Dolor pélvico o calambres después de la ovulación: causas
Cuándo vas a ovular se producen varios cambios en tu cuerpo. El folículo que ha estado albergando al óvulo maduro se rompe para liberarlo, la progesterona comienza a dominar el entorno y los niveles de estrógeno caen en picada, se rompen algunos vasos sanguíneos y aumenta tu temperatura corporal basal. De repente tus pantalones vaqueros se sienten un poco más ajustados de lo habitual y tu abdomen está hinchado, como si acabaras de comer un enorme plato de golosinas. Todos estos son síntomas comunes de la ovulación. Pero veamos a qué se debe el dolor abdominal que persiste después de la ovulación:
Estiramiento excesivo del ovario Cada mes en el interior de un ovario comienzan a madurar entre 15 y 20 óvulos, pero sólo uno de ellos alcanza la madurez completa y se libera durante la ovulación. Este proceso es bastante aleatorio, significa que un mes puede ovular el ovario derecho y el mes siguiente puede ovular el ovario izquierdo.
El óvulo maduro se encuentra dentro de un saco lleno de líquido conocido como folículo. Justo antes de que el óvulo sea liberado este saco se extiende, haciendo que la membrana que recubre al ovario se estire y cause presión o calambres leves. El dolor puede durar desde unos pocos minutos hasta 24 horas, o algunas veces más. Algunas mujeres, naturalmente, no experimentan ninguna molestia, mientras otras llegan a sentirse muy mal. La ubicación del dolor depende del ovario que libera el óvulo.
Ruptura de vasos sanguíneos Para que el óvulo sea liberado, un folículo debe reventar. Cuando esto sucede los vasos sanguíneos cercanos se rompen y provocan molestias adicionales. Los músculos de las trompas de Falopio se contraen cuándo vas a ovular, ejerciendo una presión adicional en tu área abdominal. El malestar puede durar un par de horas, pero no más de 12-16.
Estreñimiento después de la ovulación El estreñimiento puede causar malestar abdominal por sí solo, pero cuando ocurre durante la ovulación, el resultado es un episodio de calambres de leves a severos. Esto puede evitarse fácilmente si te aseguras de permanecer bien hidratada en esa etapa. Bebe al menos ocho vasos de agua y considera el consumo de verduras y frutas con un alto contenido de agua, como pepinos, melones, manzanas y ciruelas pasas. Si tu dieta carece de fibra es posible que desees incluir otros alimentos ricos en fibra como las nueces.
¿Todavía tienes calambres pocos días después de la ovulación?
Muchas mujeres se quejan de dolor de la ovulación hasta 2 o 3 días después de la misma. ¿Esto es normal? Si los calambres permanecen por uno o dos días después de la ovulación no debe haber problemas, pero si han pasado ya 4 días entonces debes hacer una visita al ginecólogo. Algo más serio puede estar pasando.
En primer lugar debes tratar de determinar si realmente has ovulado en el momento que creías. Muchas mujeres recuerdan mal esta fecha. Si las fechas no coinciden, entonces probablemente has ovulado más tarde de lo previsto. Eso explicaría por qué estás experimentando los dolores y el malestar en este momento. Asegúrate de anotar la fecha en un calendario para no equivocarte accidentalmente la próxima vez.
¿Calambres una semana después de la ovulación?
Si has ovulado hace una semana, pero aún experimentas calambres pélvicos, esto puede ser una señal de síntomas premenstruales. Algunas mujeres comienzan a notarlos mucho antes de que el período comience. En este caso pueden existir otras molestias como hinchazón, náuseas, sensibilidad en los senos y diarrea o estreñimiento.
Otras posibles causas de los calambres después de la ovulación
Estas son algunas de las condiciones que causan calambres o malestar pélvico mucho después de la ovulación:
La enfermedad inflamatoria pélvica. Es una condición que resulta de no tratar ciertas enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea y la clamidia. La enfermedad inflamatoria pélvica puede causar daños permanentes en los ovarios, el útero y las trompas de Falopio, es la causa número uno más tratable (y evitable) de infertilidad femenina.
Los fibromas uterinos. Los fibromas crecen sobre o dentro de la pared del útero. A pesar de que a menudo se denominan como tumores, los fibromas no son cancerosos. Causan presión en el abdomen, dolor de espalda, menstruaciones abundantes, dolor durante el sexo y dificultad para quedar embarazada. Los fibromas uterinos son más comunes en mujeres de entre 30 y 40 años.
Los quistes ováricos. Todos los meses maduran entre 15 y 20 óvulos dentro de los ovarios, pero solo uno es liberado en la mitad del ciclo. Para liberar al óvulo, el folículo que lo contiene debe estallar. A veces el folículo no se rompe, o se rompe y vuelve a cerrarse, tornándose hinchado y acumulando líquidos. De esa forma surgen los quistes ováricos, que aunque son inofensivos y generalmente desaparecen por sí solos, pueden causar calambres e inflamación. Si un quiste explota puede causar dolor repentino e intenso, suficiente como para ir directamente a la sala de emergencias.
Apendicitis. Los síntomas de la apendicitis son similares a la ovulación, ya que van desde dolor abdominal en el lado derecho hasta dolor en la vagina y fiebre. Si usted experimenta cualquiera de estos síntomas, asegúrese de informar a su médico ya que la apendicitis puede convertirse en un problema potencialmente mortal si no se trata a tiempo.
Cálculos renales. Estas piedras son esencialmente acumulaciones de sal y minerales que no son expulsados de nuestro cuerpo. Por lo general los cálculos renales causan dolor pélvico, flujo de color rosa, con manchas de sangre y orina con sangre.
El síndrome del intestino irritable. A pesar de que los médicos no saben cuál es su causa exacta, el síndrome del intestino irritable puede interferir drásticamente con las actividades del día a día. Causa dolor de estómago, hinchazón pélvica y diarrea o estreñimiento. No existe un tratamiento definitivo para este síndrome, pero un especialista puede recomendar medicamentos para aliviar los síntomas y hacer que sean menos molestos.