Si lo hacemos con más gusto, es porque ponemos más el corazón en estas tareas. Poner la mesa de la cena de Navidad es siempre algo entrañable; más aún, importante. Porque está significando que allí van a reunirse personas que nos importan. En este sentido, la Navidad también nos ayuda a darnos cuenta de qué es lo que valoramos. Y traducirlo en forma de cuidado de la casa (por ejemplo, la preparación cuidadosa de una cena especial) es una forma que cualquier cultura se ha encargado de plasmar en sus costumbres.
Así que desde este blog, muy feliz Navidad a los que nos leen, con el deseo de que éstas sean unas fiestas en las que nos volquemos en la familia, sobre todo a través de nuestra dedicación incondicional al lugar que la acoge: la casa, el hogar.