¿Conoces la dieta disociada?
Pues te sorprenderás cuando leas lo que puedes conseguir con ella: ¿Quieres una dieta en la que puedas comer lo que quieras? ¿Un método en el que no tengas que comer calorías ni llevar puntos? ¿Crees que eso no existe? Pues te equivocas, porque es el momento de hablar de la dieta disociada, un método con el que podrás bajar esos kilos de más, que te vienen molestando cada vez que te miras al espejo.
¡Atención! Acá no venimos a hablar de milagros. Porque no es una fórmula mágica ni tampoco vas a perder peso de una manera rápida, como con otros métodos, porque no se restringe el consumo de alimentos, así que ese es uno de sus aspectos positivos, siempre que no tengas mucho apuro en reducir algunas tallas.
Con esta dieta, perdemos peso de una forma lenta, pero ojo, muy constante, así que los resultados los tenemos garantizados, según los defensores de este régimen alimenticio que es uno de los más populares en la actualidad.
En qué consiste la Dieta Disociada
La idea es dividir los alimentos en diferentes grupos y no mezclarlos, es decir, porque el aparato digestivo no asimila por separado las grasas, azúcares y proteínas, así que nosotros haremos ese trabajo. Al no consumir estas comidas de formas conjuntas, podremos bajar de peso.
La dieta viene a acabar con las malas combinaciones, que en muchos casos influyen en una mala digestión o en el aumento de peso, según algunas voces. Es decir, nuestra obesidad o los kilos de más son por las decisiones que tomamos a la hora de comer, pero no solo por lo que decidimos ingerir sino con qué lo acompañamos.
Por solo dar un ejemplo: en cualquier plato no vamos a mezclar, pasta y pan con alimentos ricos en proteínas como pescado, huevos o carne, cada cosa por separado.
La clave es que debemos prestar mucha atención a lo que comemos y a las diferentes categorías, para no mezclar, lo importante es que podremos adelgazar, sin dejar de comer lo que nos gusta.
Ojo. Siempre con moderación.
Ante esto, hablaremos de cuáles son los alimentos que debemos consumir, a qué categoría pertenecen y cómo los debemos comer para evitar cualquier error o confusión.
Hasta ahora pareciera que podemos comer de todo, pero ajá.
¿No hay nada prohibido? La respuesta es sí.
Porque no podemos consumir ni refrescos ni alcohol, a olvidarnos de eso por completo. Así que es hora de que empieces a sustituir los refrescos por bebidas mucho más sanas y pensar en abandonar el alcohol dejándolo solo y exclusivamente para ocasiones especiales.
Eso es lo negativo.
Pero del resto de alimentos podemos comer tanto como se quiera, en lo que se refiere a las cantidades, pero al no contar especificado cuantos gramos de verduras, frutas, grasas, proteínas y carbohidratos que debemos consumir, podríamos tener problemas, por lo que es importante combinar los carbohidratos con proteínas, verduras y fruta.
La dieta disociada contada por un nutricionista
Grupos de alimentos de la dieta disociada
Ahora es momento de conocer los diferentes grupos de alimentos y la forma de combinarlos, para sacarle el jugo a todos los beneficios de la dieta disociada.
Existen cinco grandes grupos y dentro de cada uno, tenemos las comidas que podemos ingerir.
Carbohidratos: Maíz, harina, pasta, arroz, garbanzos, legumbres, frijoles, lentejas, haba y soja.
Grasas: Aceite de oliva y/o de girasol, avellanas, nueves, chocolate, pasas y dátiles.
Frutas: Acá contamos con las naranjas, mandarinas, limones, kiwi, piña, moras, uva, sandia, plátanos, fresas y manzanas.
Proteínas: Carnes, pescados, mariscos, productos lácteos, queso y huevos.
Verduras: Calabacín, pimientos, lechugas, espinacas, coliflor, espárragos, zanahoria, pepino, cebolla, acelgas, puerro y apio.
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¿Cómo combinar los alimentos?
Las proteínas no la debemos mezclarla con las grasas, como frutos secos, mantequilla o aceites, por lo que debemos olvidarnos de las frituras, solo consumir al horno o a la plancha.
No podemos mezclar los diferentes tipos de carbohidratos, como la pasta con las verduras.
No tenemos permitido mezclar diferentes tipos de frutas, como dulces con las ácidas, además tampoco se puede combinar la fruta con otros alimentos.
Las proteínas, como huevos, pescados, carnes o lácteos, no las podemos combinar con los hidratos de carbono, como pasta o cereales.
Los frutos secos no lo podemos combinar con otros grupos de alimentos, como las proteínas.
El azúcar se debe sustituir por edulcorante.
¿Cuándo consumir cada alimento?
Otro aspecto clave es saber en qué momento vamos a comer, sabiendo que debemos controlar los grupos de alimentos.
Pues primero no debemos dejar de lado, que se tienen que hacer cinco comidas al día:
Desayuno
Refrigerio
Almuerzo
Merienda
Cena
Porque la idea no es pasar hambre
Mientras que los carbohidratos se consumen solo en el desayuno y almuerzo, y los alimentos ricos en proteínas, se ingieren en la cena. Por su parte, solo tenemos permitida en almuerzo y merienda la fruta, además que los frutos secos consumen por separado, también en almuerzo y merienda, pero no al mismo momento que la fruta.
Es importante que para alcanzar el objetivo de bajar de peso al igual que para mantenerlo llevemos un control de las cantidades que comemos, con lo que será mucho más efectivo el método. Igualmente debemos combinarlo con ejercicio de forma regular y un alto consumo de agua.
Reglas de la Dieta Disociada
Para cumplir con la dieta disociada, debemos seguir una serie de reglas, que si las ponemos en práctica, podremos conseguir el objetivo, siempre recordando que la constancia es clave.
No consumir carbohidratos ni proteínas de carnes luego de las 19 horas.
Es importante respetar la digestión dejando un mínimo de tres horas entre las comidas.
Si consumimos helado, que sea de un solo sabor, sin mezclar.
A primera hora podemos beber una limonada endulzada con miel
Las bebidas alcohólicas se encuentran prohibidas
Las especies pueden ser compatibles, siempre que sea con moderación.
Debemos evitar bebidas gaseosas y los jugos durante las comidas, es mejor consumir agua o una copa de vino.
No consumir lácteos después de las comidas, menos los yogures
Ventajas de la Dieta Disociada
No es sacrificada: No vamos a pasar hambre con la dieta, por lo que es fácil de realizar. Podemos comer la cantidad que se quiera, siempre que se respeten las combinaciones y los grupos. No tenemos que hacer grandes cambios en los hábitos.
Sin control de las calorías: No tenemos que estar contando calorías todo el día y menos llevando el control, como con otras dietas, ya nos podemos olvidar de eso.
Reduce retención de líquidos: Con esta dieta, se reduce la retención de líquidos, algo que favorece la digestión.
Podemos comer de todo: Algo que diferencia a esta dieta, es que no tenemos que cambiar mucho nuestra alimentación habitual, además las comidas se pueden encontrar fácilmente. Solo existen restricciones con azúcar y alcohol.
Desventajas de la dieta disociada
No tiene fundamento científico: Muchos expertos afirman, que la dieta en sí, no te genera la reducción de kilos, sino que al consumir menos calorías, bajas de una u otra manera, pero no por el método que no cuenta con fundamento científico, así que debemos tener cuidado y estar asesorados. Incluso, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición señala que los resultados se deben al menor consumo de energía.
Dieta desequilibrada: No informa las cantidades diarias por cada grupo de alimentos, por lo que no es recomendado realizarla durante mucho tiempo, solo por pocas semanas.
Efecto rebote: Luego de concluir la dieta, seguramente regresaremos a los hábitos anteriores, algo que nos llevará al efecto rebote, con lo que aumentaremos de peso.
Sin variedad: Al limitar las combinaciones de alimentos con los grupos, se llega a volver aburrida la dieta, por lo que no vamos a querer seguir.
Al conocer mucho más sobre la dieta, te dejamos un menú para que la puedas llevar a cabo.
Menú modelo de la dieta disociada
LUNES
Desayuno: Dos rebanadas de pan con tomate, café, té o infusión sin azúcar.
Refrigerio: Yogur desnatado natural, una fruta dulce.
Almuerzo: Ensalada de lechuga y zanahoria con aceite de oliva, vinagre y orégano, y un plato de pasta con salsa de verduras.
Merienda: Una fruta ácida.
Cena: Carne de res a la plancha con verduras asadas, una infusión sin azúcar.
MARTES
Desayuno: Huevos revueltos con jamón y setas, café, té o infusión sin azúcar.
Refrigerio: Yogur desnatado natural, una fruta dulce.
Almuerzo: Espaguetis con brócoli y calabacín.
Merienda: Un puñado de nueces.
Cena: Pechuga de pollo a la plancha con ajos tiernos y pimientos asados, una infusión sin azúcar.
MIÉRCOLES
Desayuno: Muesli con avena y manzana endulzado con una cucharada de miel, yogur desnatado, café, té o infusión sin azúcar.
Refrigerio: 3 rodajas de piña.
Almuerzo: Una ensalada verde, arroz frito con verduras y brotes de soja.
Merienda: Una fruta dulce.
Cena: Pescado en papillote con cebollas y guisantes, una infusión sin azúcar.
JUEVES
Desayuno: Una rebanada de pan, un kiwi, una naranja, café, té o infusión sin azúcar.
Refrigerio: Yogur desnatado natural.
Almuerzo: Caldo de verduras, 2 calabacines rellenos de zanahorias y tomate, ensalada de lechugas y brotes tiernos.
Merienda: Un puñado de avellanas.
Cena: filete de carne de res con ensalada verde, una infusión sin azúcar.
VIERNES
Desayuno: Dos rebanadas de pan con tomate, café, té o infusión sin azúcar.
Refrigerio: Una fruta dulce.
Almuerzo: Sopa de legumbres, patata al horno con cebollas y judías
Merienda: Yogur desnatado.
Cena: Tortilla francesa con dos huevos, espárragos a la plancha, una rebanada de queso, una infusión sin azúcar.
SÁBADO
Desayuno: Muesli con avena y manzana endulzado con una cucharada de miel, yogur desnatado, café, té o infusión sin azúcar.
Refrigerio: Una fruta ácida.
Almuerzo: Verduras a la plancha, arroz al vapor.
Merienda: Un puñado de nueces.
Cena: 2 carnes de hamburguesa bajas en grasa a la plancha, berenjenas asadas, salsa de yogur. Infusión sin azúcar.
DOMINGO
Desayuno: Huevos revueltos con jamón y setas (champiñones o la que prefieras), café, té o infusión sin azúcar.
Refrigerio: Yogur desnatado, una fruta dulce.
Almuerzo: Ensalada de zanahorias y judías, tallarines fritos.
Merienda: Una fruta ácida.
Cena: Parrillada de carnes diversas bajas en grasa.
Como te puedes dar cuenta, hablamos de una alternativa importante para bajar esos kilos de más, en la que podemos comer lo que se quiera, con pocas excepciones, pero eso sí, necesitamos mucha organización para no mezclar las comidas prohibidas.
La dieta disociada tiene sus pros y sus contras, pero depende de ti si quieres probar a ver si te funciona. Ojo, que al final lo más importante es que puedas cambiar tus hábitos alimenticios y mantener una dosis de ejercicio físico, para poder tener el cuerpo que queremos.
Acá solo te dejamos una nueva opción para que puedas tener una mejor relación con el espejo. ¡Es el momento!