Seguro que aún no te explicas porqué, si sigues la dieta al pie de la letra y vas todos los días al gimnasio, aún no te has quitado esos tres kilos que te sobran, cuando has perdido 10 kilos antes sin problema.
Te has parado a pensar que quizás la cuestión sea cambiar la rutina y no hacer siempre lo mismo. O a lo mejor hay algo que no funciona bien.
A continuación te voy a detallar unas pautas para que pruebes, no pierdes nada por intentarlo o quizás algún kilillo por el camino.
1.- Lo primero es revisar nuestra alimentación, no se trata de comer menos, un error muy frecuente a la hora de comenzar una dieta es dejar de comer, pero claro no caemos en la cuenta de que nuestro cuerpo es muy listo y si no lo alimentamos debidamente, el almacenará automáticamente los poco nutrientes que ingiramos transformándolos en energía o en su defecto en grasa.
SOLUCIÓN: Lo de comer 5 veces al día es una buena manera, pero de no poder ser, lo único que podemos hacer es darle al cuerpo los alimentos que necesita. Adapta tu dieta a tu vida, tu alimentación debe proporcionarte suficiente energía o calorías en forma de grasas sanas, carbohidratos integrales, proteínas limpias, vitaminas, minerales, agua, fibra y Fito nutrientes para estar sana, entrenar con vitalidad y llegar al final del día sin hambre. Si la dieta no es variada, es restrictiva, complicada de seguir o requiere analíticas médicas, suplementos, batidos, vitaminas y minerales, no te va a funcionar por mucho tiempo. Adelgazar debe ser un proceso simple, barato y natural, no un sacrificio para pasar hambre durante unos meses.
2.- Suena a tópico pero es cierto, comer solo verdura o fruta (mal), debemos introducir proteínas en todas las comidas que hagamos. Cada vez son más los estudios que recogen y demuestran la importancia de las proteínas limpias en la dieta para perder peso y, aunque cuesta conseguir buenas proteínas sin recurrir a los suplementos proteicos, no es difícil ni imposible. los cortes de carnes rojas sin grasa, carne de ave como pollo y pavo, huevos, lácteos como leche, quesos, yogures y leches fermentadas, pescados blancos y azules, mariscos y proteínas vegetales de legumbres como soja y derivados (tempeh, tofu, etc.), leches vegetales (almendras, arroz, soja), seitán y otras carnes vegetales, setas y frutos secos.
SOLUCIÓN: Tener a mano siempre yogures naturales sin azúcar, huevos duros, jamón serrano y cecina, lacón, latas de pescado o pollo cocinado. Y tener en la nevera siempre alimentos frescos proteicos como carnes, aves, huevos y pescados ya limpios para hacer al grill o a la plancha en 10 minutos como segundo plato después de un primer plato de verduras o ensaladas.
3.- El último y quizás el más importante, te estancas en una rutina, sigues las misma diete semana tras semana al igual que repites tus entrenamientos día tras día, a esto se le denomina ZONA DE CONFORT , para mejorar necesitas atreverte a dar el salto a lo desconocido y empezar a experimentar fuera de tus hábitos más arraigados. Nuestro metabolismo se adapta rápidamente a los cambios, recuerda cuanto te costó cambiar tu alimentación la primera vez que adelgazaste.
SOLUCIÓN: Cambiar tu dieta y entrenamiento, lo ideal es evitar las dietas de moda e ir introducción alimentos de temporada para que nuestros platos vayan variando, en el entrenamiento, lo ideal sería contar con un entrenador que nos cambie la tabla cada mes y medio o ir variando las clases un día ZUMBA al otro CROSSFIT, de este modo nuestro cuerpo no se acostumbrara y le será más fácil quemar las reservas de grasa.
Con esto solo espero que consigas por fin, quitarte esos 2 kilillos de más que tanta guerra nos dan.