Sin embargo, hay casos en los que un flujo blanco antes del período no es normal. Cualquier cambio en el color, la consistencia, el olor y la cantidad de descarga puede indicar la presencia de una infección, especialmente si se acompaña de picazón, ardor o dolor al orinar, dolor durante el coito, hinchazón o enrojecimiento de la vulva y dolor pélvico. A continuación descubre si hay motivos de preocupación ante la presencia de un flujo vaginal blanco antes de tu período.
Flujo blanco: ¿Cómo luce una secreción normal?
Las adolescentes y mujeres maduras que experimentan un flujo vaginal blanco durante su ciclo pueden notar que este es seco, cremoso, como clara de huevo cruda, acuoso, lubricante o pegajoso. El color puede variar desde una secreción transparente a blanca lechosa hasta amarillo pálido. Los principales tipos de flujo vaginal que puedes esperar a lo largo del ciclo menstrual son:
1. Flujo blanco y seco. El flujo seco por lo general se produce en todo momento durante el ciclo, excepto en la ovulación. Este tipo de descarga es pastoso e impenetrable, y se asocia con una vaga sensación de sequedad en la vagina. La secreción blanquecina y seca se considera típicamente como infértil debido a que ocurre pocos días antes y después del período. Ya que es muy gruesa y grumosa, el esperma tiene dificultad para entrar en el útero, y por lo tanto es muy poco probable que la mujer quede embarazada si tiene relaciones sexuales sin protección durante esta etapa.
2. Flujo blanco y cremoso. El flujo blanco cremoso es común entre los días secos y los días de ovulación. Debido al aumento de los niveles de estrógeno durante este período, el cuello del útero produce cierta descarga más similar a un fluido. Esta es más cremosa, haciendo que la vagina se sienta pegajosa y húmeda. Aunque el flujo cremoso es significativamente más delgado que el flujo seco, sigue siendo muy denso y su función es atrapar y filtrar algunas de las células anormales o esperma de baja calidad antes de llegar al útero. Esto garantiza que sólo las células de esperma más fuertes y viables se unan con el óvulo. Por ejemplo si la mujer tiene un ciclo menstrual de 28 días, puede esperar una secreción blanca cremosa entre los días 7-11.
3. Flujo vaginal como clara de huevo. A medida que se acerca la ovulación, el cuello del útero produce una descarga elástica y resbaladiza, similar a las claras de huevo crudas. Este tipo de flujo por lo general crea una sensación de humedad en la vulva, lo cual es una clara señal de la ovulación. Por lo general ocurre durante los días de ovulación, de 12 a 16 días antes del próximo período, por lo que si la mujer está planeando quedar embarazada, este es el momento ideal para tener relaciones sexuales sin protección. Por otro lado, también es el momento para evitar las relaciones sexuales sin protección si no se desea quedar embarazada. A diferencia de la descarga vaginal cremosa, el flujo como clara de huevo crea y facilita el transporte ideal para que los espermatozoides lleguen a unirse con el óvulo.
4. Flujo lubricante. Cuando la ovulación es inminente, la descarga pierde su elasticidad y se vuelve muy lubricante, creando una sensación húmeda y resbaladiza en la vulva. El último día en que se produce este tipo de descarga es el día más fértil de todo el ciclo, por ejemplo el día antes de que el óvulo sea liberado, o el mismo día de su liberación. Este flujo lubricante crea un pico en el proceso de unión entre espermatozoides y óvulo, ya que el esperma puede pasar enérgicamente a través del cuello uterino y el útero.
5. Secreción acuosa. La secreción acuosa ocurre frecuentemente durante (y específicamente antes) del período. Es muy normal y particularmente abundante después de hacer ejercicio o participar en cualquier actividad física.
Flujo vaginal blanco antes del primer período: ¿Es normal?
Alrededor de 6 meses o 1 año antes de que una chica tenga su primer período, su cuerpo puede comenzar a producir flujo vaginal blanco. A veces, se puede notar una secreción blanca 2 o 4 días antes del período, pero esto es absolutamente normal y es causado por los cambios en los niveles hormonales del cuerpo. Por lo general el flujo tiene una textura pegajosa y un color blanquecino, pero no tiene olor. Muchas adolescentes reportan síntomas similares a una infección por levaduras cuando se acercan a su primera menstruación. Estos incluyen picazón leve o insoportable, flujo vaginal grumoso y enrojecimiento. Los síntomas generalmente desaparecen por sí solos una vez que el primer período comienza, pero pueden volver unos días antes de la próxima menstruación. Si se nota cualquiera de estos síntomas, hay que considerar la visita a un médico de cabecera para descartar posibles infecciones. No es raro que las adolescentes desarrollen infecciones por hongos debido a los cambios en los niveles de hormonas o incluso debido al uso de antibióticos.
Flujo vaginal blanco antes del período: Causas
Aunque experimentar un flujo blanco es absolutamente normal, hay casos en los que su presencia puede indicar una infección potencial. Si notas otros síntomas como enrojecimiento, hinchazón, picazón, olor a pescado o manchas de sangre, debes buscar ayuda médica de inmediato. Lee esta recopilación de las causas más comunes para el flujo blanco anormal antes del período:
1. Infección por levaduras. La infección por levaduras es un tipo de infección vaginal causada por el crecimiento excesivo de la Candida albicans, una levadura que normalmente forma parte de la flora vaginal. Ciertas bacterias beneficiosas como los lactobacillus regulan el crecimiento de la levadura Candida, manteniendo el equilibrio. Pero cuando este balance se interrumpe (por ejemplo, por los cambios hormonales o el uso de antibióticos), la levadura puede crecer en exceso, lo que resulta en una secreción blanquecina con consistencia cremosa o pastosa, mal olor, picazón, inflamación y ardor al orinar. Las infecciones por hongos son desencadenadas por una amplia gama de factores, incluyendo el sexo sin protección (aunque no se considera una enfermedad de transmisión sexual), el uso de antibióticos, de duchas vaginales, productos de higiene femenina, el embarazo, la limpieza incorrecta, tener el sistema inmunológico débil, entre otros. Para tratar la infección se necesitan medicamentos anti-hongos y hacer varios cambios en el estilo de vida.
2. La vaginosis bacteriana (VB). La vaginosis bacteriana es una condición que se produce cuando se altera el equilibrio de las bacterias buenas y malas. Tal caso ocurre generalmente por factores como las relaciones sexuales sin protección, la limpieza incorrecta y el uso de las duchas vaginales, ya que pueden cambiar el pH de la vagina y alterar el equilibrio. La vaginosis bacteriana a veces desaparece por sí sola, pero lo correcto es consultar a un especialista para obtener el tratamiento adecuado. No tratar esta infección puede tener consecuencias graves.
3. El uso de protectores diarios. Durante la mitad del ciclo menstrual, se puede observar que la cantidad de descarga vaginal aumenta sustancialmente. Durante este período, es muy probable que mojemos accidentalmente la ropa interior e incluso los pantalones. Por eso el uso de protectores diarios se ha convertido en una medida de prevención. Pero debemos tener cuidado con esto, los protectores diarios alteran el pH normal de la vagina y pueden causar la presencia de una secreción anormal. Si el protector no se cambia frecuentemente, puede producirse la vaginosis bacteriana. Debemos evitar el uso de protectores diarios y tampones cuando no tenemos el período. En su lugar, podemos usar ropa interior de algodón que permita la ventilación del área vaginal y de ser necesario, cambiarla de vez en cuando.
¿El flujo blanco y el embarazo?
El flujo vaginal blanco en lugar del período a menudo es un signo de embarazo, especialmente si se observa un aumento en la cantidad de moco vaginal. Es importante recordar que incluso si una mujer está embarazada, todavía puede tener síntomas menstruales durante los primeros 3-4 meses de embarazo. Algunas mujeres informan calambres pero sin ver el período en absoluto, mientras otras experimentan períodos tardíos. Si estás embarazada y has notado una descarga anormal, debes buscar atención médica inmediata para descartar la posibilidad de una infección vaginal. Debido a la gran cantidad de cambios hormonales que se producen en su cuerpo, las mujeres embarazadas a menudo padecen infecciones por levaduras y vaginosis bacteriana, que pueden resultar en una secreción blanquecina con olor a pescado, picazón e hinchazón de la vulva. Si has tenido relaciones sexuales sin protección con una pareja nueva, es posible que hayas contraído una enfermedad de transmisión sexual como la clamidia, la gonorrea o la tricomoniasis, que igualmente pueden conducir a la descarga vaginal anormal. En caso de que experimentar el flujo vaginal blanco con vetas de sangre durante el embarazo, debes llamar al médico de inmediato e investigar la causa. Si bien es común que las mujeres pierdan una pequeña cantidad de sangre durante el embarazo, siempre vale la pena asegurarse de la causa para que tanto el bebé como la madre estén seguros y saludables.
Consejos de higiene para lidiar con el flujo blanco
Si tienes una secreción vaginal blanca, hay varias medidas que puedes tomar para mantener tu vagina limpia y saludable. Lo primero que debes tener en cuenta es que no debes excederte en tus hábitos de higiene personal. Después de todo, el moco vaginal es el mecanismo mediante el cual la vagina se limpia a sí misma, expulsando las células muertas y bacterias.
Usa específicamente ropa interior de algodón. A diferencia de otros tejidos el algodón es transpirable y permitirá que la vulva se ventile. Esto puede desalentar a posibles infecciones. Incluso mejor, evita el uso de ropa interior siempre que puedas en casa. Asegúrate de cambiarte después de participar en cualquier actividad física, así como de retirar tu traje de baño cuando vayas a la playa o piscinas. De esa forma evitaras que las bacterias penetren tu zona íntima.
No utilices protectores diarios o tampones para evitar que la descarga vaginal ensucie tu ropa interior, ya que estos alteran el pH de la vagina y pueden causar vaginosis bacteriana o una infección por levaduras. Lo mejor es cambiar tu ropa interior con más frecuencia.
Al usar el inodoro, debes limpiarte de adelante hacia atrás para evitar que cualquier materia fecal o bacterias del ano lleguen cerca o entren a la vagina. Eso también puede causar una infección o el aumento del flujo vaginal.
Consulta a tu médico o visita una clínica de salud sexual con frecuencia para descartar la posibilidad de una infección, incluso una asintomática. Como dice el viejo refrán, es mejor prevenir que curar.