Las mascotas llegan a ser tan importantes para la familia que se ganan todo el amor y cuidado necesario hasta el punto de ser tratados como un humano más al cual vestimos y llevamos a dormir a nuestro lado.
Julieta no quería separarse de su perrita Candy ni de noche ni de día, dormía abrazada de esa tierna bola de pelos que la despertaba con dulces lamidas. Con el tiempo empezó a presentar cuadros febriles y le diagnosticaron meningitis.
¡Cuidado con tu salud!
De las 250 enfermedades zoonóticas conocidas más de 100 corresponden a la convivencia de personas y sus animales domésticos.
A pesar de las normas de higiene que se impongan, los animales caseros, por muy vacunados y saludables que se mantengan, también son transmisores de infecciones a través de los parásitos, bacterias y virus que portan de forma natural.
Entre las infecciones más frecuentes transmitidas a las personas luego de dormir con su perro o su gato, por besarlos o por recibir lamidas se cuentan el anquilosotoma, la tiña, los nemátodos, la enfermedad del arañazo de gato, las infecciones por estafilococo resistentes a los medicamentos, problemas respiratorios o de alergia. Adicionalmente a esto, los especialistas sostienen que estas personas suelen desarrollar trastornos del sueño.
Algunos de los argumentos científicos que apoyan esta idea explican que lo que más afecta es la postura en la que duerme el perro, además de la diferencia de temperatura entre los humanos y los animales, aunado a que algunas mascotas roncan o pueden causar arañazos.
Los ciclos de sueño de los animales son distintos a los de las personas, de hecho, investigaciones señalan que quienes duermen con perros o gatos tardan más en conciliar el sueño y se despiertan varias veces en la noche por ronquidos.
No siempre es contraindicado dormir con tu mascota
Tener una mascota puede ser beneficioso para la salud emocional y mental de las personas, también ayudan a reducir la presión arterial, incrementan la actividad física, reducen el estrés, alivian la depresión, son excelente compañía para ancianos y niños y mejoran el estado de ánimo. Pero es importante entender que humanizar esta relación al punto de dormir con ellas a veces implica un riesgo a la salud.
Para muchos psicólogos compartir la habitación con la mascota es una buena estrategia para atender el miedo de un niño que le teme a la oscuridad o el de una persona que atraviesa episodios de depresión.
Normas importantes para esta convivencia
La higiene es fundamental para que esta estrecha convivencia con tu mascota resulte lo más segura posible.
Asegúrate de que tu perro o gato tenga las vacunas correspondientes y sean desparasitados.
En el caso del perro habitúalo al baño regular así como la revisión del pelaje para detectar pulgas, garrapatas y gusanos. También es necesario que hagas examinar a tu mascota regularmente por un veterinario.
De ser posible, permite que duerma en el cuarto mas no en tu cama, puedes acondicionarle un lugar cómodo para y seguro para ti.