Estrategias para manejar el acoso laboral
Fuente: Laura Corrochano
La psicóloga forense, Laura Corrochano, nos habla sobre el acoso laboral o mobbing y su influencia sobre la salud de las personas. En esta tercera parte nos explica cómo se desarrolla el acoso laboral y qué podemos hacer al respecto.
El Proceso del Mobbing comienza de forma insidiosa, poco a poco se va incrementando la magnitud del problema, llegando a límites que atentan contra la salud de la persona y donde es difícil retornar a la situación inicial.
Se desarrolla en varias fases:
Fase de Conflicto: Existe una problemática entre miembros de una organización por diferentes y variadas razones, que lejos de resolverse quedando en un incidente, se produce una cronificación del conflicto. Esta fase no constituye propiamente la situación de acoso.
Fase de Estigmatización: Se adopta por una de las partes la actitud y conductas de acosador, caracterizándose así comportamientos agresivos y ataques que ponen en funcionamiento la dinámica de acoso. El que se prolongue esta situación es por la evitación y negación del acosado, otros compañeros e incluso la dirección.
Fase intervención desde la organización: Hay ocasiones en las que alguien de la organización intenta mediar sobre la problemática surgida, por lo general suele ser de los niveles superiores, que toman medidas dirigidas a resolver el conflicto, si no se consigue el objetivo se pasa a la última fase
Fase de Exclusión: La persona acosada termina abandonando su puesto de trabajo, se pueden encontrar largas temporadas de baja laboral antes de abandonar finalmente la organización.
¿Qué estrategias se pueden utilizar para manejar situaciones de Moobing?
Observa las primeras conductas negativas dirigidas hacia ti, reconócelas y anticípate. Hacer uso de distintas habilidades, en mucha ocasiones va a permitir frenar el desarrollo del proceso.
Cada caso es único, el tipo y forma de expresión que pueden conformar la situación de acoso es distinto, por lo que las habilidades y estrategias varían, pero en la base se encuentra: reconocer actitudes y conductas que predispongan al conflicto y evitar el enfrentamiento violento, esto no quiere decir que hagamos uso del silencio.
Debemos comunicarnos y expresar nuestras disconformidades, desde el respeto y haciendo uso de una comunicación asertiva, expresaremos de forma clara lo que pensamos, necesitamos y sentimos, al mismo tiempo que tenemos presente los derechos, sentimientos y valores de los otros.
Esto va a permitir establecer límites en las relaciones con los demás de forma positiva, sin dañar las relaciones interpersonales, evitando así el desarrollo de conflictos.
Mostrar una figura que actúa de forma directa y con decisión, y que manifiesta la defensa de su dignidad y derechos dentro del lugar de trabajo.
Si la situación tiende agravarse buscar apoyos de superiores o de otros departamentos.
En el caso de observar que otro compañero puede estar siendo blanco de una situación de acoso, no ignorar el problema, ofrecer apoyo y ponerlo en conocimiento de la figura pertinente.
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Artículo original escrito por:
Laura Corrochano Cabo
Psicóloga forense
"Centro Médico C&C" Torrijos
Talavera de la Reina
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