Las culturas milenarias:
A pesar de lo que muchos creemos, el concepto de estética no es tan reciente. En las civilizaciones egipcia y romana las mujeres de la alta sociedad gozaban de prestigio y respeto, en parte, gracias a la elegancia que tenían y el culto al cuerpo (aun cuando no se enseñará demasiado): cremas preparadas a base de suplementos naturales y vegetales, utilización de masajistas para mantener la piel lo menos tensa posible y un ocultamiento constante de la vejez.
Podríamos hablar incluso de que la aparatología estética tiene sus bases en ellas y hoy en día contamos con todo lo necesario para realizar prácticamente cualquier procedimiento, sin casi ningún efecto secundario y también debido a la necesidad de las personas en conseguir la figura que desean.
Por ejemplo hace solo unos años no imaginamos que fuera posible encontrar tratamientos laser para disminuir la acción de las venas varices en las piernas o corregir algunas imperfecciones faciales, pero hoy es completamente habitual y muchas personas han accedido a ello.
Pero no solo se trata de los fines de belleza de los equipos de estética (entra y descubre las innivaciones en tratamientos de estética), sino también de la contribución de esta a la reparación de condiciones delicadas. Ya lo vemos en el cáncer de seno con las reconstrucciones mamarias que le brindan a la persona una visión diferente de la enfermedad y le ayudan a tener una calidad de vida mejor. Igualmente sucede con víctimas de accidentes de tránsito en las que se ven seriamente afectadas las estructuras faciales, así como los cortes profundos (cicatrices) que dificultan el llevar un estilo de vida adecuado…
Son múltiples los campos por los cuales la medicina estética (o de la belleza) ha logrado tocar nuestras vidas, y más con la ayuda de los aparatos que logran disminuir el dolor y al mismo tiempo obsequiar un tiempo de recuperación menor.
Esta evolución hoy nos tiene frente a excelentes tratamientos y procedimientos que les serán útiles a muchos pacientes en muchos aspectos, y que no solo contribuirán a aumentar su autoestima, sino también a conseguir un mejor estado de salud, en el que haya cabida para grandes mejoras futuras.
Igualmente es algo bueno para los especialistas, quienes ya deben incluir entre sus estudios, los medios que utilizarán durante los procedimientos, asunto que se hace más sencillo también para ellos, y son un motivo para que comiencen a planear el montaje de sus propios centros de estética, yendo a la par con la tecnología.
Lo hemos visto, la aparatología es sin duda un motivo para celebrar, gracias a que cada vez es más fácil llegar a ella.