Cuando una mujer se queda encinta, el organismo comienza un increíble proceso en el que tratará de adaptar el organismo para la gestación de una nueva vida.
Entre estos cambios, una de las cosas más importantes que cabe señalar es que nuestro sistema inmunológico se deprime para que el feto no sea rechazado como si fuese un cuerpo extraño. Esto aumenta mucho la posibilidad de desarrollar enfermedades infecciosas.
Aunque las intoxicaciones alimentarias son muy poco frecuentes, es conveniente conocer los principales focos de bacterias y saber qué hacer para prevenir su contagio.
Este será el primer post de una serie de ellos en el que te daré unos cuantos consejos y precauciones relacionadas con la alimentación para que disfrutes plenamente (y sin preocupaciones) de los próximos 9 meses
Intoxicaciones alimentarias: Toxoplasma, listeria y anisakis, la tríada del mal
Las intoxicaciones alimentarias más importantes y que presentan una incidencia mayor durante este periodo -y con las que tenemos que tener especial cuidado- son la toxoplasmosis, la listeriosis y la anisakidosis.
Toxoplasma: el principal culpable de que no puedas comer jamón
El Toxoplasma gondii es un parásito intracelular con una enorme capacidad invasora que provoca la tan conocida toxoplasmosis.Las principales fuentes de infección alimentaria son:
• Alimentos contaminados, como la carne cruda o poco cocinada (incluyendo embutidos), frutas y verduras mal lavadas.
• El agua -incluso tratada con cloro- principalmente en Sudamérica.
• Leche no pasteurizada.
• Tierra y polvo.
• Heces de gato con acceso al exterior y que puedan cazar.
El jamón serrano puede ser una fuente de toxoplasmosis
10 Consejos para prevenir la toxoplasmosis en el embarazo
1. Cocina bien la carne o congélala durante al menos 24h a menos de -12ºC (la congelación parece ser el tratamiento más eficaz).2. Evita los embutidos y ahumados y si tienes mucho mucho antojo, congélalos previamente.
3. Limpia bien todos los utensilios que puedan haber estado en contacto con carne cruda o poco cocida: cuchillos, tablas de cortar…
4. Evita productos “de casa” o “de pueblo”; la mayoría no han pasado los análisis y controles necesarios.
5. Bebe agua embotellada, sobre todo si vives o viajas a Sudamérica.
6. Evita la leche no pasteurizada, especialmente la de cabra.
7. Lava bien las frutas y verduras y evita tener contacto con material contaminado con tierra.
8. Evita consumir ensaladas o verduras frescas en restaurantes, puede ser un foco de infección por negligencia de terceros.
9. Lávate bien las manos antes de comer o si has tocado sustancias sospechosas de ser foco de infección.
10. Si tienes un gato y crees que puede haber consumido carne cruda o cazado algún animal, evita cambiar su arenero. Pídeselo a alguien o si no, utiliza guantes. Así que futura mamá adicta al jamón, estás de suerte: tienes la opción de congelarlo previamente para poder comerlo durante el embarazo. Yo lo he probado y si eliges un buen jamón ibérico ya cortado y al vacío, tanto sabor como textura se mantienen muy bien una vez descongelados
No obstante es importante remarcar que este método es efectivo solo contra la toxoplasmosis, no contra la listeria, la cual explicaremos a continuación.
Listeria, la gran desconocida
Aunque su incidencia es mucho menos frecuente que la toxoplamosis (menor morbilidad), la listeriosis presenta, por el contrario, una mortalidad muy alta.Es poco frecuente en humanos pero es extremadamente grave y el riesgo de contagio en embarazadas aumenta entre 10 y 20 veces más, causando enfermedades graves en el feto o el bebé recién nacido.
Esta infección está provocada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Listeria monocytogenes, y quizás lo más importante y característico de ésta es que es capaz de resistir la congelación.
Al contrario que el toxoplasma, la listeria no se destruye a temperaturas bajo cero.
Las principales fuentes de infección por listeriosis son:
• Refrigerados de larga duración que se consumen crudos.
• Alimentos contaminados previamente, como productos lácteos no pasteurizados, mariscos y pescados crudos y ahumados, carne procesada y embutidos.
• Alimentos contaminados después de la pasteurización o antes de su empaquetado por falta de higiene en las instalaciones.
• Brotes germinados. Los germinados necesitan condiciones cálidas y húmedas para crecer, al igual que la listeria.
Productos en la sección de refrigerados del supermercado
10 Consejos para prevenir la listeriosis en el embarazo
1. No consumas quesos frescos, blandos, azules y sin pasteurizar. Estos son tipo Brie, Camembert, feta…2. Evita comer salchichas, patés y fiambres y ahumados refrigerados tanto en blíster como al corte, a menos que se cocinen. Los que no necesiten ser refrigerados (generalmente enlatados) si son aptos para el consumo al no ser perecederos.
3. No comas ningún germinado crudo o poco cocido (alfalfa, soja, trébol…)
4. Evita las ensaladas preparadas de supermercado.
5. Cocina bien el huevo y evita mayonesas y salsas caseras con huevo crudo.
6. Elige bebidas y lácteos pasteurizados.
7. No compres alimentos del supermercado en los que la refrigeración pueda haber fallado o que no estén en buen estado.
8. Guarda en la nevera las sobras de comida como máximo a las 2 horas de prepararlas y consúmelas en un plazo de 2 o 3 días.
9. Mantén una buena higiene en la cocina, utensilios y nevera, y desecha rápidamente todos los productos en mal estado (son un foco de infección).
10. Cuando descongeles alimentos hazlo en la nevera, no a temperatura ambiente, y no vuelvas a congelarlos si han sido descongelados previamente. Repito que la listeriosis es muy, muy poco frecuente, por lo que tampoco hay que entrar en pánico.
No obstante no está de más conocer las posibles fuentes de intoxicación alimentaria para tener especial cuidado a la hora de escoger qué comer
Omega3 vs Anisakis
Todas sabemos que consumir alimentos ricos en Omega3, y más durante el embarazo, es fundamental para el correcto desarrollo de nuestro bebé.Y todas sabemos, además, que la mejor fuente de Omega3 es el pescado, ¿verdad?
Desafortunadamente, estos son presas fáciles para los anisákidos, un parásito con un complejo ciclo vital que se desarrolla en el tubo digestivo de especies como la sardina, bacalao, boquerón, arenque, salmón, abadejo, merluza, pescadilla, caballa, bonito, jurel, rape o la anchoa y que al consumirlos en determinadas condiciones, pueden pasar a nuestro sistema.
Las principales fuentes de infección por anisakidosis son:
• Sushi hecho con pescado crudo.
• Arenques, boquerones y anchoas.
• Ceviches.
• Merluza.
• Cefalópodos, principalmente los calamares.
El pescado crudo es una de las principales fuentes de intoxicación por anisakis
5 Consejos para prevenir la anisakidosis en el embarazo
1. Congela el pescado que se consuma crudo o semi-crudo, escabechado o ahumado por un tiempo mínimo de 24h a -20ºC y 48h en frigoríficos convencionales.2. Compra pescado que se encuentre en buenas condiciones y solicitar que no tenga vísceras.
3. Evita el pescado que se comercialice en cajas con agua o hielo.
4. Cocina bien el pescado fresco, por encima de 60ºC.
5. Asegúrate que los restaurantes o establecimientos que vendan pescado para consumir ahumado, marinado, salado, en vinagre, crudo o semi crudo, te indiquen que previamente lo han congelado.
Quiero comer jamón, sushi o salmón ahumado durante el embarazo, ¡¿qué hago?!
Precisamente en esta época que se te antoje un bocadillo de jamón o unas piezas de sushi ¡puede ser un verdadero sufrimiento!No obstante y como hemos visto, existen ciertas técnicas de higiene alimentaria que nos ayudarán a prevenir cualquier tipo de intoxicación alimentaria y poder darnos el capricho de cuando en cuando.
La congelación a bajas temperaturas ha resultado ser uno de los métodos más eficaces para eliminar bacterias o parásitos en aquellos alimentos que vayamos a consumir crudos o poco cocinados.
Por eso, es importante que si estando embarazada quieres consumir jamón, sushi, sashimi, ceviche, salmón ahumado… te asegures de que previamente ha sido congelado durante al menos 24h a -20ºC o 48h en frigoríficos convencionales.
Esto implica que te cerciores también cuando vayas a un restaurante, y al menor atisbo de duda, elijas un plato que esté bien cocinado.
Recuerda también que aunque la listeriosis tiene muy poca incidencia, sus consecuencias pueden ser muy graves, por lo que es importante también que te asegures que la comida esté siempre en buen estado, incluso antes de la congelación, y que tanto en tu casa como en los restaurantes, se mantiene una buena higiene alimentaria (y evitar así focos de contagio).
La listeria es capaz de resistir la congelación, por lo que asegúrate siempre de que los alimentos estén previamente en buen estado y no estén contaminados.
Yo confieso que un mes antes de las Navidades en mi casa había un par de blísteres de jamón ibérico en el congelador (vale, con 48 horas es suficiente, pero como madre primeriza a veces una se pasa de precavida) y que he comido sushi en un buen restaurante con cocina abierta en el que me aseguraron que el pescado había estado congelado previamente.
Y por supuesto las virutas de salmón ahumado de la receta de Crema de coliflor se habían descongelado poco a poco en la nevera y habían sido conservadas en un buen envase hermético.
No obstante también confieso que siempre le queda a una el regusto de la duda, por lo que creo que el mejor consejo que te puedo dar es que escuches a tu cuerpo y si te pide comer alguna de estas cosas, simplemente seas precavida, no lo conviertas en un hábito diario (a mayor exposición, más riesgo) y tengas en cuenta las recomendaciones que te comentaba arriba.
Y lo más importante, ¡disfruta de este momento!
Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Toxoplasmosishttps://es.wikipedia.org/wiki/Listeriosis
https://www.cdc.gov/spanish/listeria/faq.html
http://infogen.org.mx/listeriosis-infecciones-adquiridas-por-los-alimentos/
https://es.wikipedia.org/wiki/Anisakis
https://www.webconsultas.com/dieta-y-nutricion/higiene-alimentaria/prevencion-de-la-anisakiasis