Parte 2 de la serie Estrés oxidativo: ¿Qué es y cómo afecta la salud?
En el primer artículo de esta serie, comenté cómo el estrés oxidativo puede afectar la salud.
En dicha entrada, mencione que los niveles elevados de azúcar en la sangre son una de las principales causas del estrés oxidativo y en ese punto me voy a enfocar en esta entrada.
¿Qué es la Diabetes?
Existe la tendencia a pensar en la diabetes como una condición única.
De hecho, es un grupo de condiciones, que afectan el metabolismo de los hidratos de carbono, dando lugar a niveles elevados del azúcar en la sangre (conocido como hiperglucemia).
En anteriores artículos he escrito sobre cómo el azúcar en la sangre (también conocido como glucosa) proviene del azúcar y los carbohidratos en la dieta (incluso frutas y verduras).
La única forma para que las células de la sangre obtengan glucosa, utilizada para producir energía, es mediante la hormona insulina que facilita el acceso de la glucosa en las células.
Con diabetes, la glucosa no puede entrar en las células, porque las células no responden como deberían a la insulina.
Lo que se conoce como resistencia a la insulina, que conduce a la diabetes tipo 2, o porque el páncreas no produce insulina, que es el caso de la diabetes tipo 1.
Esta falta de producción de la insulina en la diabetes tipo 1 es causada por un proceso auto inmune que ataca al páncreas y daña las células que producen insulina.
¿Cuál es la diferencia entre diabetes tipo I y 11?
La diabetes tipo 1 es causada por una respuesta autoinmune que se considera hereditaria porque se ha ligado con una particular mutación genética HLA.
El proceso autoinmune puede ser desencadenado por una infección viral, el síndrome de intestino permeable, las sensibilidades alimentarias (por ejemplo a los lácteos y al gluten).
Autoinmunidad significa que el sistema inmunológico ataca las células sanas propias; en el caso de la diabetes tipo 1 las células atacadas son las células del páncreas que producen insulina.
Después de un extenso daño, el páncreas ya no será capaz de producir insulina.
En el caso de diabetes tipo 2, el consumo excesivo de azúcares y carbohidratos impulsa que los niveles de insulina fuercen a los receptores de la célula para que permitan el acceso de glucosa en las células, en cantidades mayores de lo normal.
Mientras más a menudo comemos comidas abundantes y grandes cantidades de azúcar, más estrés ponemos en el metabolismo aumentando la probabilidad que las células finalmente sean incapaces de manejar la carga de glucosa.
Con el tiempo, como las células son cada vez menos capaces de responder a la insulina, se desarrolla lo que se conoce como resistencia a la insulina, este enlace te lleva a la serie sobre dicho tema.
En los niveles más leves, la resistencia a la insulina se llama síndrome metabólico o pre-diabetes.
En niveles más graves, se llama diabetes tipo 2. El síndrome de intestino permeable, la disbiosis y la genética juegan un papel determinante en la probabilidad de que se produzca.
Cómo el estrés oxidativo puede convertirse en diabetes
Las investigaciones sugiere que todo empieza al comer más carbohidratos (o azúcar) de lo que el cuerpo necesita en cada momento.
Cuando comemos de forma excesiva, la capacidad del cuerpo para mover los carbohidratos en las células (con la ayuda de la insulina) donde realmente pueda ser utilizado, se desborda por completo.
En lugar de ello, el cuerpo deja de tratar el exceso de glucosa en la sangre. Este es el momento cuando el estrés oxidativo comienza a producirse.
El azúcar que queda en la sangre causa daño a los vasos sanguíneos, así como las mitocondrias dentro de las células.
La investigación muestra que los niveles elevados de azúcar de sangre aumentan las especies reactivas del oxígeno (ROS, en ingles) que pueden dañar las células, proteínas (denominadas productos de la glicación avanzada PGA), lípidos (productos avanzados de la denominada lipoxidación o peroxidación Lipídica o ALEs) y su ADN. Además aumenta la inflamación en todo el cuerpo. (1)
Alguna cantidad del exceso de glucosa puede almacenarse en el hígado como glucógeno, para su uso posterior cuando se da la caída de los niveles de azúcar en la sangre, pero hay un límite a la capacidad de almacenamiento de glucógeno.
Una vez que la capacidad de almacenar glucógeno se agota, realmente, el cuerpo sólo tiene tres opciones a elegir:
Convertir la glucosa en lípidos (grasas), que permanecen en la sangre como colesterol y triglicéridos.
Almacenar la glucosa extra como grasa que se almacena en el hígado, llevando a una condición peligrosa conocida como hígado graso.
Convertir la glucosa en grasa que se traduce en aumento de peso, probablemente alrededor de la cintura. En la medida que se consumen más carbohidratos, sobre todo de una sola sentada, lo más probable es que el cuerpo la va a terminar almacenando como grasa, y las probabilidades para aumentar de peso serán mayores.
El exceso de grasa en el cuerpo produce inflamación. Envía citoquinas (mensajeros similares a las hormonas) por todo el cuerpo, difundiendo su mensaje de inflamación.
Mientras más grasa hay en el cuerpo, más inflamación habrá y el estrés oxidativo aumentará! (2)
La grasa también tiende a enviar otro tipo de señales en el cuerpo, incluyendo la señal de hambre (administrada por una hormona llamada leptina).
Así que mientras más grasa tengas, más probable es que tu cerebro piense que tienes hambre, aumentando tus deseos por comer.
Pero cuanto más comes, más se agrava al problema, el aumento de azúcar en la sangre no se hace esperar, lo que a su vez presiona la producción de insulina hasta que las células no pueden responder.
El exceso de glucosa no tiene a donde ir, aparte de almacenarse como más grasa.
¿Ves el círculo vicioso creado por comer carbohidratos en exceso?
Se crea un estrés enorme en el cuerpo, y los hidratos de carbono y el azúcar extra causan estrés en el cuerpo incluso antes de que la diabetes se establezca en toda regla.
Finalmente, si esta situación continúa, la insulina se vuelve cada vez menos eficaz y más azúcar se retiene en la sangre. La hiperglucemia resultante dará lugar al diagnóstico de diabetes.
5 pasos para prevenir la diabetes
Reducir el consumo de azúcar y carbohidratos
Primero, necesitas ser disciplinado y comer solamente los carbohidratos que tu cuerpo necesita en un momento dado, alrededor de 10 a 25 gramos dependiendo de tu nivel de actividad y peso corporal.
Comer grasas y proteínas saludables
Entonces, a la par de los hidratos de carbono debes incluir fuentes saludables de proteínas y grasas cuando comes cualquier cosa.
Sí, grasas!
Son una buena e importante parte de una dieta saludable.
Comer carbohidratos, proteínas y grasas juntas significa que tu cuerpo obtendrá energía de las tres fuentes y las células no dependerán exclusivamente de los hidratos de carbono como su única fuente de energía.
Reducir el tamaño de las porciones y comer más seguido
Esta acción tiene un efecto benéfico al estimular el funcionamiento óptimo del metabolismo.
El mejor momento puede ser diferente para cada persona, pero a menudo comer cada 3 o 4 horas durante el día normalmente, los niveles del azúcar en la sangre mejoran.
Comer más a menudo no es bueno (a menos que se necesite debido a los niveles del azúcar en la sangre se encuentran bajos) y comer demasiado antes de dormir o a mitad de la noche tampoco es útil.
Es por ello que existen dietas diseñadas para ayudar a comer solo durante el día y con alimentos cuidadosamente balanceados.
Mantenerse activo
También ayuda a mantenerse activo: Caminar, levantar pesas o hacer ejercicio cada día en alguna manera ayuda a optimizar el metabolismo, a reducir la resistencia a la insulina y disminuir el estrés oxidativo.
Antioxidantes
Para ayudar a mantener los niveles bajos del estrés oxidativo, vas a necesitar aumentar tu consumo de frutas y verduras de colores que son ricas en antioxidantes y te permiten reducir el consumo de azúcar.
Qué hacer si tienes (o sospechas que tiene) desequilibrio en el azúcar en la sangre azúcar
La idea es comer de manera que mantengas el nivel del azúcar en la sangre equilibrado, al mismo tiempo que pierdes peso (si es necesario), reduces tanto el estrés, como el estrés oxidativo y por supuesto la inflamación.
Así mismo enfocarte en tener éxito en la prevención del desarrollo de la diabetes o manejar mejor la diabetes para que no tome el control de tu salud y tu vida.
Muchas gracias por su interés al haber llegado hasta aquí.
En próximos artículos, el enfoque será en la conexión entre el estrés oxidativo y la enfermedad de Alzheimer.
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Demuestra que estas vivo, Por favor cuéntame más sobre tu experiencia con el azúcar en la sangre y el estrés oxidativo en los comentarios.
Lo más importante…Tu salud
Fuentes:
1. Hyperglycemia-induced oxidative stress and its role in diabetes mellitus related cardiovascular diseases.
2. Obesity, Oxidative Stress, Adipose Tissue Dysfunction, and the Associated Health Risks: Causes and Therapeutic Strategies.