También se le conoce como: cefalea histamínica, cefalea de Horton, cefalea acuminada, cefalea en acúmulos, cefalea en salvas y cefalea en brotes. A nivel menos científico, cefalea suicida, por la gran intensidad del dolor. De hecho, está considerada por la ciencia médica como uno de los dolores más fuertes que puede sufrir un ser humano.
Esta cefalea está caracterizada por un dolor de gran intensidad, unilateral y que se presenta en la zona del nervio trigémino, acompañado con lagrimeo, secreción y congestión nasal, inflamación en la sien, enrojecimiento del párpado y alrededor del ojo, e incluso pérdida del conocimiento.
Este tipo de cefalea suele aparecer de manera recurrente en determinados períodos del año, normalmente de uno a tres meses, y suelen coincidir en las mismas fechas del año en las que el paciente las padeció anteriormente. Cabe recalcar que aparecen de forma progresiva, alargando e intensificando su efecto conforme pasan los años.
Suelen ser crisis continuadas, el número de crisis que ocurren en este periodo son variadas, ya que se pueden presentan como una cada varios días, o hasta varias en un mismo día, dependiendo de cada persona. Su duración aproximada es de entre los 15 a 180 minutos y muchas veces la personas que padecen esta enfermedad las presentan por las noches.
Aunque se desconocen las causas exactas, médicos han indicado ciertos factores desencadenantes que se deben evitar como:
- Consumir alcohol
- Consumir tabaco
- Ingerir alimentos ricos en nitritos (tocino y carnes en conserva)
- Ingerir bebidas con cafeína
- Ingerir ciertos medicamentos
Tratamiento
Este tipo de cefalea puede ser muy difícil de tratar, se recomienda intentar diferentes alternativas para encontrar el tipo de tratamiento más eficaz.
Debido a que el dolor de cabeza se repite constantemente, es necesario establecer 2 etapas en el tratamiento:
- El primer dolor causado en el periodo, tendrá que ser controlado.
- Los dolores de cabeza posteriores, tendrán que prevenirse.
Opciones de tratamientos:
- Inhalación de oxígeno puro con alto flujo (15 litros por minuto) suministrado con mascarilla.
- Verapamilo, medicamento que relaja los vasos sanguíneos, aumentando el flujo sanguíneo y la oxigenación del corazón.
- Triptanes, medicamentos capaces de detener una crisis en 15 minutos.
- Corticoides, medicamentos de transición, ya que su uso es de corta duración y el efecto se aprecia después de unos días.
Es importante recalcar que ninguno de los tratamientos mencionados están exentos de riegos ni tienen una eficiencia al 100%, por lo que es recomendable acudir a un neurólogo para determinar la mejor opción en caso de presentar los síntomas frecuentes de la cefalea en racimos.