Dando vueltas al artículo de esta semana me he decidido a hablar de un aceite, que para mi es imprescindible para el tratamiento de cualquier tipo de piel, incluidas las grasas. Puede parecer extraño recomendar un aceite para una piel grasa pero os adelanto que es uno de los aceites más equilibrantes que existen. Funciona perfectamente para regular la producción sebácea e incluso para tratar el acné. Se trata del aceite de Jojoba.
La Jojoba o Simmondsia sinensis
El fruto que produce este aceite proviene de un arbusto que crece de forma espontánea en zonas desérticas del sur de EEUU y norte de México. Es un arbusto de hoja perenne que puede alcanzar la edad de 100 años y en condiciones favorables llegar hasta los 5 metros de altura.
La presión del fruto de esta planta produce una cera líquida con un aroma suave y neutro; y es que, lo que nosotros llamamos aceite de jojoba, no es tal. Tiene apariencia de aceite pero estudiando su composición nos encontramos con que es una cera, la única de procedencia vegetal que existe.
Es una cuestión química que a mi se me escapa pero que hace que este producto sea tan especial. Muy semejante al sebo humano, muy bien tolerado y altamente hidratante. Penetra con gran rapidez dejando la piel suave y satinada.
No me quiero extender mucho en esto porque de este tema ya hemos hablado en otras ocasiones, simplemente os hago un breve recordatorio: en la composición de las cremas lo habitual es el uso de aceites minerales, derivados del petroleo, intenta evitarlos en la medida de lo posible. Y si te surgen dudas sobre la composición de los cosméticos descarga nuestro e.book gratuito te será de gran ayuda.
La jojoba, gran ayuda para pieles grasas.
Todo tipo de pieles se pueden beneficiar del uso de jojoba. Desde las pieles más secas a las grasas, incluso con acné. Los resultados más visibles se darán en pieles mixtas y grasas porque el poder equilibrante de esta cera es excepcional. De hecho os recomiendo una fórmula que funciona extraordinariamente para el acné juvenil: mezclar mitad por mitad aceite de jojoba con aceite de comino negro; aplicar mañana y noche sobre la piel limpia. Para completar el tratamiento no está de más usar un hidrolato de lavanda como tónico.
Hago un inciso para recomendaros el post sobre el aceite de comino negro, un gran desconocido de propiedades extraordinarias; útil para el tratamiento del vitíligo, el herpes, la dermatitis de contacto o el acné.
Debido a estas características, la jojoba es muy interesante para el tratamiento e hidratación de la piel masculina. Ya sabemos que tiende a ser más grasa que la de las mujeres. Resulta una buena opción para utilizar después del afeitado y si la mezclamos con aceite de caléndula además calma la irritación y el picor que normalmente se produce.
Si tienes rosácea la jojoba es una opción muy recomendable para la hidratación y el tratamiento, ya sabemos lo difícil que resulta encontrar un producto para pieles con este problema. Hidrolato de rosa y aceite de jojoba son un dúo seguro para el uso diario.
La jojoba para el pelo.
En el tratamiento del cabello una vez más se demuestra la versatilidad de este productos. Es perfecto para la hidratación del cabello seco o estropeado pero también resulta ideal para tratar el cuero cabelludo demasiado graso; incluso la caída del cabello debida a un exceso de sebo en el folículo piloso.
En el pelo la forma más efectiva de uso es como mascarilla. Si es para nutrir y reparar el cabello aplicar evitando las raíces y mantener envuelto en una toalla de ½ hora a 2 horas. Después lavar con un champú suave (preferentemente sin sulfatos agresivos).
Cuando tratamos el cuero cabelludo con exceso de sebo o bien irritado o descamado, utilizar de la misma manera pero sobre la piel en este caso. Dejar actuar y lavar con un champú suave.
Como véis es un producto muy versátil al que vais a dar un montón de usos en el cuidado corporal. Es prácticamente imposible que te vaya mal el aceite de jojoba, ¡anímate a probarlo¡
Para cualquier cosa nos vemos en los comentarios.
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