La mayoría de las personas saben que los antecedentes familiares, la alimentación, el peso y el estar activo pueden prevenir la diabetes tipo 2 o disminuir sus riesgos para otras enfermedades crónicas en aquellas personas que ya han sido diagnosticadas.
Reduciendo el consumo de cafeína y realizando ejercicios en un horario temprano del día se puede dormir mejor. Sin embargo, aunque esté tomando estas medidas para aumenta la calidad de su sueño, la ingesta de dulces puede inadvertidamente estar saboteando sus esfuerzos.
La diabetes es una enfermedad relacionada con el nivel de insulina en el organismo. Cuando éste tiene dificultades para producir el nivel de insulina adecuado, nos encontramos con los picos de glucosa característicos de la enfermedad.
¿Sabías que las personas que duermen menos de 6 horas diarias tienen el doble de probabilidad de padecer diabetes que una persona con mejores hábitos de sueño?
Cuando se duerme poco, se elevan los niveles de cortisol que es contraria a la insulina. Además, se suele tener más elevados niveles de sustancias que aumentan la resistencia a la insulina.
En definitiva, no solo las personas con Diabetes Mellitus tipo 2 tienen mayor probabilidad de padecer trastornos del sueño, sino que las personas que no descansan bien tienen más riesgo de padecer la primera. Incluso padeciendo diabetes, los trastornos de sueño empeoran la situación.
Por otro lado, también existe una relación entre las personas que duermen poco y las personas con sobrepeso y obesidad, otra enfermedad frecuente en la diabetes.