Hola a todos de nuevo, hoy vamos a hablar de las flores de Bach. Veréis, el otro día en la farmacia, vino una paciente, diciendo que su hijo de 10 años estaba mal, se había separado de un familiar, al que estaba muy unido y el chiquillo, no quería comer, no quería salir a la calle. Total, que la pobre estaba preocupadísima, ¡por supuesto la derivamos al pediatra! Pero nos comentó que ya venía de allí, el médico no le había dado importancia.
En la farmacia, empezó a preguntar por algo para controlar sus emociones, y nos planteó la posibilidad de usar las flores de Bach… ¡ummmm, bueno! ¿Por qué no? Si en otras personas funciona, por qué no va a funcionar en él. Nos pusimos manos a la obra, le buscamos las flores de Bach, que podían ayudarle… ¡y BINGO! el chiquillo mejoró, salió del bache donde estaba.
Después de esto, pensé ¡qué tema más estupendo para hablar de él! Y aquí estoy, tratando de transmitiros lo que sé, sobre el tema.
El tratamiento con flores de Bach, aparece en Reino Unido entre los año 1920-1930 gracias a Edward Bach. Él era médico cirujano, especialista en sistema inmunológico y homeópata, ¡cómo veréis, era una persona docta en la materia y muy formada!
Edward Bach, se dio cuenta que había emociones negativas como la ansiedad, el miedo, la envidia… ¡qué no sabemos gestionar! Cuando estos persisten en el tiempo, debilitan nuestro sistema inmunológico y aparece la enfermedad, ¡en esto creo ciegamente! ¿Cuántas enfermedades se desarrollan por no saber gestionar el estrés, por ejemplo? Aquí está el origen de muchas enfermedades.
Con las flores de Bach, lo que se consigue es un equilibrio interior entre nuestro cuerpo, mente y espíritu. Si sabemos gestionar los sentimientos (por ejemplo el miedo), seremos capaces de solucionar nuestro problema de salud (por ejemplo podríamos superar la claustrofobia) de forma definitiva y eficaz. Siempre que hay cambios en el estilo de vida, se produce tensión emocional, que debilita a nuestro sistema inmunológico, ¡y favorece la aparición de la enfermedad! Pues en este principio se basan las flores de Bach y demuestran su valor, resolviendo la causa emocional que nos ha desarrollado la enfermedad. ¡Ojo, con esto NO digo que no se trate la enfermedad a nivel físico! pero si no resuelves la emoción que ha desarrollado esta enfermedad, con el tiempo, el problema físico volverá a aparecer.
Se sabe que las flores de Bach tienen un efecto más potente en niños que en adultos. Como curiosidad deciros que se ha empleado con muy buenos resultado en animales ¿no es estupendo?
La terapia con flores de Bach son preparaciones terapéuticas, las cuales se elaboran tras la cocción de 38 especies florales. Las flores de Bach se dividen en 7 grupos que tratan las emociones negativas como son:
– soledad: tratan la soledad por culpa de la impaciencia, el ensimismamiento, irritabilidad
– falta de interés por el día en el que vives: para personas que están agotadas física y mental, para tratar apatía, desmotivación
– tristeza y desesperación, aquí se mete la baja autoestima, sentimientos de inferioridad, o culpabilidad
– incertidumbre: para personas inseguras, pesimistas, para las que están deprimidas o tienen agotamiento mental
– sensibilidad a la influencia de las demás personas, en este grupo tratan adicciones, a personas que se dejan dominar fácilmente por otras, tratan la envidia y los rencores
– miedos: aquí incluimos distintos tipos de fobias, autoexigencia, timidez para tratar aquellos que sufren por los demás
No es fácil, identificar esas emociones y mucho menos superarlas, pero gracias a las flores de Bach, podremos superar, nuestros miedos, resentimientos y traumas:
Agrimony: Agrimonia
Oculta emociones tortuosas, problemas graves y angustia inconsciente tras una máscara de alegría y despreocupación permanente. Evita discusiones y busca armonía. Tendencia a las adicciones, tabaco, drogas, alcohol, juego, trabajo, asumir riesgos, comida y compras, como mecanismo de escape a su tormento mental. Busca ser aceptado. Si se enferma bromea al respecto.
Aspen: Álamo temblón
Miedo a lo sobrenatural, a situaciones imprecisas que siente que lo amenazan, y a la muerte. Presagios. Temor vago e inexplicable. Agorafobia, claustrofobia.
Beech: Haya
Tiende a ser intolerante y a criticar despiadadamente. Juzga sin sensibilidad ni comprensión. Arrincona. No soporta las ideas y costumbres diferentes a las suyas. Hay arrogancia
Centaury: Centáurea
No puede decir no, busca complacer a los demás. Sacrifica sus propias necesidades para quedar bien. Se presta al dominio y el abuso de otros. Su voluntad es débil.
Cerato: Ceratostigma
Busca la aprobación y el consejo de los demás, pues no confía en su juicio, intuición, ni en sus decisiones y opiniones. Sus convicciones no son firmes. Cambia fácilmente de opinión. Es indeciso.
Cherry plum: Cerasífera
Miedo a perder el control de sus actos, a cometer acciones terribles y a enloquecer. Pensamientos irracionales persistentes. Arrebatos incontrolables.
Chestnut bud: Brote de castaño
Repite sus errores, porque no reflexiona sobre ellos ni aprende de sus experiencias. No escarmienta.
Chicory: Achicoria
Sobreprotege a sus seres queridos y los domina mediante una manipulación excesiva. Considera saber más que sus dependientes. Tiene una personalidad posesiva y egoísta. Se inmiscuye en los asuntos de los demás continuamente. Espera la devoción de los que sobreprotege y cuando no la obtiene se siente víctima. Después los persigue, criticando.
Clematis: Clemátide
Soñador que evade la realidad. Su pensamiento. Difícilmente está en el aquí y el ahora. Distraído, presta poca atención a lo que sucede a su alrededor. Vive en un mundo de fantasía, como un mecanismo de escape a su infelicidad.
Crab apple: Manzano silvestre
Flor de la limpieza para quién tiene la sensación de estar sucio y ser impuro, baja autoestima y terror a contaminarse.
Elm: Olmo
Abrumado por sus responsabilidades. Piensa que no es capaz de cumplirlas.
Gentian: Genciana de campo
Pesimismo. Depresión por causas conocidas. Escepticismo. Control débil ante la frustración.
Gorse: Aulaga
Desesperanza.
Heather: Brezo
Ensimismado. Centrado en sí mismo. Necesita público que lo escuche. Habla excesivamente, pero no escucha.
Holly: Acebo
Celos, desconfianza, envidia, odio y rencor. Carece de compasión. Para quienes necesitan amor.
Honeysuckle: Madreselva
No vive el presente. Nostalgia. Añoranza del pasado y los buenos tiempos.
Hornbeam: Hojarazo o Carpe
Agotamiento mental por hastío.
Impatiens: Impaciencia
Soledad de quien no puede estar acompañado porque marcha de prisa. Impaciencia. Irritabilidad.
Larch: Alerce
Sentimiento de inferioridad. Espera fracasar.
Mimulus: Mímulo
Miedo a lo conocido. A situaciones concretas, definibles. Timidez.
Mustard: Mostaza
Depresión y tristezas de causas desconocidas, que aparecen y desaparecen sin motivo.
Oak: Roble
Luchar desesperadamente contra la corriente y sin descanso. Dedicación obsesiva al trabajo.
Olive: Olivo
Agotamiento total, físico y/o mental.
Pine: Pino
Desesperación por sentimiento de culpa y autorreproche.
Red chestnut: Castaño rojo
Miedo a que les suceda algún daño a los seres queridos. Preocupación por ellos.
Rock rose: Heliantemo o Jarilla
Pánico y terror paralizante. Estados de angustia agudos. Pesadillas.
Rock water: Agua de roca
Perfeccionismo. Severidad. Rigidez consigo mismo.
Scleranthus: Scleranthus
Indecisión entre dos extremos opuestos.
Star of Bethlehem: Leche de gallina
Secuelas de traumatismos físicos y mentales.
Sweet chestnut: Castaño dulce
Desesperación profunda. Sienten que han llegado al límite
Vervain: Verbena
Fanatismo. No comparte la carga.
Vine: Vid
Avidez por el poder. Dominador. “Pequeño tirano”.
Walnut: Nogal
Indecisión para iniciar etapas nuevas o manejar situaciones difíciles.
Water violet: Violeta de agua
Sentimiento de superioridad.
White chestnut: Castaño de Indias
Ideas repetitivas, que no puedes dejar de tener. Diálogos internos
Wild oat: Avena silvestre
Falta de metas. Descontento e incertidumbre por desconocer la misión en la vida.
Wild Rose: Rosa silvestre o Escaramujo
Desinterés, apatía. Falta de motivación.
Willow: Sauce
Se siente víctima del destino. Resentimientos.
Las formas de utilizar las Flores de Bach más frecuentes son:
– tomar directamente de la botella, poner dos gotas debajo de la lengua, o en un poco de agua; se hace unas 4 veces al día
– mezclar esencias en un vaso de agua, dos gotas, de cada esencia de flor de Bach que se quiere combinar, esta se irá bebiendo a sorbitos a lo largo del día
– uso en pulverizador, aquí tenemos los más conocidos, los remedios rescate
Deciros que por tomar más dosis, NO vamos a conseguir más potencia. Lo normal es que las flores de Bach se tomen de 4 a 6 veces al día. En caso de niños, la dosis sería dos veces al día.
El tiempo de empleo el ideal es de estar un mes, de esta manera obtendremos cambios estables y profundos tanto a nivel mental, como emocional, normalmente es el periodo que se necesita para ver cambios en la persona.
Las flores de Bach, NO tienen contraindicaciones con otras medicaciones, NO producen dependencia, ni habituación.
Estoy segura que si restableces tu equilibrio emocional, restableces tu salud. ¡Piensa en verde!
Flores de Bach y los sentimientos negativos
Referencias:
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