La actividad física, para unos significa sufrimiento pero para otros puede significar algo distinto: un placer pero también una manera de desahogarse, de relajarse, desestresar y pensar en otras cosas que en los problemas de nuestras pequeñas existencias.
Cada persona que empieza a hacer ejercicio tiene su motivación personal: una preocupación por llevar una vida cada vez más sana, perder peso, sentirse mejor consigo mismo, alejarse de una depresión causada por cualquier motivo, etc...
Pero cuando uno empieza y se mantiene en su objetivo y persevera día tras día, acaba por engancharse y acaba por tener al deporte como filosofía de vida. Además, nos inculca una serie de valores importantes como son la perseverancia, la constancia, la determinación, etc...
El ejercicio físico es algo placentero que, si lo practicamos en solitario, permite pensar y aclarar la mente, hablar consigo mismo, pensar en nuestros problemas y encontrar soluciones, o también olvidar los problemas y desahogarnos del estrés que nos causan experimentos cotidianos. Seguramente no encontremos todas las soluciones a nuestros problemas, pero por lo menos, permite desconectarnos un rato de la rutina, meternos en una burbuja imaginaria en la que nada ni nadie nos puede afectar negativamente. Un momento para sí mismo, un momento necesario para no acabar harto de todo y eso, aunque tengamos un día muy ajetreado. Unos minutos de pausa que contribuye a recargar energías y ánimos para seguir adelante con nuestras vidas.
Eso pasa con cualquier actividad de ocio que nos complace. Que sea pintar, escuchar música, ir al cine, tejer, leer, etc...
A fin de cuentas, el deporte o cualquier otro hobby, nos hace sentirnos feliz, aunque sea sólo por un momento. Y nunca es tarde para empezar algo que nos gusta y nos llena de positividad.
Lucía nunca fue una gran deportista hasta que un día lo probó en serio y se enganchó. Ver que, cada vez más, es capaz de hacer cosas que antes pensaba que no podía conseguir haciendo deporte, le permite seguir adelante con su vida, tener objetivos. Aunque a veces, es verdad, le gustaría rendirse. En esos casos, vuelve a pensar en el por qué de todo esto, de esos sacrificios, de esa nueva filosofía de vida... y sigue insistiendo. El deporte le vuelve a dar valor y coraje frente a las exigencias y las barreras de la vida.