En breve podremos disfrutar de una nueva Navidad, así que ¿qué os parece si reflejamos en nuestro hogar las energías que deseamos transmitir a los demás?
Este árbol de navidad combina los tonos rojos y blancos tan típicos de estas fiestas y que mútuamente realzan sus virtudes. Junto al rojo el blanco se ve más blanco y viceversa.
¿Quién no disfrutaría comiendo con la familia o amigos en un día frío y soleado de invierno con esta decoración? Una buen caldo para entrar en calor y un rioja Gran Reserva parecen pedir a gritos presidir esta bella mesa.
Sencillas servilletas de lino blanco, lazos rojos, unas ramitas de romero y unos cubre manteles a rayas blancas y rojas son suficientes para decorar nuestra Navidad. Por último, el acebo aporta el toque natural al conjunto. ¡Viva la Navidad!
Aunque aparentemente no tienen un hilo conductor, si nos fijamos el rojo está presente en varios elementos importantes como el sofá clásico, las cortinas, el estor, la lámpara, las flores, algunos platos o la camisa de leñador colgada de la puerta.
Todo sobre un fondo claro que junto a la ventana de cuarterones y a la madera, acaban de aportarle el toque campestre. Un sueño para los amantes de lo natural.
Nada más bello para poner la guinda a estas fiestas que conseguirán que os sintáis llenos de alegría y dulzura, esa dulzura tan necesaria para alegrar nuestras vidas.
¿Apuestas por el rojo? Si es así, no te olvides del blanco, su compañero inseparable con el que conseguirás que tus fiestas se conviertan en la más dulce Navidad.
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