Siempre están ahí y por ello muchas veces no les prestamos atención, pero la higiene bucal y de nuestros dientes pueden agravar nuestra enfermedad, nuestras glucemias y acelerar la aparición de otras complicaciones. Por ello no solo basta con limpiar nuestros dientes, sino que además debemos tener un control y unas revisiones supervisadas por un profesional. Aquí os explico un poco más y os doy algunas recomendaciones.
Desde hace ya algunos años, numerosos estudios advierten que la diabetes y las enfermedades periodontales están directamente relacionadas y que el paciente diabético es más propenso a sufrirlas si no lleva un adecuado cuidado y limpieza de sus dientes y encías. Hablando de datos y contando con personas que no tienen diabetes, en España el 10-15% de los adultos tendría las encías sanas, el 50-60% tendría gingivitis (inflamación y sangrado de las encías) y el 25-38% periodontitis (es el paso siguiente a la gingivitis, donde el hueso se va desgastando o incluso llega a perderse, también es conocido como piorrea).
No obstante y a pesar de la relación existente, si nos preocupamos en mantener una buena higiene bucal, tendremos el mismo riesgo que una persona que no padezca ninguna enfermedad crónica. Pero ¿qué pasa si vamos al dentista y nos detecta alguna de las complicaciones mencionadas?
- Nos pondrán un tratamiento.
- Si teníamos un mal control de nuestras glucemias, con el tratamiento puede que mejore notablemente.
- Se deberán realizar revisiones periódicas y evaluaciones bucodentales.
- El tratamiento de la gingivitis y la periodontitis es de por vida, por ello tendremos un tratamiento y unas indicaciones especiales de cepillado, además de tenernos que realizar de manera más frecuente limpiezas (profilaxis).
- El paciente decide si quiere o no hacerse el tratamiento, pero se suele aceptar ya que no llevarlo a cabo puede producir la pérdida de las piezas dentales y empeorar el cuidado y la aparición de complicaciones tempranas en la diabetes.
Si no nos han diagnosticado nada, los síntomas son fáciles de detectar:
- Encía enrojecida, con sangrado o inflamación.
- Pus en las encías
- Mal sabor de boca
- Dientes más altos, la encía se retrae. Dientes flojos que se mueven.
- Espacio cada vez mayor entre los dientes
- Sarro en los dientes
Algunos de los consejos que da la SEPA (Sociedad Española de Periodoncia) son:
Actuar dos veces al día de la siguiente forma
Cepillar los dientes y encías con dentífrico
Usar seda dental o cepillos interdentales que entren en pequeños huecos donde se puede acumular la comida
Usar colutorios (enjuagues bucales)Cada tres meses
Renovar el cepilloCada seis meses
Acudir al dentistaDe este modo y si somos diagnosticados de alguna de las enfermedades mencionadas anteriormente, con un adecuado tratamiento periodontal se puede conseguir una reducción de las glucosas similar a las que se obtienen con los fármacos que usamos para llevar la diabetes a raya y parar el avance de la enfermedad.