Qué es la meditación
Su origen se encuentra en la India hace más de 3000 años. Es una práctica en la cual una persona entrena su mente induciendo un modo de conciencia. Se hace con el objetivo de mejorar algún aspecto de la vida o para analizar algún sentimiento o pensamiento de manera externa.
Así pues, dentro de este término se recogen una gran cantidad de prácticas cuya finalidad puede ser la de relajarse, construir energía interna o desarrollar habilidades de concentración. En resumidas cuentas, la meditación trata de conectar lo corporal, lo emocional, lo intelectual y lo espiritual.
De esta manera cuando practiques conseguirás un mayor autoconocimiento.
La técnica de meditación más común es el mindfulness. Es una técnica sencilla de meditación y que ofrecerá a los escolares de una serie de aptitudes que les serán muy útiles en su desarrollo educativo.
El mindfulness es, en su origen, una técnica de meditación que proviene del budismo. Por tanto, es de origen oriental y religioso. No obstante, dados sus rápidos resultados y la facilidad de su ejecución se ha extendido como la pólvora en el mundo occidental. Así pues, hoy en día, esta técnica está totalmente desvinculada de cualquier sesgo religioso o cultural.
Por tanto, si quieres iniciar a tus hijos en la meditación, lo ideal es que te informes acerca de técnicas para practicar el mindfulness en casa.
Beneficios de la meditación en la educación
Uno de los temas más candentes en materia de educación reglada es la inclusión de momentos para la meditación de los alumnos. Ciertamente, esto puede tener una incidencia muy positiva tanto en el ambiente escolar como en el propio desarrollo educativo de los niños. Sin embargo, no son demasiados los centros en los que se contempla un tiempo estipulado para esto en las aulas.
Otra vertiente importante es la educación que se le da al niño en el hogar. En muchas ocasiones, los pequeños se crían entre órdenes y normas que no pueden saltarse si no quieren ser castigados de algún modo. Esto, aunque es un sistema aceptado por todos a la hora de educar a los pequeños, puede ser contraproducente para tu hijo si tiene un carácter especial.
Cada vez son más comunes los arranques de ira y rebeldía entre los más pequeños. Entre otros motivos, es uno de los desencadenantes del bullying. Por ello, fomentar las habilidades de concentración y autoconocimiento es muy importante para evitar estas conductas violentas y destructivas.
Por este motivo, vamos a hacer dos apartados donde abordaremos esta casuística en el ámbito escolar y de crianza en el hogar.
Meditación en espacios escolares
Los niños pasan, como mínimo, seis horas en el colegio. Este tiempo supone una gran parte de su día a día. Las normas de comportamiento establecidas los obligan, en cierto modo, a comportarse de manera atípica para un niño.
Los pequeños son nerviosos, inquietos y tienen mucha curiosidad por todo. Por ello, estas normas y reglas pueden llegar a ser un tanto frustrantes para ellos. La finalidad de las mismas es promover la capacidad de relajación y de reflexión antes de actuar.
Esto puede llegar a suponer un conflicto interno si los mecanismos de autocontrol que desarrolla el pequeño no son adecuados. Conflicto que puede derivar en problemas de ira e incluso violencia.
Si en las aulas se incluye un tiempo para que el niño se centre en desarrollar sus habilidades de concentración y conexión con sus emociones, podrá darse cuenta de qué es lo que le afecta emocionalmente y cómo puede afrontarlo. Y todo ello por sí solo.
Crear un ambiente en la clase donde todos los alumnos se concentren en sí mismos es muy positivo y ayudará a que se comprendan mejor.
Además, resultará muy fácil y agradable para los profesores. Les dará vitalidad, energía dinamismo a los pequeños y mejorará el ambiente escolar.
Todo esto, claro está, incidirá positivamente en su desarrollo cognitivo y resultados académicos generándoles un mayor sentimiento de felicidad.
Meditación en el hogar
Lo primero que debes tener claro es que la meditación es buena tanto para tu hijo como para ti. Si creas un hábito de meditación y se lo inculcas a tu pequeño, ambos os beneficiaréis de sus efectos.
Puedes presentárselo como un juego si en su colegio no lo hacen. Explicarle de forma sencilla cómo debe sentarse, cerrar los ojos y concentrarse en sí mismo. Ve dándole pautas para evitar que se desconcentre o derive en sus pensamientos.
Nuestro consejo es que primero te sumes tú a la meditación y luego se la transmitas a tu pequeño.
Debemos incidir en que será difícil al principio ya que los pequeños tienen una capacidad de concentración menor. Sobre todo si aún no están demasiado acostumbrados a estudiar.
Esto ayudará a tu hijo. Mejorará su capacidad de raciocinio y evitará una gran cantidad de peleas y discusiones en el futuro. El principal motivo de que los niños sufran rabietas es la imposibilidad de expresar lo que sienten cuando se ponen demasiado nerviosos. Esto les lleva al mal comportamiento e, inevitablemente, se desencadena un conflicto que deriva en un castigo.
Por tanto, si quieres promover las capacidades cognitivas en tu pequeño y quieres que desarrolle su habilidad de autocontrol y concentración, incluir la meditación en su educación es una de las mejores formas de hacerlo.
En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud.
Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, en consecuencia, ser más feliz.