El flujo vaginal acuoso antes y después del periodo

La secreción acuosa antes del período es un suceso común tanto en las mujeres sexualmente activas como inactivas, y por lo general se produce como resultado de un aumento en los niveles de estrógeno en su ciclo menstrual. Si nunca has tenido una secreción blanca y acuosa, lo más probable es que te preocupes si no estás segura de lo que puede significar.
La buena noticia es que esto no es un motivo de preocupación, especialmente si no presentas síntomas adicionales como picazón, hinchazón o enrojecimiento de la vagina y / o vulva, relaciones sexuales dolorosas o ardor durante la micción. El siguiente artículo explica por qué en ocasiones puedes experimentar secreciones acuosas antes o después del período, y cómo se puede resolver el problema.
Cambios hormonales antes del período
El ciclo menstrual es un sistema complejo que implica generalmente gran cantidad de cambios hormonales. Desde el día en que tu período se detiene hasta el día en que inicia tu próximo período, experimentas diferentes tipos de flujo. Su color, la consistencia y la cantidad cambian continuamente.
Normalmente, una secreción acuosa antes del período se produce alrededor de la ovulación. En este caso las características más específicas incluyen un color blanquecino claro, un olor muy leve almizclado, y una consistencia acuosa que hace que la vulva se sienta húmeda constantemente. Debido a que la cantidad de flujo puede aumentar hasta 30 veces durante la ovulación, es posible que a veces sientas como si hubieras orinado por accidente. También es posible que notes que tu ropa interior tiene manchas de humedad o amarillentas.
A medida que se acerca la fecha del período, el flujo llega a ser gradualmente más blanco y más grueso. Una vez que termina el período, su consistencia comienza a adelgazar en el transcurso de las próximas dos o tres semanas, hasta que comiences a ovular de nuevo.
Flujo acuoso marrón o rosado después del período: ¿Debes estar preocupada?
Durante los dos últimos días de tu período, puedes notar que en lugar de rojo brillante, tu menstruación es de color marrón o rosado. Esto suele ser una señal de que su período se detendrá pronto, ya que la vagina está expulsando los restos de sangre junto con el flujo vaginal normal, creando así el color marrón o rosa.
Dicha secreción acuosa de color rosa o marrón después del período puede continuar durante uno o dos días hasta que tu vagina esté completamente limpia de nuevo. En este punto, la descarga se volverá de color blanquecino y grumoso, bloqueando el acceso de los espermatozoides al útero.
 Flujo vaginal acuoso y maloliente después del período: ¿es un signo de infección?
Como regla general, el flujo vaginal normal nunca debe ser maloliente, sin importar su color o consistencia. Si hay demasiado flujo puede notarse un ligero olor a almizcle, pero si el olor es fuerte como a pescado, es posible que tengas una infección.
La mayoría de las veces, la secreción maloliente tiene un color blanco, verde, amarillo o gris, una textura pastosa que se siente muy cremosa cuando se frota entre los dedos, y puede estar acompañada por una serie de síntomas como picazón, hinchazón, ardor o dolor pélvico. Independientemente de si experimentas estos síntomas o no, siempre es una buena idea acudir al médico para asegurarse de que todo está bien.
¿Cómo controlar el flujo vaginal acuoso antes y después del período?
Cuando la cantidad de descarga vaginal aumenta hasta el punto de tener que cambiar constantemente la ropa interior o los protectores diarios, seguir estos consejos puede ser muy útil. Con algunas recomendaciones en cuanto a la higiene y el estilo de vida, debes ser capaz de gestionar este flujo aparentemente incontrolable y mantenerte fresca.
1. Lava tu zona íntima utilizando sólo agua. No trates de erradicar por completo la descarga mediante el uso de jabones perfumados y desodorantes, ya que esto puede empeorar el problema y dar lugar a infecciones.
2. Usa ropa interior de algodón holgada. La ropa apretada no permite que tu piel respire, haciéndola más susceptible a las infecciones.
3. Evita el uso de tampones y protectores diarios para absorber la descarga. Estos alteran el pH de tu vagina y eliminan las bacterias buenas de la flora bacteriana, creando un caldo de cultivo para el desarrollo de gérmenes e infecciones. Elije toallas sanitarias en su lugar, y cámbialas con tanta frecuencia como sea posible.
4. Límpiate de adelante hacia atrás para evitar que cualquier materia fecal llegue cerca o entre en tu vagina.
5. Come una dieta equilibrada. Los alimentos azucarados en exceso pueden causar un sobre-crecimiento de organismos Candida, lo que resulta en una infección por Candida.