Cuatro adolescentes universitarias ingiriendo alcohol...
La voz de alarma ha despertado ante la cada vez mayor disposición de los adolescentes a dejar de comer para compensar el aporte calórico de bebidas alcohólicas.
Esta combinación entre desórdenes alimentarios y problemas de alcoholismo focalizados (intoxicación de fin de semana) se denomina drunkorexia y ya se ha convertido en una de las principales enfermedades adolescentes en Estados Unidos y se extiende a otros lugares. La postura de los médicos es clara; el alcohol perjudica la salud y si se combina con la privación de ingesta de alimentos el día después a una intoxicación esto se agrava enormemente.
Síntomas para detectar la drunkorexia
Esta enfermedad supone todo un desafío para psicólogos y nutricionistas por su heterogénea etiología y por la incapacidad de detectarla como un ente aislado. Muy al contrario para conseguir determinar si un adolescente padece drunkorexia se han de tener en cuenta varios comportamientos físicos y conductuales que, en muchos casos, están directamente asociados con otros factores como la exposición excesiva al alcohol o la obsesión extrema por la condición física y la estética.
El alcohol, desencadenante de la drunkorexia
Actualmente, la mayor parte de la población comprendida entre los 13 y los 18 años bebe regularmente. Esto se incrementa durante la etapa universitaria para después disminuir a la edad de 26 a 30 años. Sin embargo, entre los trece y los veinticinco años cada vez son más los adolescentes que beben excesivamente todos los fines de semana. La aceptación social del alcohol unido a la permisividad por parte de la esfera política impiden que el alcoholismo adolescente o de fin de semana sea tenido en cuenta como una enfermedad.
Drunkorexia y trastornos alimentarios
Una preocupación generalizada por la estética, especialmente en el caso de las mujeres a las que se les exije un físico imposible, ha sido el principal factor que ha incrementado la existencia de drunkorexia. Ya que, por un lado, el alcohol es el principal medio de diversión de los jóvenes en España y, por otro, la imagen resulta una de las principales preocupaciones de las adolescentes hoy en día. Si unimos ambas cosas da como resultado la drunkorexia.
Prevención de la drunkorexia
Esta enfermedad adolescente es muy difícil de tratar y, aún más, de prevenir. El entorno social ha aceptado el alcohol como medio de diversión y el culto a la imagen como bandera del éxito. Sin embargo, no está todo perdido. Una buena educación paternal unida a una aceptación del cuerpo y la existencia de hobbies y actividades que alejen al joven del alcohol pueden dar como resultado un adolescente saludable.
Tips para prevenir la drunkorexia:
? Realización de ejercicio. Está demostrado que el ejercicio disminuye la ansiedad, estabilzia el estado de ánimo y sienta bien psíquica y físicamente a quién lo practica.
? Hobbies alternativos. Ocurre a menudo que los jóvenes no tienen "nada que hacer", es decir, no realizan actividades que les apasionen y mantienen la mayor parte del tiempo desocupado. Esta ausencia de objetivos también es un factor que desarrolla la enfermedad de la drunkorexia.
? Conocimiento del propio cuerpo. El desconocimiento y la alteración de la automigen se dan a etapas cada vez más tempranas. Es necesario reforzar la imagen del adolescente.
Tratamiento de la drunkorexia
Aun no existe tratamiento para este desorden pero toda la información acerca del tema que haya sido recopilada hasta el momento se haya en la página oficial de la Asociación de la Defensa de la atención de la anorexia nerviosa y la bulimia.
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