Estos movimientos son particularmente beneficioso para las personas que sufren dolores en las articulaciones de las piernas que se proyectan en la espalda baja y la columna vertebral.
El talón es el hueso más grande del pie y distribuyendo nuestro peso corporal a través de él podremos mejorar nuestra postura y equilibrio.
Siéntate en un taburete o banco y coloca una toalla enrollada entre las piernas debajo de las nalgas. Asegúrate que las rodillas forman un ángulo de 90 °y que tu espalda esté recta durante todo la lección.
Levanta la parte delantera del pie derecho de manera que sólo el talón toque el suelo.
Pon las dos palmas de las manos sobre la rodilla y aplica una ligera presión mientras giras el talón (sin desplazarlo y sin torcer el pie) de lado a lado.
Repite varias veces y luego quita tus manos de la rodilla y deja que el talón toque varias veces sobre el suelo.
Haz la misma secuencia de movimientos con el pie izquierdo.
¡Disfruta tu nueva postura con más equilibrio y si te gustó, comparte!
Recuerda leer, las pautas a seguir, antes de empezar cualquier lección.
Fuente: Feldenkrais Online
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