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Hay que tomar en consideración ciertos aspectos sobre la hipertensión en verano, a la hora de viajar, los pacientes hipertensos deben llevar consigo el “tensiómetro” a su lugar de veraneo para conocer los niveles al menos una vez a la semana. Es un criterio de seguridad válido y fiable a tener en cuenta a la hora de controlar la presión arterial, ya que permite realizar lecturas en diferentes momentos del día y a lo largo del tiempo y permite una mayor reproducibilidad. Además, su empleo mejora el cumplimiento terapéutico al implicar al paciente de forma más directa y activa en la evaluación y control de su enfermedad.
El periodo estival también invita a trasladar algunas comidas fuera de casa y por tanto, abusar de alimentos con elevados contenidos de sal y grasas. Los expertos insisten en que el verano no debe ser excusa para abandonar la dieta equilibrada y realizar ejercicio diario y así no tener problemas con la hipertensión en verano
Como solución, los expertos subrayan la importancia de incluir en el menú diario frutas, verduras y hortalizas, así como cereales, lácteos desnatados, carnes blancas y magras, el pescado azul o blanco y aceita de oliva, preferentemente. Para huir de las comidas sosas, existen numerosas alternativas que se pueden agregar antes, durante y después de la cocción, como por ejemplo el vinagre de manzana o el zumo de limón, así como la cebolla, el ajo o el puerro y las hierbas aromáticas.
Amigos con problemas de hipertensión, ¿descuidáis vuestra salud en las vacaciones de verano?
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