Los ejercicios de Kegel, son un concepto que nació hace ya varias décadas, pero que solo hasta ahora comienzan a tener un modesto auge capaz de llegar a especialistas médicos, pacientes con ciertas necesidades y practicantes de la medicina alternativa en todas sus formas. Y como pueden parecer desconocidos, hemos creado este artículo en donde te explicamos qué son, cómo practicarlos y cuáles son sus beneficios, para que comiences ahora mismo con rutinas y mejores tu calidad de vida.
¿Qué son?
En la década de los 40, la medicina obviaba por completo la existencia del suelo pélvico (o músculos pélvicos), así que existían miles de problemas relacionados con esta zona (dolores, sensaciones extrañas, hernia discal lumbar, etc.) y ninguna solución efectiva para controlarlos. Ya en 1948, el Dr. Kegel ideó una serie de movimientos que parecían ser muy efectivos, a fin de poder fortalecer esa zona muscular y terminar de raíz con las dificultades que existiesen. Desde entonces, este tipo de ejercicios llevan el apellido de quien los creó y se han vuelto parte de las rutinas de centros de especialistas y de algunos pacientes.
¿Para qué sirven?
Los músculos que te mencionamos (pélvicos), componen una serie de lugares estratégicos para controlar los desechos fisiológicos: orina y materia fecal. De este modo, la contracción que se hace mediante los ejercicios, favorece al ano, la vejiga y los esfínteres y por ende la persona que los realiza, tendrá un mejor control de su cuerpo.
¿Cómo se practican?
El objetivo primario de los ejercicios de Kegel, es contraer los músculos que cierran los esfínteres, es decir el ano y la uretra y que a su vez sujetan los órganos de la pelvis como la vejiga, la vagina y el útero, y el recto. Se realizan en el suelo o sobre alguna superficie plana y se ubica de forma correcta la columna vertebral (que debe estar elongada), y la pelvis en una posición neutra. Ya así, se realizan entre 8 y 12 contracciones, cada una durará entre 3 y 10 segundos, repitiendo esto hasta 3 veces. Se toman 20 segundos de descanso y se vueleve a contraer el recto, el ano y la uretra.
Lo ideal es notar los efectos positivos, a la tercera semana de práctica diaria, aunque en algunas personas esto puede tardar más por distintos motivos.
¿Cuáles son los beneficios?:
Tendrás un mayor y mejor control de los esfínteres, por lo cual es ideal en niños, adultos mayores o personas con dificultades intestinales.
Prácticamente se eliminará el dolor de espalda baja.
Las mujeres embarazadas, gozarán de un parto más sencillo, evitando la perdida de orina durante el último trimestre y recuperando rápidamente la tonificación del suelo pélvico.
En mujeres afectadas por prolapsos, se disminuirán los síntomas, mientras que las que no lo tienen, marginarán las posibilidades.
En mujeres afectadas por la menopausia, disminuirá la probabilidad de cambios extremos en sus órganos por cuenta del trastorno hormonal.
En deportistas para mitigar los efectos de los ejercicios y los impactos de los mismos en el suelo pélvico.
En los hombres, mejorará la calidad de las erecciones y retrasaran las eyaculaciones fin de sentir más placer.