Hace poco en una de las clases un profesor dijo:
“Si un día sales de fiesta y bebes mucho al día siguiente tendrás efectos muy fuertes de la resaca.Lo que hay que hacer es al día siguiente beber un poco de alcohol”.
Pues bien,nos miramos entre todos y más de uno se empezó a reír porque no le encontrábamos sentido a lo que decía.
Y entonces nos explicó que si después de beber alcohol el cuerpo debía volver a un estado de normalidad de golpe,al beber un poco de alcohol al día siguiente (sólo un poco) el cuerpo lo asimilaba mejor.
Con ésto no quería hablar de la resaca si no de los principios del entrenamiento. Más concretamente introducir el de supercompensación.
Si yo someto a mi cuerpo a una carga muy fuerte va a necesitar un período de recuperación,y hasta que no se supera este estado no se debe aplicar ningún esfuerzo para que la recuperación alcance su máximo.
La recuperación es el período de tiempo que existe entre la aplicación de dos estímulos y puede ser activa (realizando ejercicios más suaves) o total (cesando la actividad por completo).
En este período no sólo se busca recuperar las energías perdidas, también acumular potenciales de trabajo superiores al nivel de antes.
Según Ozolin el tiempo de restauración es de 12-24 horas para ejercicios de agilidad, 24-48 horas para los ejercicios de fuerza de grupos musculares grandes y de 24-86 horas para los que desarrollan la resistencia especial. Si en los días siguientes no se realiza ningún entrenamiento, la capacidad del organismo va disminuyendo progresivamente hasta desaparecer.
Y si los descansos son muy breves se produce sobreentrenamiento por no haber permitido la recuperación del organismo.
Si aplicamos cargas con demasiado tiempo entre ellas se producirá un estancamiento del rendimiento,por eso se debe hacer un plan de entrenamiento y realizar actividad física con continuidad.
Aquí os dejo una gráfica para resumir la explicación: