La insulina es la hormona responsable del transporte de glucosa hacia las células. Cuando hay un exceso de glucosa en la sangre, la insulina es secretada por el páncreas e indica al hígado y a los músculos que deben almacenar glucosa en forma de glucógeno.
La insulina también estimula al tejido adiposo para almacenar glucosa en forma de grasa para reservar energía a largo plazo.
Los receptores de insulina se encuentran en todas las células en todo el cuerpo. En una persona sana, los niveles de glucosa en sangre son extremadamente estables. Los niveles normales de glucosa en ayunas oscilan entre 70 y 100 mg/dL.
La diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1, antes conocida como diabetes insulinodependiente, es una enfermedad autoinmune que se produce cuando el cuerpo ataca y destruye las células, llamadas células beta o β-células, que producen la insulina.
La diabetes tipo 1 representa alrededor del 5 al 10 por ciento de los casos diagnosticados. Debido a que los diabéticos tipo 1 no pueden producir insulina, la terapia de reemplazo de insulina es esencial para resguardar sus vidas.
Los factores que aumentan las probabilidades de padecer diabetes de tipo 1:
1. Antecedentes familiares (padres o hermanos) de diabetes tipo 1
2. Edad: Se inicia a los 4 años con picos entre los 11 y 13 años
3. Sexo: Más frecuente en hombres que en mujeres
4. Raza: más frecuente en caucásicos, afroamericanos e hispanos que en asiáticos
5. El origen étnico: Europeos del norte o del mediterráneo
Alimentación con biberón o corto período de pecho.
7. Peso superior a los 5/6 kilos al nacer.
La diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2, antes conocida como diabetes no insulino-dependiente, se produce cuando el cuerpo ya no es capaz de utilizar la insulina de manera eficaz y poco a poco se vuelve resistente a sus efectos.
Es una enfermedad de progresión lenta que pasa por etapas identificables. En las primeras etapas, tanto la insulina y los niveles de glucosa son elevados, condiciones llamadas hiperinsulinemia e hiperglucemia, respectivamente.
En las etapas posteriores, los niveles de insulina se reducen, y los niveles de glucosa en la sangre son muy elevados.
Aunque pocas personas son conscientes de esta distinción crucial, la terapia para la diabetes tipo 2 se debe adaptar a la etapa de la enfermedad.
Los factores de riesgo para la diabetes tipo 2 se pueden mencionar:
1. La obesidad.
2. Los antecedentes familiares.
3. La inactividad física.
4. El origen étnico.
5. El metabolismo de la glucosa.
La diabetes tipo 2 es también un riesgo importante de síndrome metabólico, una variedad de condiciones que incluyen resistencia a la insulina junto con la hipertensión, trastornos de los lípidos, y sobrepeso.
Resumiendo, en la diabetes tipo 1 no hay producción de insulina debido a la destrucción por parte del propio organismo de las células que la producen, mientras que en la diabetes tipo 2, hay insulina pero no se puede hacer uso de ella.
Bajo ninguna circunstancia la persona que padece de diabetes debe deje de tomar medicamentos para la diabetes de forma repentina, especialmente la insulina. Un diabético tipo 1 tendrá necesidad de tomar insulina para siempre.
Sin embargo, es posible mejorar el metabolismo de la glucosa, su control y la tolerancia con suplementos que existen en el mercado, su médico le puede informar cuales son los mejores para su condición.