Acarrea un gran costo, en vista de la disminución de la productividad y a la inversión del sector salud debido a que debe estudiarse su causa.
En pacientes menores de 45 años, este síntoma es la principal causa de incapacidad.
Es el segundo motivo de consulta más frecuente en Norteamérica.
Ocasiona incapacidad crónica en aproximadamente un 1% de los pacientes que la padecen.
Con frecuencia, el dolor de espalda se presenta como la manifestación de una alteración en la columna vertebral y dependiendo del segmento en donde esté la lesión, el dolor puede presentarse más arriba (dolor de cuello) o más hacia abajo (lumbalgia), el médico se encargará de estudiar la probable causa de dicha dolencia.
Factores de riesgo para el dolor de espalda:
Los siguientes son factores de riesgo que puede tener una persona y que orientan a que la causa del dolor de espalda sea estructural.
Datos del interrogatorio:
El dolor empeora durante el reposo o la noche.
Antecedente personal de cáncer.
Antecedente de infección crónica (en especial las que son de piel, vías urinarias y respiratorias).
Incontinencia.
Antecedente de traumatismo.
Edad mayor de 50 años.
Abuso de drogas por vía intravenosa.
Uso de glucocorticoides.
Antecedente de déficit neurológico de rápida evolución. Datos del examen físico:
Fiebre inexplicada.
Pérdida de peso inexplicada.
Dolor a la percusión en la columna.
Masa localizada en abdomen, recto o pelvis.
Déficit neurológico focal progresivo. Causas del dolor de espalda:
El dolor de espalda puede deberse a múltiples causas, incluso algunas veces puede estar ocasionado por situaciones de alta carga emocional o por un cuadro de estrés, sin embargo, con frecuencia, la causa se encuentra localizada en la columna. En el cuadro que se muestra a continuación, se agrupan las causas más frecuentes:
Las causas más comunes, serán descritas en breve.
1.- Anomalías congénitas de la región lumbar:
Espondilólisis:
Este es un defecto óseo que se localiza en la porción interarticular de las vértebras, en la mayoría de los casos es bilateral y puede deberse a una fractura por sobrecarga en una porción con anomalía congénita.
Muchas veces es asintomática, sin embargo, constituye la causa más frecuente de lumbalgia en adolescentes, siendo desencadenado en algunas oportunidades por la actividad física.
El diagnóstico puede establecerse al realizar una radiografía de columna vertebral en proyección oblicua o con una tomografía computarizada.
Espondilolistesis:
Es el deslizamiento anterior del cuerpo de la vértebra, por lo que los elementos posteriores quedan detrás, esta es una anomalía que se presenta más frecuentemente en mujeres y suele vincularse con espondilólisis y enfermedades degenerativas de la columna.
A pesar de que puede ser asintomático, puede provocar dolor lumbar, lesiones de las raíces nerviosas o estenosis asintomática de la columna.
En el examen físico, a la palpación puede haber sensibilidad en la zona en donde el segmento se ha deslizado hacia adelante, también puede percibirse un escalón que se forma por lo elementos posteriores del segmento superior de la articulación.
El tratamiento consistirá en una intervención quirúrgica en aquellos pacientes que tengan más de un año con el dolor y que el mismo no haya respondido a medidas conservadoras (reposo y fisioterapia), que presenten déficit neurológico progresivo, marcha anormal, deformaciones posturales o escoliosis. Espina bífida oculta:
Es un defecto del cierre de uno o varios arcos vertebrales, tanto las meninges como la médula espinal están indemnes; la mayoría de estos casos son asintomáticos y suelen diagnosticarse de forma casual cuando se valora a un paciente con dorsalgia, encontrándose sobre el defecto una depresión pequeña o un lipoma.
Síndrome de compresión medular:
Es un trastorno progresivo que puede deberse a un síndrome de cola de caballo o a una mielopatía.
Se presenta con mayor frecuencia en adultos jóvenes, los cuales se quejan de dolor perineal o perianal, el cual puede estar desencadenado por traumatismos menores.
El diagnóstico se establece mediante estudios neuroimagenológicos, en los cuales se evidencian un cono de ubicación baja y un filum terminale corto y engrosado. 2.- Traumatismos:
En pacientes que tienen lumbalgia e incapacidad para mover las piernas se debe sospechar de una fractura o luxación de la columna, mientras que si la fractura se ubica por encima de L1, se sospecha de compresión de la médula espinal. Se debe inmovilizar la espalda con el objetivo de no agravar la lesión de la médula espinal o de las raíces nerviosas, mientras se esperan los resultados de los estudios radiográficos.
Torceduras y distensiones: Estos términos engloban las lesiones productos de levantamiento de objetos pesados, caídas o desaceleraciones súbitas (como las que se observan en accidentes de tráfico). En estos casos, las lesiones no suele ser tan específicas y las personas solo refieren dolor en la espalda que no se irradia ni a piernas ni a nalgas.
Fracturas vertebrales traumáticas: La mayoría de las fracturas de las vértebras lumbares se producen por mecanismos de compresión o flexión, que generan una cuña o compresión anterior, lo que puede deberse a caídas desde alturas, accidentes de tráfico o lesiones directas. Hay traumatismos tan graves que pueden asociarse a fractura-luxación o incluso a una fractura por estallido, en donde no solo se ve afectado el cuerpo vertebral sino también los elementos adyacentes. En vista del compromiso neurológico de este tipo de lesiones es necesario el tratamiento quirúrgico temprano. 3.- Enfermedad de los discos lumbares:
Este trastorno es una de las causas más frecuentes de dolor de espalda crónico y recidivante, suele acompañarse de dolor en las piernas y la lesión se localiza con frecuencia en L4-L5 y L5-S1, aunque no se conoce su causa, un factor de riesgo importante para su desarrollo es el sobrepeso.
El dolor se puede ubicar en la zona baja del dorso y su irradiación puede ser hacia la extremidad pélvica, el glúteo o la cadera.
Cuando es una discopatía grave, el núcleo puede salir a través del anillo, originándose así una hernia discal, la cual pudiera lesionar la raíz nerviosa por compresión, inflamación o ambos; como consecuencia se producen grados diversos de desmielinización y pérdida axonal.
Hay disminución de la sensibilidad e hiporreflexia, además se acompaña de alteraciones motoras como debilidad focal, atrofia muscular o fasciculaciones.
La mayoría de las veces, las manifestaciones clínicas son unilaterales, sin embargo, cuando son hernias discales centrales que comprimen raíces nerviosas de forma simultánea, entonces los signos y síntomas son bilaterales.
A pesar de que las imágenes obtenidas con resonancia magnética o tomografía pueden demostrar protrusión discal o desgarros del anillo fibroso, muchas veces estas lesiones no guardan relación con la clínica que presenta el paciente.
La cirugía del disco vertebral está indicada en los siguientes casos: Debilidad motora progresiva producto de la lesión de la raíz nerviosa demostrada con exploración clínica o electromiografía; alteraciones funcionales intestinales o vesicales u otros signos de compresión de la médula espinal; dolor radicular incapacitante que no responde a tratamiento conservador mantenido durante al menos cuatro semanas e incapacidad recidivante pese al tratamiento conservador.
Síndrome de cola de cabello: Es una lesión de varias raíces lumbosacras dentro del conducto raquídeo; entre las manifestaciones clínicas están dorsalgia, debilidad y arreflexia de las extremidades pélvicas, anestesia y pérdida de la función vesical; dicha lesión puede ser causada por la rotura de un disco intervertebral lumbosacro, fractura de la columna lumbosacra, hematoma dentro del conducto raquídeo, tumores compresivos y otras lesiones expansivas. La terapéutica consiste en la descompresión quirúrgica, que muchas veces debe hacerse de emergencia para poder conservar la función motora y vesical, en casos de tumores metastásicos, entonces el tratamiento puede ser complementado con radioterapia o quimioterapia. 4.- Enfermedades degenerativas:
Estenosis raquídea lumbar:
Es el adelgazamiento del conducto raquídeo a nivel lumbar; esta puede ser de origen adquirido (en la mayoría de los casos, 75%), congénito o ambos.
A pesar de que esta alteración suele ser asintomática, cuando se presentan manifestaciones clínicas, estas no guardan relación con el nivel de estenosis y entre ellas están dolor de espalda, de los glúteos y de los miembros pélvicos, dicho dolor aparece al paciente estar en bipedestación o al caminar, aliviándose con el reposo.
Para el diagnóstico, está indicada la realización de la resonancia magnética.
Para el tratamiento, debe usarse primero el tratamiento conservador, que consiste en el uso de antiinflamatorios no esteroideos por vía oral, un programa de ejercicios y tratar el dolor en ataques agudos; pero, si el paciente no mejora con dichas medidas y continua presentando dolor que le impide realizar sus actividades cotidianas o que se acompaña de signos neurológicos focales, entonces está indicada la cirugía, con la cual, el 75% de los pacientes reportan una mejoría de la lumbalgia y el dolor de extremidades. Hipertrofia de las carillas articulares:
En estos casos, los síntomas que se presentan son idénticos a los producidos por hernias discales, esto producto de la compresión ósea resultante del proceso.
Estas lesiones pueden evidenciarse con estudios imagenológicos, ya sean radiografías simples de columna, tomografía computarizada o resonancia magnética.
El tratamiento consiste en la realización de una foraminotomía, que a pesar de ser una técnica invasiva, produce gran alivio de los síntomas en la mayoría de los pacientes que se someten a la cirugía. 5.- Artritis:
Esta ocurre generalmente en etapas más avanzadas de la vida, afectando principalmente la región cervical y lumbosacra.
Las manifestaciones clínicas incluyen dolor de espalda, que se acompaña de rigidez, exacerbado por el movimiento.
Esto puede evidenciarse mediante una radiología, tomografía o resonancia.
Algunas complicaciones de la artritis de columna incluyen la estenosis lumbar y las radiculopatías por compresión de las raíces nerviosas. 6.- Neoplasias:
La dorsalgia es la manifestación más frecuente de aquellas personas que tienen cáncer generalizado y generalmente está provocado por metástasis de las vértebras, siendo las más frecuentes:
Carcinomas (mamas, pulmón, vías gastrointestinales, próstata, riñón y tiroides).
Mieloma múltiple.
Linfoma de Hodgkin y no Hodgkin. En estos casos, el dolor es constante, sordo, empeora por la noche y que no alivia con el reposo. Cuando se sospecha de metástasis en columna, lo ideal es realizar una tomografía computarizada o una resonancia magnética con el fin de descartar o confirmar.
7.- Infecciones/Inflamación:
Osteomielitis vertebral:
El agente causal más común es el estafilococo, aunque algunas veces la infección puede estar ocasionada por el bacilo de Koch (conociéndose como enfermedad de Pott), dichos agentes infecciosos pueden provenir de un foco infeccioso primario que puede ser de las vías urinarias, la piel o de los pulmones.
Entre las manifestaciones clínicas están el dolor de espalda que se exacerba con el movimiento y no alivia con el reposo, sensibilidad sobre el segmento afectado y al realizar una sedimentación globular, sus resultados se encuentran por encima de sus valores normales, algunos pacientes pueden presentar fiebre o leucocitosis.
En las radiografías suele visualizarse el estrecho del espacio intervertebral con erosión de las vértebras adyacentes, pero la tomografía computarizada es más específica y sensible. Absceso epidural espinal:
Se suele presentar como un dolor de espalda que se agrava con el movimiento y la palpación, el cual se acompaña de fiebre; este puede provocar lesiones por compresión y se visualiza mejor con la resonancia magnética.
Aracnoiditis lumbar:
Hay fibrosis después de la inflamación, lo que provoca adherencias con radiculopatías, entre las causas de este trastorno están: lesión medular, operaciones lumbares múltiples, infecciones crónicas de la columna, hemorragia intrarraquídea, inyección intrarraquídea de glucocorticoides o anestésicos, cuerpos extraños.
Las manifestaciones clínicas son la dorsalgia, dolor de extremidades y cambios motores, sensoriales o reflejos. Con la resonancia magnética se pueden apreciar las raíces nerviosas agrupadas en sentido central.
Actualmente no se cuenta con una medida terapéutica eficaz, a pesar de que se han demostrado resultados diversos con la utilización de dichos métodos, como la cirugía o la infiltración de glucocorticoides. 8- Causas metabólicas:
Osteoporosis:
Puede estar acelerada por inmovilización o patologías sistémicas primarias como la osteomalacia, hipertiroidismo, metástasis de carcinoma, mieloma múltiple, hiperparatiroidismo o el uso de glucocorticoides; lo que provoca debilidad del cuerpo vertebral, produciéndose fracturas por compresión.
La única manifestación clínica es el dolor de espalda o dolor radicular, que se localizan y exacerban por el movimiento, desencadenados a veces por la palpación sobre las apófisis espinosas de las vértebras afectadas.
El diagnóstico consiste en realizar el interrogatorio y el examen físico, lo que hace sospechar de esta causa, pero se corrobora con estudios imagenológicos; específicamente las radiografías.
Uno de los métodos terapéuticos más eficaces para tratar las fracturas por compresión osteoporóticas, es la vertebroplastia percutánea, cuyas indicaciones son: dorsalgia en la línea media, dolor a la palpación en la apófisis espinosa del cuerpo vertebral afectado, pérdida de la altura del cuerpo vertebral menor del 80% y comienzo de los síntomas en los 120 días anteriores.
Osteoesclerosis:
Se refiere al incremento por encima de lo normal de la densidad ósea, que es causado frecuentemente por la enfermedad de Paget, lo que ocasiona compresión de la médula espinal o de raíces nerviosas; no es frecuente que ocasione dorsalgia, pero si puede suceder.
9.- Trastornos viscerales:
Algunos trastornos viscerales pueden originar dorsalgia por irradiación del dolor principal, como se describirá a continuación:
Dolor dorsal bajo y lumbar alto en las enfermedades abdominales:
La úlcera gástrica, al igual que los tumores de la porción posterior del estómago o el duodeno, producen epigastralgia, sin embargo, cuando hay extensión retroperitoneal, también pueden producir dorsalgia, ubicada en la línea media de la espalda o paravertebral.
Las enfermedades pancreáticas pueden generar dolor ubicado a la derecha o a la izquierda de la espalda.
Cuando el dolor es desencadenado por la ingesta de comidas con altas contenidos en grasa, entonces se sospecha de una patología biliar.
Por afección retroperitoneal, producto de hemorragias, tumores y pielonefritis; se puede producir dorsalgia, que se puede irradiar hacia la parte inferior del abdomen, las ingles o a la porción anterior de los muslos.
Algunos pacientes (15-20%) que tienen un aneurisma de la aorta abdominal manifiestan dorsalgia.
Los trastornos inflamatorios intestinales, pueden ocasionar dolor en banda, que muchas veces se irradia hacia la espada. Dolor sacro en las enfermedades ginecológicas y urológicas:
Sólo producen lumbalgia, las enfermedades ginecológicas que afectan los ligamentos uterosacros, como ocurre en casos de endometriosis o carcinoma uterino. En algunas ocasiones, el dolor menstrual puede ser percibió en la región sacra y otra causa de dolor en dicha zona, son las últimas semanas de gestación.
Entre las cusas urológicas de dorsalgia están la prostatitis crónica, el carcinoma de próstata con metástasis vertebral y las enfermedades de riñón (trombosis de la arteria o vena renal, infecciones o neoplasias) y uréteres (obstrucción por cálculos renales). 10.- Otras causas:
Dolor de espalda postural: Estos pacientes refieren dolor de espalda al permanecer sentados o de pie durante tiempo prolongado, el cual cede con el reposo. Es un dolor de tipo crónico e inespecífico y al realizar estudios diagnósticos, no se logra atribuir a una lesión patológica o anatómica. En estos casos, el tratamiento más útil es el conservador, como mejorar la postura y realizar ejercicios.
Enfermedad psiquiátrica: Hay algunos trastornos psiquiátricos que se asocia con dorsalgia crónica, como son: abuso de sustancias, histeria de compensación, ansiedad crónica y depresión.
Dolor no identificado: Se llama de esa manera al dolor de espalda, al cual luego de realizar una evaluación exhaustiva, no se le logra atribuir ninguna causa, ni siquiera trastornos psiquiátricos o alteraciones posturales. Muchas veces, se plantea como terapéutica la cirugía, sin embargo, en vista de que no se conoce la causa, entonces suele resultar inútil. El dolor de espalda puede estar ocasionado por múltiples causas, que van desde patologías congénitas a adquiridas e incluso degenerativas; queda por parte del médico realizar un buen interrogatorio y un examen físico completo e integral que pueda ayudarlo a identificar el origen del dolor que aqueja al paciente.
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