos en prebióticos o tomar directamente suplementos de simbióticos.
Tomar dos tazas de tés diariamente hechos de anís y de clavos de olor pueden ayudarte a reducir tus síntomas
Consejos de higiene y comportamiento en caso de Vulvodinia
Use ropa interior blanca
No utilice ropa interior y pantalones ajustados. Si hace deporte utilizar ropa cómoda.
Utilice jabones suaves y sin perfumes.
Siempre use absorbentes de algodón al 100%, evitar el salvo slip.
El jabón íntimo se puede utilizar solo 1-2 veces diario, en caso de lavados más frecuentes, utilizar solo agua.
Aplicar compresas frías o hacer un bidé con agua fría después de la relación sexual o si al orinar se incrementaran tus síntomas.
Evitar el contacto prolongado con el área de la vulva con champú o gel de ducha.
No aguantar durante mucho tiempo la orina.
Utiliza solo lubricantes solubles en agua en lugar de uno soluble en agua o con azucares o glicerina, porque pueden irritar tu piel.
Evitar los ejercicios físicos que implican el roce y la fricción continua o excesiva en la región vulvar,(por ejemplo. En bici, bicicleta estática, spinning y la equitación).
takeshi